Voisin X Aerochir, el primer avión sanitario, hospital volante y ambulancia

Durante la Primera Guerra Mundial se produjeron muchos avances, tanto en la forma de matar como en la forma de curar. Llegaron grandes avances médicos, y se llevaron al frente.

Para acortar la demora en el diagnóstico y el inicio del tratamiento, se fabrican aparatos de rayos X portátiles y se instalan en vehículos, como camiones. En Francia, incluso aparece en escena un avión radio-quirúrgico, un hospital volante con quirófano y máquina de rayos X, el Aerochir. Aunque no es, conceptualmente, el primer avión sanitario, sí es el primero que se llega a construir.

Este proyecto ve la luz en Francia en septiembre de 1918. Es fruto de una estrecha cooperación franco-estadounidense. Son el ingeniero francés A. Nemirovsky y el médico francés N. Tilmant, quienes proponen convertir un bombardero Voisin en un avión medicalizado, con todo el equipo necesario para montar rápidamente una sala de radiología y un quirófano, ambos techados gracias a una carpa hinchable. La tripulación del avión serían el piloto, un cirujano y un radiólogo que hacía también las veces de ayudante del cirujano.

En febrero de 1918, el ejército francés solicitó a la industria un hospital volador, al estilo de lo ya propuesto por la pionera Marie Marvingt, para brindar asistencia médica de emergencia en el frente, transladando de forma rápida y eficaz un hospital de campaña, consistente en una sala de operaciones completa y una de radiología, con el equipo más moderno de la época, más el personal médico. Además el aparato permitiría la evacuación de heridos.

El ingeniero A. Nemirovsky y el médico A. Tilmant, confiando en su experiencia militar (Nemirovsky era radiólogo en el frente, y Tilmant era un cirujano) propusieron una solución a esta demanda, modificando un bombardero Voisin X, un avión obsoleto para la época, que no se usaba en primera línea por su baja velocidad y falta de maniobrabilidad. Nota: esta conversión de aeronaves ya obsoletas para el combate en transportes, remolcadores, aviones entrenadores o aviones médicos fue una constante desde 1914 hasta prácticamente nuestros días.

Después de eliminar las ametralladoras, que aunque hubieran sido útiles para autodefensa aumentaban mucho el peso del avión, y haber eliminado la capacidad de transportar y lanzar bombas, el Aerochir se modificó para transportar a ambos sanitarios más dos contenedores subalares, que le restaban velocidad y maniobrabilidad. Aunque, también es cierto, no se espera que un avión ambulancia realice maniobras acrobáticas en un dogfight.

La publicación sobre la radiología en la Gran Guerra identifica a los dos sanitarios, en pie en el centro de la foto, como F. Foveau de Courmelles, a la izquierda y Major Stepensky a la derecha

La carga útil de estos contenedores subalares eran 360kg, repartidos entre una máquina portátil de rayos X, una mesa de operaciones plegable, esterilizadores, ropa de cirujano estéril, medicamentos, un generador, baterías, e incluso una cubierta inflable para proteger el hospital de campaña.

Tras desplegar el hospital de campaña, el avión podía utilizarse para evacuar heridos. En total podía transportar a cuatro, dos en los lugares ocupados por los sanitarios y otros dos en los contenedores subalares, ¡calefactados!.

El avión se ensayó en el aeródromo de Issy-les-Moulineaux en 1918. Los resultados fueron buenos y el Ministerio de Guerra francés aprobó el diseño de otro avión más grande y potente, basado en un aparato cuatrimotor de Voisin, de mayor tamaño y más potente, el Voisin XII. Éste hubiera tenido una carga útil de 2500kg, repartidos entre tripulación, combustible y equipo médico. En el viaje para desplegar el hospital hubiera llevado al equipo médico, así como la tienda inflable y el resto de impedimenta necesaria para montar un hospital de campaña. En el viaje de vuelta hubiera podido transportar hasta ocho heridos, cuatro en contenedores subalares y otros cuatro en los asientos de la tripulación sanitaria.

Sin embargo el final de la guerra hizo que el interés de los ejércitos por este desarrollo cayera, y en 1919 fue abandonado. El final de la Primera Guerra Mundial interrumpió el desarrollo de estos aviones. Posteriormente la idea evolucionó, para evacuar al herido lejos del frente, en lugar de llevar el hospital cerca del frente.

Fuentes

«Ruggles Orientator», simulador de vuelo de la 1GM

Obsérvese la posición del piloto a la derecha del todo, ¡y que está sin instructor!

Desde el comienzo de los tiempos -aeronáuticos- quedó claro que tener aviones que no volaran sería útil para entrenar a los pilotos a volar. Memorizar procedimientos, aprender técnicas… antes de subir a un avión doble-mando ¡en el mejor de los casos!

El simulador de Ruggles era una cabina montada en un cardan. La cabina tenía así tres grados de libertad de giro (alabeo, cabeceo y guiñada) y uno de desplazamiento (el vertical).

Servía para aprender los rudimentos del manejo de los mandos del avión. Pero también podía servir para aprender a recuperar posicionesa normales: El instructor, sentado fuera del simulador, mediante mandos eléctricos, cambiaba la actitud de la cabina y el piloto, mediante los mandos del avión debía recuperar la horizontalidad.

Instructor de vuelo y alumno utilizando el simulador de Ruggles

El Ruggles Orientator se utilizó tanto como dispositivo de selección de pilotos como herramienta de formación. Su uso continuó después de la guerra y la revista Popular Science defendió su uso en julio de 1919: “La práctica en el orientador desarrolla el ‘sentido del movimiento del oído’, que servirá al piloto cuando el sentido muscular y la vista no lo hagan (p. 63).”

