El primer avión de aerolínea moderno murió por el Tratado de Versalles

Monoplano, enteramente metálico construido en duraluminio (hoy aluminio serie 2000), con alas en voladizo y sin puntales, cabinas de pasajeros y pilotaje cerradas… sólo le falta el tren retráctil para parecer un avión de los últimos años 30. Y sin embargo fue diseñado en 1917 y terminaron de fabricarlo en 1919. Podría decirse que es a los aviones de aerolínea lo que el Junkers J.I es a los aviones de caza, el primer monoplano metálico de caza, cuyo primer vuelo fue en Alemania en 1916. Y si a éste último le mató su peso y falta de maniobrabilidad en comparación con los biplanos, al primero le mató el Tratado de Versalles.

El conde von Zeppelin es conocido por el diseño de sus dirigibles de estructura rígida, y por los grandes bombarderos biplanos que aterraron Reino Unido durante la Primera Guerra Mundial. Tal vez había quedado impresionado ya antes de la guerra por el Sikorsky Le Grand. E intentó mejorarlo y superarlo.

El Zeppelin-Staaken E-4/20 fue un revolucionario monoplano cuatrimotor de pasajeros totalmente metálico diseñado en 1917 por Adolf Rohrbach y terminado en 1919 en las instalaciones de Zeppelin-Staaken en las afueras de Berlín, Alemania. El E-4/20 fue el primer avión de pasajeros cuatrimotor construido totalmente de aluminio

El E.4, la última creación de la moribunda industria aeronáutica del conde, fue una prueba visible del progreso que los alemanes habían logrado en el diseño y la construcción de aviones grandes. El Staaken E.4/20 fue verdaderamente el primer avión de transporte moderno del mundo, y sus líneas funcionales son muy adelantadas a su tiempo. De hecho es tan vanguardista que el Armstrong Whitworth Atalanta ¡de 1932! utilizó una configuración muy similar, con detalles de construcción diferentes y motores más potentes.

Armstrong Whitworth Atalanta

 La construcción del E.4/20 se inició en mayo de 1919 bajo la dirección de Alfred Colsman, director general de la empresa de Zeppelin; una de las especificaciones pedía que la aeronave completamente cargada debería poder volar con sólo dos de cuatro motores funcionando.

Estaba previsto que el E.4/20 entrara en servicio como transporte comercial de pasajeros entre Friedrichshafen y Berlín. No cabe duda alguna de que el diseño del E.4/20 bebió en gran parte de la experiencia con grandes bombarderos de Staaken, Zeppelin y Rohrbachse, y que compartiría elementos con los bombarderos monoplano totalmente metálicos que Staaken estaba desarrollando bajo el contrato de Idflieg en 1918. Aunque estrictamente un avión de transporte, la estructura del E.4/20 no hubiera diferido apreciablemente de estos. De hecho, con un quinto motor en el morro, el E.4/20 bien podría haber sido el diseño de bombardero de cinco motores Staaken descrito por von Bentivegni en 1919.

El Dr. Adolf Rohrbach, un ingeniero que había sido muy activo en el desarrollo de técnicas de construcción metálica en Dornier, fue transferido a Staaken en 1916-1917 para aplicar su talento al diseño de aviones terrestres de grandes dimensiones. El Dr. Rohrbach había sido seleccionado personalmente por el jefe del Departamento de Construcción de aviones grandes de Staaken, el Prof. Baumann, para ser su sucesor, y en eso se convirtió en 1919, cuando asumió el liderazgo técnico de la organización.

Visto en perspectiva y comparado con los aviones civiles de madera y tela, o metálicos pero en configuración biplano, de la era inmediatamente posterior a la guerra, el E.4/20 fue sin duda un adelantado a su tiempo. El fuselaje se construyó completamente con larguerillos y cuadernas de duraluminio cubiertos por un delgado revestimiento remachado. Este método de construcción fue simplemente una aplicación de la estructura ideada por Dornier.

