Grumman G-22, el biplano acrobático basado en el F3F

Uno de los aviones acrobáticos más llamativos de las décadas de 1930 y 1940, basado en un avión de caza, el Grumman Gulfhawk II fue construido para el aviador naval retirado y piloto de espectáculos aéreos Al Williams. Como jefe del departamento de aviación de la Gulf Oil Company, Williams participó en espectáculos aéreos militares y civiles por todos los USA, realizando espectáculos aéreos donde combinaba la acrobacia con maniobras militares de combate, e incluso de bombardeo en picado, para promover la aviación militar durante los años de entreguerras.

El robusto biplano, con su fuerte fuselaje monocasco de aluminio y motor Wright Cyclone, estaba basado en el entonces caza estándar de la US Navy, Grumman F3F. Fue pintado como el anterior aparato acrobático del Williams, el Curtiss 1A Gulfhawk, otro acrobático basado en un caza anterior.

Construido por Grumman en Bethpage, Long Island, fue entregado en Roosevelt Field, Long Island, en diciembre de 1936, para ser utilizado por el Mayor Alfred «Al» Williams.

El Gulfhawk II estaba propulsado por un motor Wright Cyclone R-1820-GI de 1000 hp. Montaba una hélice Hamilton-Standard tripala. Las alas, de envergadura desigual y como las del F2F-1 anterior, estaban construidas con largueros y costillas de aluminio y revestidas de tela.

El fuselaje era de aluminio, monocasco. Con forma de tonel, albergaba la cabina, monoplaza, y uno de los primeros trenes retráctiles.

El avión fue reforzado, para soportar más «Gs» durante las acrobacias, y el motor se modificó para permitir al avión volar en invertido, sin que se parara el motor, durante hasta media hora.

Durante doce años, desde 1936 hasta 1948, el avión emocionó a muchos espectadores de los Estados Unidos y Europa. Fue la estrella en las carreras aéreas de Cleveland, el festival aéreo de Miami All-America, y la feria de Nueva York.

A Europa fue en 1938, visitó Inglaterra, Francia, Holanda y Alemania.

La única persona distinta a Williams que voló el avión fue Ernst Udet, en Alemania. A cambio, el Major Williams se convirtió en el primer estadounidense en volar el Messerschmitt 109.

El Gulfhawk II también se utilizó como banco de ensayos. En 1937 se probó un nuevo laringófono y, durante la Segunda Guerra Mundial, el Gulfhawk II se utilizó para probar aceites, combustibles y lubricantes en condiciones de funcionamiento extremas.

Muchos cadetes de aviación vieron la aeronave durante su gira de tres meses por los campos de entrenamiento de vuelo en 1943. El comandante Williams hizo la gira a petición del general H. H. Arnold para demostrar la habilidad para el vuelo y el vuelo acrobático de precisión.

El 11 de octubre de 1948, el Gulfhawk II realizó su último vuelo. Williams llevó el avión al Aeropuerto Nacional de Washington, para exhibición aérea. Al finalizarla, se presentó al Smithsonian, donde puede verse ahora.

Smithsonian

Vídeo: La toma de aire del F-15 en acción

La toma de aire de los motores del F-15 es móvil. De hecho, es bastante habitual que las tomas de los motores de los aviones supersónicos tengan algún modo de geometría variable para adaptarse al número de mach y de ese modo mejorar el rendimiento del motor, como por ejemplo moviendo el cono puntiagudo de algunas entradas para adaptar la onda de choque que se forma adecuadamente.

En el F-15, se estudió y se comprobó que haciendo que la entrada de aire se adaptara al número de Mach, a la temperatura del aire y al ángulo de ataque, podía mejorarse el rendimiento del motor.

Y había algún vídeo, como el que se encuentra bajo estas líneas, en el que podía verse cómo podía variar la geometría de esta toma. Pero en el vídeo que encabeza este artículo se puede ver con el avión en vuelo. Según el usuario de Twitter que lo ha dado a conocer, es una maniobra que conocen como «patada del delfín» y que se realiza durante los festivales aéreos precisamente para que los ojos más avispados puedan observarlo.

Falta saber qué opina de la maniobra el equipo de ingenieros que calculó los ciclos que aguanta la toma…

Autogiro C.4 (réplica): sesión de fotos y vídeo aire-aire

Nuestros amigos del club de ultraligeros de Getafe siguen con su más que especial homenaje a Juan de la Cierva en este año del Centenario del vuelo del primer autogiro, no olvidemos, no sólo el primer autogiro exitoso, sino la primera aeronave de ala rotatoria exitosa de la historia.

Tras su roll-out y su exitoso primer vuelo, continuó la campaña de ensayos en vuelo. Estaba prevista su presentación pública en la exhibición en vuelo del Getafe 100 Fest, de Airbus, y en la exhibición de la Fundación Infante de Orleans del día siguiente. Sin embargo, un desgraciado incidente ocurrido durante los ensayos en vuelo -a veces estas cosas pasan cuando uno intenta ampliar la envolvente de vuelo de una aeronave-, terminó con las palas de la aeronave en el suelo y el piloto en el hospital. Afortunadamente las heridas del Coronel Roselló fueron leves y en breve explicaba que su estado de salud era bueno y en sus palabras se entendían que le dolía más el amor propio por el incidente que las heridas causadas por el mismo.

Según los propios miembros del club de ultraligeros de Getafe, el incidente se produjo por un cúmulo de circunstancias, como suele ocurrir en estas situaciones: la réplica del autogiro C.4 no utiliza el sistema de mando directo en el rotor, sino los tradicionales mandos aerodinámicos heredados de los aviones -posiblemente el primer autogiro en esta configuración en casi cien años-, una toma a baja velocidad -que siempre son delicadas en los aparatos patín de cola-, y algo de viento lateral, contribuyeron a que la aeronave realizara un caballito y diera con las puntas de plano en el suelo.

Afortunadamente las heridas del piloto han sanado y el autogiro está siendo devuelto a condiciones de vuelo por el equipo, así que esperamos verlo de nuevo en vuelo, y que pueda realizar así su presentación en sociedad en algún evento aéreo.

Y ya sabéis, si queréis colaborar con ellos, tienen abierta una campaña de crowdfunding, y buscan patrocinadores.











































Fotos: Airbus Getafe 100 Fest

Este fin de semana ha sido en la factoría de Getafe el evento Airbus 100 Fest, para celebrar los cien años de la creación de CASA.

El evento contó con varios escenarios con música, charlas, vídeos corporativos, visitas a varias naves de montaje… exhibición estática y en vuelo de aeronaves de la Fundación Infante de Orleans y de la propia Airbus. El gran ausente fue el autogiro C.4, que vimos volar en Ocaña, y se echó de menos un poco más de historia de la propia CASA.

Además la asociación de las Sillas voladoras, cuyo lema podría ser piernas para qué os necesito si puedo volar, estuvo presente con uno de sus veleros, dando a conocer su actividad.

En general fue un evento de diez, con aparcamiento, entradas y salidas muy bien planificadas, y con una pequeña exhibición aérea, que pecó de ser lenta y falta de dinamismo (nos quedamos con ganas de un estático del Harrier o una trepada a la vertical con post-quemador del Eurofighter, por ejemplo, o una megafonía que se escuchara no sólo delante del escenario), pero aún así, dejó fotos más que interesantes, que son por las que habéis venido al blog (de unas 230 han quedado unas 70 tras la limpieza post festival).

Y ya sabéis, si os gusta, ¡seguidnos!