Por desgracia, no se supo hasta mucho después de la Primera Guerra Mundial que cualquier «sentido del movimiento del oído» sería inadecuado y que la desorientación espacial requería instrumentos y entrenamiento adecuados para superarla.

Imagen de la patente de Ruggles

Fue inventado por William Guy Ruggles (1883-1914) y empleado
por la escuela pilotos del ejército francés a partir de 1915. El invento fue presentado en Estados Unidos el 9 de septiembre de 1918, aplicado para la selección primaria de pilotos de combate y patentado el 21 de octubre de 1921.

Según los criterios de la época, podía evaluar los tiempos de reacción del alumno y detectar desórdenes en el sistema vestibular. Por ello se empleó posteriormente en medicina aeronáutica.

No sólo se usó para selección o entrenamiento de pilotos

En la primera ceremonia de los Oscars la mejor película fue «Alas» (1927). Y el simulador de vuelo sirvió para poder grabar las escenas en las que se veía en primer plano al actor mientras volaba el avión, como nos contaba la revista Estampa.

El simulador, o un derivado del mismo, llegó a tiempo para entrenar a los astronautas a aterrizar en la Luna

Esta plataforma, modificada y puesta al día, continuó empleándose en la formación y capacitación de astronautas en la NASA

Y ya sabéis, si os ha gustado la entrada, ¡seguidnos!

Fuentes

Aerotoons

Aviation Psychology

Boletín de estudios históricos de la Fuerza Aérea Argentina

Google Patents [-1-] y [-2-]

[Vídeo] Así aprendían a volar los pilotos militares estadounidenses en 1917

La película de 1917, coloreada, muestra cómo era el entrenamiento para ser piloto militar estadounidense en la Primera Guerra Mundial. Desde las primeras clases entorno a un avión, los primeros accidentados carreteos por tierra, los primeros vuelos en aviones de entrenamiento con el ala en parasol, el paso a aviones más avanzados y maniobras de combate, al disparo con predicción practicado con blancos móviles y un revólver o los primeros simuladores de vuelo, cabinas móviles de forma mecánica con una ametralladora funcional, siluetas con la posición relativa del avión enemigo y el colimador para aprender a juzgar distancias y posiciones para hacer blanco…

Si alguno conoce el vídeo original, sin colorear y sin música, que no dude en enviárnoslo.

Y como bonus, un vídeo propagandístico de la misma época. El inglés es bastante claro .

[Podcast] La Ametralladora y el Avión: cómo nació el avión de caza

La Ametralladora y el Avión, cómo unieron sus destinos para crear el avión de caza, y su evolución hasta el nacimiento de los misiles.

Al comienzo los aviones poco menos que servían para «asustar a los caballos del enemigo». Poco a poco tomaron importancia sus misiones de reconocimiento, durante las cuales un encuentro con el enemigo se podía saldar con un amistoso saludo; y finalmente nació el caza, de esa necesidad de derribar los aviones y globos de reconocimiento del enemigo. Luego, la carrera por aumentar su capacidad de destrucción llevó al aumento del número de ametralladoras o del calibre, o de ambos. ¿Nos acompañáis a Héctor Guillén y a mi en esta carrera… armamentística?

El podcast se puede encontrar en Amazon Music, Apple Podcast, Google Podcast, Ivoox, Spotify

pd: Si la intro y la despedida os son familiares, que no os sorprenda. En un ejercicio de nostalgia podcasteril he hablado con Javier Lago para pedirle permiso y utlizar la introducción que hizo para el que, si no recuerdo mal, fue el primer podcast español sobre aviación: Remove Before Flight RBF podcast

Construir una réplica de París para evitar bombardeos nocturnos

Cráter de una boma de Zeppelin en las calles de París

Primera Guerra Mundial, primeros bombardeos nocturnos de ciudades, primeros bombarderos de larga distancia en forma de Zeppelin o de avión, y primeras contramedidas contra estos bombardeos, primeros derribos y camuflaje de ciudades llevado al extremo.

Foto de un raid aéreo sobre París. Según el pie de foto, de Gothas.

Así que aprovechando que los medios de navegación y de puntería nada tenían que ver con los actuales, los parisinos decidieron desviar las bombas que podían caer sobre su ciudad, construyendo una ciudad falsa al noroeste de París, principalmente en el bosque de St. Germain.

Plano de París, y ubicación del falso parís, en el bosque de St Germain

La ciudad falsa reproducía el patron de iluminación de París gracias a Fernand Jacopozzi, que pasó a la historia por ser el ingeniero responsable de la iluminación de la Torre Eiffel.

Plano del falso París

Pero además de eso se hicieron edificios de carton, e incluso una reproducción de la Estación del Norte. También se simularon fábricas del barrio de Saint Denis, tendidos férreos e incluso algún tren. Otros edificios notables reproducidos eran el Arco del Triunfo de París o la Ópera.

Para simular trenes en movimiento se recurrieron a instalaciones lineales de luces que se encendian de forma intermitente con una cadencia determinada
Estación de tren falsa, vista a la luz del día es plana, vista por la noche y desde el aire…

La idea fue parida y llevada a cabo en secreto por el grupo de defensa antiaérea (Défense Contre Avions – DCA) de París .

La ubicación fue escogida porque el río tenía una forma similar a la que tiene a su paso por París.

El último bombardeo de París se produjo en septiembre, y la guerra terminó en noviembre, con la falsa ciudad sin terminar. Fue desmantelada al final de la guerra.

Fuentes