La característica más llamativa fue el gran ala en voladizo, sin arriostrar, que tenía una envergadura de 31,0 m. Su perfil alar era un perfil grueso, basado en las investigaciones aerodinámicas del profesor Junkers. El ala se construyó alrededor de un único cajón de torsión de dimensiones muy generosas; su ancho era un tercio de la cuerda del ala, y en el encastre su espesor era de de 1,5 metros. El borde de ataque y de salida y los soportes del motor estaban unidos a este enorme cajón de torsión central. El revestimiento del borde de ataque era de duraluminio de 4mm de espesor, el revestimiento del cajón de torsión (de larguero principal a larguero trasero) era de 3 mm y el borde de fuga 2 mm. El cajón de torsión formaba un túnel, al que se accedía a través de agujeros hechos en las costillas, para que un hombre pudiera acceder, tumbado, en vuelo hasta los motores.

La carga alar -extremadamente alta para su época- era de 80 kg/m², un valor casi doble que el de un monoplano comparable, el Zeppelin-Lindau Rs.IV (46.5 kg/m²). Debido a que no se disponía de experiencia práctica con cargasalares tan elevadas, se consideró arriostrar el ala con cables como medio de seguridad ante el fallo, como puede verse en la primera foto de esta entrada. Sin embargo, la estructura del ala había sido calculada para resistir las cargas dinámicas de vuelo sin ningún cable o puntal de soporte adicional.

Motor Maybach IV, era también empleado en los dirigibles Zeppelin

Los cuatro de Maybach Mb.IVa de 245hp estaban montados en una robusta bancada que se extendía desde el cajón central de torsión, y su contorno estaba cuidadosamente carenado en el ala. Los motores se colocaron por delante del borde de ataque, según unos diseños ensayados en la planta de Dornier en 1917. El combustible estaba contenido en dos depósitos grandes colocados por delante del larguero principal, entre el revestimiento del borde de ataque y el larguero.

El Mb.IVa estaba sobredimensionado, con 23,1 litros, con una relación de compresión muy alta, 6,1:1, para la época. Producía 245 hp a 6000 pies. ¡En algunos vuelos incluso había que cortar un poco gases!

El fuselaje tenía catorce cuadernas rectangulares, unidas entre sí por largueros en sus esquinas. El revestimiento de aluminio se remachaba a esta estructura. Los grandes paneles formados entre estos largueros y las cuadernas estaban reforzados por larquerillos, como en cualquier estructura semi-monocasco más moderna.

La cabina de los pilotos, inicialmente, era abierta, siguiendo las costumbres de la época, en la que, además, los pilotos preferían volar así para “sentir” mejor el vuelo. Estaba ubicada encima del fuselaje, ligeramente por delante del borde de ataque del ala y tenía una visibilidad excelente, al menos en vuelo. Posteriormente se modificó el avión para trasladar la cabina de pilotaje al morro, y convertirla en una cabina cerrada.

Una puerta en el morro permitía que los pasajeros embarcaran. El fuselaje podía acomodar de doce a dieciocho personas sentadas de dos en dos, dos pilotos, un navegante, un mecánico de vuelo y una azafata.

En la parte trasera del fuselaje se ubicaron una gran bodega de correo, un inodoro, un baño separado y una bodega para el equipaje.

 El empenaje constaba de un plano vertical y uno horizontal fijos también en voladizo. Los timones horizontales y vertical estaban aerodinámicamente equilibrados. Pero su revestimiento era de tela, como el de los alerones, también con compensadores aerodinámicos.

Las ruedas gemelas estaban sostenidas por un tren de aterrizaje muy simple compuesto por un puntal horizontal unido al fuselaje y otro vertical, que contenía un amortiguador, y estaba unido al cajón de torsión entre los motores.

Mientras el avión estaba en construcción, la Comisión de Control Inter-aliada temió que el diseño pudiera incumplir las cláusulas de prohibición del tratado de paz. La Comisión consideró que no podía emitir un juicio sobre el potencial militar de la aeronave hasta que se completara y realizara las pruebas de vuelo. Naturalmente, los ingenieros aliados adjuntos a la Comisión siguieron el progreso del montaje con un alto grado de interés.

