Tensor ha presentado su autogiro no tripulado de carga en Singapur

Tensor es un fabricante de autogiros alemán que ha presentado en el Singapore Air Show, junto con su autogiro tripulado ultraligero T660 (norma 600kg), el T840 un autogiro de carga con versiones tripulada y autónoma, sin piloto.

Con toda la lata que os dimos en 2023 con el autogiro, seguro que no os sorprende si os decimos que de todos los vehículos presentados como drones de transporte, o como movilidad aérea urbana, si hay un tipo que nos gusta especialmente, son los autogiros.

Es una aeronave STOVL, esto es, de despegue corto y aterrizaje corto o incluso vertical. Incluso puede despegar en vertical, o al salto, como se decía en la época, si se energiza el rotor. No puede volar a punto fijo, pero requiere mucha menos potencia y mucho menos mantenimiento que un helicóptero. Estas características lo hacen idóneo como aeronaves medicalizadas, de transporte en zonas aisladas, de patrulla de carreteras y de fronteras… Además es inherentemente seguro en caso de fallo del motor, manteniéndose controlable y con capacidad de aterrizar de forma segura. Así que esperamos, sinceramente, que este autogiro de carga vaya más allá de la fase de las imágenes generadas por ordenador y ver en breve un prototipo funcional primero y en servicio después.

Junto al vehículo más familiar T660X se encontraba la visión artística-conceptual a gran escala de un autogiro de carga. El T840, animado por una turbina que mueve una hélice, situada en la peculiar manera que lo hace este fabricante, a mitad del botalón de cola.

El T660 es un diseño peculiar, con doble botalón que sujeta el estabilizador horizontal, ala embrionaria, y la hélice situada en el puro de cola. El T840 hereda algunas de estas características.

El autogiro tendría un peso máximo al despegue de 2,200 kg, de los cuales serían 500 kg para la carga útil, incluido el combustible.

Su fuselaje ha sido diseñado entorno a palets estándar.

Prometen un rango de velocidad de 30 nudos a 120 nudos, un alcance de 600 km y una autonomía de 4 horas. Además su pre-lanzador le permitiría despegar al salto, convirtiendo este autogiro en una aeronave VTOL, además de STOL.

  • MTOW: 2,200 kg
  • Motor: Turbohélice
  • Combustible: Jet A1
  • Carga útil (neta, incl. combustible): 500 kg/3.5 m3
  • Velocidad de crucero: 120 kt (220 km/h)
  • Velocidad mínima sin pérdida de altitud: 30 kt (55 km/h)
  • Altitud de crucero: 15000 ft
  • Distancia de despegue/distancia de aterrizaje: 0* m
  • Tasa de ascenso: 1,000 ft/min
  • Duración/Alcance: 3-4 horas/600 km
  • Costo operativo**: 550 USD/h

*Condiciones ISA MSL, sin viento, MTOW
** Est.; costo operativo directo (solo combustible y mantenimiento)

ThuderFly ha desarrollado tres autogiros no tripulados

En el año del centenario del autogiro no podía faltar un drone o UAV basado en un autogiro. Ya sabemos que el rotor del autogiro no tiene potencia aplicada de forma directa, sino que autorrota debido a la velocidad de avance, lo que impide que pueda despegar en vertical, salvo que se cuenten con adaptaciones especiales (como el famoso despegue «al salto» de los autogiros de de la Cierva, básicamente un prelanzador que revoluciona el rotor hasta la velocidad de despegue).

También sabemos que es mucho más económico en su funcionamiento que los helicópteros, y que pueden realizar muchas de sus funciones a menor coste, salvo aquellas que requieran vuelo a punto fijo.

También sabemos que pueden volar mucho más lento que casi cualquier aeronave de ala fija, y que despega en distancias muy cortas. Además, en atmósfera turbulenta, es más estable que cualquier ala fija.

Una ventaja adicional más es que, en caso de fallo de potencia, por su naturaleza, es una aeronae segura, capaz de aterrizar en autorrotación. ¡Para eso la creo de la Cierva! Esta seguridad ante el fallo hace una buena aeronave para volar en lugares donde su caída es peligrosa, como zonas pobladas.

Todo esto hace que ThunderFly haya pensado que es la mejor aeronave para un desarrollo no tripulado, e idónea para labores como patrulla de carreteras, marítima o fronteriza, investigaciones atmosféricas, control de multitudes…

Su modelo más grande, el TF-G1, siendo totalmente eléctrico, tiene una masa máxima al despegue de 25kg, una carga util que varía entre los 1 y los 5kg, un techo de servicio que alcanza los 4300pies sobre el nivel del mar (en este aspecto tal vez vaya un poco justo, al menos para operar en países como España) y una autonomía de más de una hora, lo que prácticamente duplica o triplica la autonomía de los cuadricópteros eléctricos más habituales.