El E.4/20, completado el 30 de septiembre de 1920, realizó una serie de vuelos extremadamente prometedores con el piloto de pruebas Carl Kuring a los mandos. Durante un vuelo realizado en condiciones óptimas, la aeronave registró una velocidad de 225 km/h, una velocidad muy alta para un avión de ese tamaño (para comparar, los cazas más rápidos de 1918 volaban a 220km/h). Sin embargo, se descubrió que no era posible mantenerlo en vuelo con sólo dos de los cuatro motores funcionando, como se había pedido en las especificaciones.

La Comisión de Control Interaliada prohibió más vuelos de prueba, porque no estaba convencida de que el E.4/20 realmente no tuviera aplicaciones militares y, como tal, violara la estipulación del tratado. El director Colsman escribió que la Comisión también se negó a vender o regalar el E.4/20 a países aliados, lo que no dejó a Staaken más remedio que desguazar la máquina.

Colsman opinaba que la Comisión actuó de este modo para arruinar a la empresa Zeppelin y destruir su capacidad para hacer más desarrollos. Esta acción puede entenderse a la luz de la tarea de la Comisión para evitar el resurgimiento de una industria aeronáutica militar en Alemania.

El avión fue desguazado el 21 de noviembre de 1922, destruyendo el precursor del avión de transporte moderno.

Adolf Rohrbach fundó su propia compañía aeronáutica, Rohrbach Metall-Flugzeugbau, donde diseñó y construyó una serie de innovadores aviones e hidroaviones civiles totalmente metálicos, como el trimotor Ro-VIII, que estarían en servicio en Iberia, y cuya réplica sobrevuela el Tibidabo desde 1928.

Le Génie civil : revue générale des industries françaises et étrangères

AirWarRu

Flying Machines

Simainaitis Says

[Podcast] Enjambres de drones, munición merodeadora, misiles y aviones nodriza para lanzarlos, con Carlos González

El tema de los portaaviones aéreos , los aviones nodriza capaces de lanzar otros aviones nos ha fascinado tanto desde siempre que tenemos 21 entradas en el blog dedicadas a ellos. Y últimamente, encima, se han puesto de moda con diversos conceptos, desde lanzar enjambres de drones, a aviones no tripulados que lanzan aviones no tripulados a aviones de transporte que lanzan, literalmente, palés de misiles. Y, como no, teníamos que analizarlo con nuestro amigo el Doctor Ingeniero Carlos González.

Y si además nos votáis para el concurso de podcast de Ivoox…

El podcast se puede encontrar en Amazon Music, Apple Podcast, Google Podcast, Ivoox, Spotify

pd: Si la intro y la despedida os son familiares, que no os sorprenda. En un ejercicio de nostalgia podcasteril he hablado con Javier Lago para pedirle permiso y utlizar la introducción que hizo para el que, si no recuerdo mal, fue el primer podcast español sobre aviación: Remove Before Flight RBF podcast

Rolls-Royce utiliza hidrógeno en su motor Pearl 700 y pone a punto su nuevo motor para vuelos híbridos-eléctricos

Rolls-Royce y sus socios han utilizado un motor Pearl 700 con hidrógeno al 100% como parte de un trabajo a largo plazo para desarrollar un motor de combustión de hidrógeno para aviones de pasillo estrecho para mediados de la década de 2030.

En colaboración con la Universidad de Loughborough del Reino Unido y la agencia de investigación aeroespacial alemana DLR, el grupo de motores aeroespaciales afirmó que las pruebas en una cámara de combustión anular demostraron que el hidrógeno puede producir un empuje máximo al despegue.

Según Rolls-Royce, este avance se basa en nuevos inyectores de combustible que controlan el proceso de combustión. «Esto implicó superar desafíos de ingeniería significativos, ya que el hidrógeno quema mucho rápidamente que el queroseno. Los nuevas inyectores pudieron controlar la posición de la llama utilizando un sistema que mezcla progresivamente el aire con el hidrógeno «.

Las boquillas individuales se probaron inicialmente a presión más baja que la de funcionamiento normal, en las nuevas instalaciones de prueba de la Universidad de Loughborough en el Centro Nacional de Tecnología de Combustión y Aerotérmica.

Luego se probó en las instalaciones del DLR en Colonia, Alemania, donde se realizó la evaluación final del quemador a presión completa.