El fabricante cuenta con otros dos modelos:

  • el TF-G2, mucho más pequeño, y orientado al entrenamiento o a misiones más sencillas y a corta distancia, pues su carga útil es de tan sólo 100 gramos.
  • el TF-Atmon, basado en el anterior y orientado especialmente a la toma de datos atmosféricos.

Fuente: Thunderfly

Autogiro C.4 (réplica): sesión de fotos y vídeo aire-aire

Nuestros amigos del club de ultraligeros de Getafe siguen con su más que especial homenaje a Juan de la Cierva en este año del Centenario del vuelo del primer autogiro, no olvidemos, no sólo el primer autogiro exitoso, sino la primera aeronave de ala rotatoria exitosa de la historia.

Tras su roll-out y su exitoso primer vuelo, continuó la campaña de ensayos en vuelo. Estaba prevista su presentación pública en la exhibición en vuelo del Getafe 100 Fest, de Airbus, y en la exhibición de la Fundación Infante de Orleans del día siguiente. Sin embargo, un desgraciado incidente ocurrido durante los ensayos en vuelo -a veces estas cosas pasan cuando uno intenta ampliar la envolvente de vuelo de una aeronave-, terminó con las palas de la aeronave en el suelo y el piloto en el hospital. Afortunadamente las heridas del Coronel Roselló fueron leves y en breve explicaba que su estado de salud era bueno y en sus palabras se entendían que le dolía más el amor propio por el incidente que las heridas causadas por el mismo.

Según los propios miembros del club de ultraligeros de Getafe, el incidente se produjo por un cúmulo de circunstancias, como suele ocurrir en estas situaciones: la réplica del autogiro C.4 no utiliza el sistema de mando directo en el rotor, sino los tradicionales mandos aerodinámicos heredados de los aviones -posiblemente el primer autogiro en esta configuración en casi cien años-, una toma a baja velocidad -que siempre son delicadas en los aparatos patín de cola-, y algo de viento lateral, contribuyeron a que la aeronave realizara un caballito y diera con las puntas de plano en el suelo.

Afortunadamente las heridas del piloto han sanado y el autogiro está siendo devuelto a condiciones de vuelo por el equipo, así que esperamos verlo de nuevo en vuelo, y que pueda realizar así su presentación en sociedad en algún evento aéreo.

Y ya sabéis, si queréis colaborar con ellos, tienen abierta una campaña de crowdfunding, y buscan patrocinadores.











































[Vídeos] Hoy hace 95 años: un autogiro cruzaba el Canal de la Mancha

El cruce del Canal de la Mancha ha sido uno de los hitos a batir en aviación por los pioneros desde que lo cruzara Louis Blériot. Él fue el primero en atravesarlo con su modelo XI, después llegaría el primer cruce en planeador, el primer cruce en helicóptero, en avión eléctrico, en coche que vuela… y, como no, el primer cruce de una aeronave de ala rotatoria que fue, como no, un autogiro de Juan de la Cierva.

En concreto el Autogiro C-8 L Mk.II registrado como G-EBYY, entre París y Londres. Un periodista francés, apellidado Bouché, fue su pasajero y testigo del vuelo. Y, como ya se había popularizado el cine, tenemos la suerte de tener películas de la época. ¡Aquí las dejamos!

[Vídeo] Pitcairn AC-35, un autogiro que podía circular por carretera, pre IIGM

Desarrollado para un concurso del Departamento de Comercio con el objetivo de crear un «Modelo T» aéreo, el innovador Autogiro AC-35 de dos plazas podía despegar y aterrizar en 52 metros (173 pies). Después de plegar las palas del rotor, el piloto podía cambiar la transmisión de potencia del rotor a la rueda trasera, lo que permitía velocidades de hasta 40 km/h (25 mph) en la calle. El AC-35 tuvo inicialmente problemas de estabilidad, pero gracias se logró un avión seguro y relativamente fácil de pilotar.

El prototipo del AC-35 voló pòr primera vez en 1936 y estuvo en pruebas, obteniendo un buen rendimiento, pero su precio de 12.500 dólares era varias veces el ingreso promedio de una familia en 1936, y no cumplía con el objetivo de ser una aeronave asequible para los habitantes de los suburbios. La Autogiro Company of America de Harold Pitcairn solo construyó un AC-35, pero continuó trabajando en una versión mejorada. El inicio de la Segunda Guerra Mundial y el surgimiento del helicóptero práctico marcaron el fin de las esperanzas de Pitcairn de producir en cantidad este tipo de aeronaves.

Fuentes: Smithsonian, Wikipedia