«Es un logro increíble en poco tiempo», dijo Grazia Vittadini, directora de tecnología de Rolls-Royce. «Controlar el proceso de combustión es uno de los desafíos tecnológicos clave a los que se enfrenta la industria para convertir al hidrógeno en un verdadero combustible de aviación del futuro. Lo hemos logrado y facilita avanzar».

Rolls-Royce está trabajando con la aerolínea de bajo costo EasyJet para desarrollar un sistema de propulsión de hidrógeno más grande. El año pasado, la empresa hizo funcionar con éxito un motor turbofan AE2100 con hidrógeno verde en las instalaciones de investigación de Boscombe Down, en el sur de Inglaterra.

Airbus también está involucrado en la recién formada Alianza del Hidrógeno del Reino Unido.

El siguiente paso para los socios es incorporar los conocimientos de ambos conjuntos de pruebas para desarrollar una prueba en tierra completa de hidrógeno gaseoso en un motor Pearl.

El motor Pearl 700 impulsa el jet de negocios de largo alcance G700 de Gulfstream. Rolls-Royce también ha desarrollado el motor Pearl 10X para la nueva aeronave Falcon 10X de Dassault y el motor Pearl 15 para los aviones Global 5500 y 6500 de Bombardier.

Rolls Royce también ha probado un motor para aeronaves híbrido-eléctricas.

También Rolls-Royce informó que ha realizado la primera prueba de combustible en una nueva turbina de gas pequeña que está desarrollando para trenes de potencia híbrido-eléctricos.

La compañía dijo que la prueba confirmó la eficacia de la turbina compacta y de alta potencia que se integrará en un sistema ligero y escalable de turbogenerador que proporcionará entre 600 kW y 1,200 kW de potencia.

Rolls-Royce tiene como objetivo nuevas aplicaciones híbrido-eléctricas, incluyendo aeronaves eVTOL y eSTOL, así como aviones regionales con hasta 19 asientos de pasajeros. La nueva turbina de gas pequeña también podría usarse en helicópteros, unidades de energía auxiliares y aviones militares.

El grupo de motores aeroespaciales dijo que podría funcionar con combustible de aviación sostenible como un primer paso para reducir las emisiones de carbono y al mismo tiempo ofrecer un alcance mayor que el actualmente posible con la propulsión completamente eléctrica.

En el futuro, se prevé que la turbina funcione con combustible de hidrógeno. Para las pruebas en tierra, el equipo de Rolls-Royce integró 14 subsistemas en un proceso de diseño, adquisición y construcción que duró poco menos de un año. La configuración de prueba incluye componentes comunes como válvulas y mangueras, así como sistemas de inyección de combustible, aceite y ventilación, soportes de motor y frenos de agua. El trabajo de investigación y desarrollo está siendo parcialmente financiado por el Ministerio de Economía y Acción Climática de Alemania.

Fuentes: Rolls Royce y Universidad de Loughborough

A guy named Joe, la peli que inspiró Always

No solemos hablar de cine, pero habiendo sido ayer el día de los Ángeles Custodios, tal vez sea el mejor día de todos para hablar de dos películas de Ángeles de la Guarda…

Alguna vez me han dicho que los pilotos vamos de duros pero que en el fondo somos unos moñas. Tal vez sea cierto, visto la de aerotrastornados que han visto y les encanta la película Always, en la que un piloto apagafuegos un poco cabra loca (o maverick) arriesga en exceso su vida, hasta que la pierde. Dejando sola a su pareja, también aviadora. Como fantasma hace las veces de ángel de la guarda de otro piloto, que acaba enamorándose de ella; y ella, en una última misión en la película en la que vuela contra un fuego temiendo que su nuevo amor perezca como el primero. Y claro, tras esta escena, la «libera» de su amor, dejándole que continúe con su vida.

Pues esta película no es ni más ni menos que un remake hecho en los años 80 por Spielberg de una película de los años 40 llamada A guy named Joe, una película que al director le encantaba de niño.

En los dos años posteriores al ataque japonés a Pearl Harbor, más de 60.000 soldados estadounidenses habían muerto en combate en el extranjero. El país estaba en plena guerra y miles de familias estaban de luto por la pérdida de sus seres queridos. Aprovechando este escenario, MGM mostró interés en hacer una película que de alguna manera consolara a las familias en duelo al alimentar «la esperanza en una conexión entre los seres queridos en peligro o fallecidos y las personas que dejan atrás».

A guy named Joe (Dos en el cielo, en castellano) fue escrita por el guionista Dalton Trumbo, y adaptada por Frederick Hazlett Brennan, basada en una historia, del mismo nombre, de Chandler Sprague y David Boehm.

En lugar de escribir su propio material, Trumbo adaptó una historia de Chandler Sprague y David Boehm llamada Three Guys Named Joe, posteriormente renombrada como A Guy Named Joe. El título fue tomado de una frase utilizada por el General Claire Chennault, quien comandaba el Primer Grupo Voluntario Americano, apodado los Tigres Voladores, entre 1941 y 1942. El grupo reclutado antes de Pearl Harbor estaba compuesto por tres escuadrones de cazas de pilotos del Cuerpo Aéreo del Ejército de los Estados Unidos, la USN y el Cuerpo de Marines. Chennault utilizaba la expresión para referirse a cualquiera de sus pilotos.

Pete Sandidge (Spencer Tracy) es un piloto de bombardero estadounidense destinado en Inglaterra durante la Segunda Guerra Mundial, volando B-25 Mitchells con su amigo Al Yackey (Ward Bond).

Pete es un piloto audaz (y ya se sabe, hay pilotos audaces y pilotos viejos, pero no viejos pilotos audaces) que abusa de su suerte. Después de una de sus misiones de bombardeo, apenas logra regresar, aterrizando de emergencia el avión en llamas y sin tren de aterrizaje. Pete tiene una cita esa noche con el amor de su vida, Dorinda Durston (Irene Dunne). Dorinda también es piloto, perteneciente a las WASP (Women Airforce Service Pilots) y transporta aviones desde las factorías a diferentes bases. El comandante de grupo de Pete, «Nails» Kilpatrick (James Gleason), reprende a Pete por volar demasiado bajo durante la misión de bombardeo. Dorinda también critica la forma de volar de Pete. Nails traslada a Pete y Al a Escocia para volar misiones de reconocimiento menos arriesgadas.

Dorinda logra un viaje a Escocia para visitar a Pete y Al. Dorinda confía a Pete que Nails quiere que Pete sea instructor de pilotos novatos cuando regrese a Estados Unidos. Dorinda ve el avión de Pete ya en la niebla y tiene una premonición de que el número de Pete está marcado. Pete se muestra en contra de la idea, pero se da cuenta de que perderá a Dorinda si no está de acuerdo. Así que acepta el plan. Pero Pete y Al tienen una última misión de reconocimiento. Son enviados a investigar un convoy alemán en el Atlántico. Un escuadrón de cazas alemanes Messerschmitt los embosca. Sin tiempo para pedir ayuda, Pete bombardea el portaaviones alemán, volando el barco en pedazos, pero su avión es alcanzado y Pete se estrella en el océano, donde muere.

Su espíritu va al cielo. Es recibido por otro piloto de la Segunda Guerra Mundial, Dick Rumney (Barry Nelson), quien lo lleva a conocer al General (Lionel Barrymore). El General le explica a Pete que su misión es convertirse en un ángel guardián de un piloto vivo. Pete y Dick viajan a la Base Luke cerca de Phoenix, Arizona, donde se entrena a nuevos pilotos. Pete es asignado al adinerado pero tranquilo novato Ted Randall (Van Johnson). Ted no es un piloto muy bueno al principio, pero Pete lo ayuda a relajarse mientras vuela y mejorar como piloto.

Ted y los demás reclutas son llamados a incorporarse al frente y son enviados al Pacífico, exactamente a la isla de Nueva Guinea. El antiguo amigo de Pete, Al, ahora coronel, está a cargo de los nuevos pilotos.

Al se reencuentra con Dorinda, quien casualmente está transportando un avión desde Australia. Al la lleva al Club de Oficiales donde conoce a Ted. Ted comienza a enamorarse de Dorinda. Pete se pone celoso y engaña a Ted para que vuele de manera imprudente. Pete es llamado de vuelta al cielo por el General, quien le recuerda a Pete que su papel es proteger la vida de Ted y actuar como su Ángel de la Guarda.

Ted acepta una misión suicida para bombardear un depósito de municiones en una isla clave japonesa. Temerosa de que Ted muera como Pete, Dorinda roba el P-38 de Ted y realiza ella misma la misión. Con Pete en la cabina, él guía a Dorinda, que tiene mucha experiencia volando diversos tipos de aviones pero no en manejarlos en combate, para terminar la misión con éxito y la trae de vuelta a salvo junto a su nuevo amor, Ted. Pete al final entiende que Dorinda tiene que rehacer su vida y vuele a amar. Su misión está completa.

Antes de que A Guy Named Joe pudiera comenzar su producción, el guion de Trumbo tuvo que pasar por una serie de revisiones. El primer guión enviado por MGM al Departamento de Guerra de los Estados Unidos fue rechazado. Falkner Heard, jefe de la rama de revisión de la oficina, afirmó en un memorándum: Una revisión de este manuscrito indica que ningún grado de supervisión podría convertir esta película en una contribución al esfuerzo de guerra […] Se sugiere que se le diga a Hollywood que el Departamento de Guerra recomienda que no se produzca.

Riskin y el director Victor Fleming trabajaron juntos para revisar el guión, pero esa versión también fracasó en obtener la aprobación del Departamento de Guerra. Edward L. Munson, jefe de la División de Información, informó a MGM que la producción del guión en su forma actual sería imprudente debido al efecto psicológico que [la película] tendría en los posibles pilotos novatos y experimentados, así como en sus padres. La presencia de fantasmas de pilotos fallecidos y el carácter irreal, fantástico y ligeramente esquizofrénico del escenario no se combinan para producir una película sensata en tiempos de guerra.

Pero los cineastas no se rindieron. Trumbo, Riskin y Fleming incluyeron algunos halagos a las Fuerzas Aéreas del Ejército en el guión y MGM continuó presionando para obtener el apoyo del Departamento de Guerra. En noviembre de 1942, la película finalmente superó una nueva junta de revisión. Según el teniente John T. Parker Jr., el guión final presenta un motivo para elevar la moral en beneficio de los cadetes aéreos, así como una interpretación de las bajas en combate aéreo que puede ser útil y reconfortante desde el punto de vista civil.

Como veis el argumento es básicamente el mismo que el de Always, solo que Always se ambienta en una empresa que se dedica a combatir incendios forestales con viejos aviones de la Segunda Guerra Mundial.

Spielberg no solo hace un remake de la película, sino que calca algunas de las escenas. Los nombres de los cuatro personajes principales de la película son todos iguales, con la excepción del personaje de Ted Randall, que se llama Ted Baker en el remake, y el apellido de Pete es Sandich en lugar de Sandidge.

Fuentes: Un Wahtsapp de @Amazinante con un resumen de la historia y las capturas de pantalla de ambas películas, Crazy Film Guy, Back to the Golden Days

Fotos: Airbus Getafe 100 Fest

Este fin de semana ha sido en la factoría de Getafe el evento Airbus 100 Fest, para celebrar los cien años de la creación de CASA.

El evento contó con varios escenarios con música, charlas, vídeos corporativos, visitas a varias naves de montaje… exhibición estática y en vuelo de aeronaves de la Fundación Infante de Orleans y de la propia Airbus. El gran ausente fue el autogiro C.4, que vimos volar en Ocaña, y se echó de menos un poco más de historia de la propia CASA.

Además la asociación de las Sillas voladoras, cuyo lema podría ser piernas para qué os necesito si puedo volar, estuvo presente con uno de sus veleros, dando a conocer su actividad.

En general fue un evento de diez, con aparcamiento, entradas y salidas muy bien planificadas, y con una pequeña exhibición aérea, que pecó de ser lenta y falta de dinamismo (nos quedamos con ganas de un estático del Harrier o una trepada a la vertical con post-quemador del Eurofighter, por ejemplo, o una megafonía que se escuchara no sólo delante del escenario), pero aún así, dejó fotos más que interesantes, que son por las que habéis venido al blog (de unas 230 han quedado unas 70 tras la limpieza post festival).

Y ya sabéis, si os gusta, ¡seguidnos!