Conocimos a Otto Aviation con el Celera, un avión con fuselaje en forma de bala y un motor diesel que movía una hélice. Y recientemente han vuelto a las noticias con su nuevo diseño, Phantom 3500, que recupera la ya vieja idea del avión sin ventanas para ahorrar peso, y por tanto combustible.

En cualquier estructura, cuando se va a realizar una apertura como una ventana, es necesario reforzar alrededor de la misma, para asegurar la continuidad de las cargas a través de la estructura. Por eso, cuanto más pequeña sea la ventana, menos pesa la estructura. Idealmente lo mejor para la estructura sería el no tener ventanas. Pero los pasajeros no piensan lo mismo. Se ha sugerido en varias ocasiones reemplazarlas por una estructura transparente pero capacidad de llevar cargas, como reemplazar en una estructura de fibra de carbono y matriz eposxy la matriz por una totalmente transparente y la fibra por nano fibras. O la versión más prosaica de cambiar las ventanas por pantallas de alta resolución. Y es la propuesta que nos hace Otto Aviation.

Su propuesta en el Phantom 3500 elimina las ventas para reducir peso. Pero, además, al ser continuo el revestimiento en la zona de las ventanas, dicen que permite mejorar la superficie del revestimiento, manteniendo el flujo laminar sobre él durante más tiempo, y mejorando así la eficiencia del combustible en hasta un 35%.

Con una autonomía de 3200 millas náuticas y una altitud de crucero de 51000 pies, este reactor promete no solo reducir los costos operativos hasta en un 50%, sino también bajar las emisiones en un 80%.

Aunque deriva del prototipo Celera 500L, el Phantom 3500 presenta cambios significativos, como el uso de turbofanes en lugar de hélices y un diseño más adecuado para despegues cortos. Aunque en la imagen el turbofan parece de bajo índice de derivación, lo que no acaba de concordar con la promesa de tan bajo consumo y emisiones. Dice Otto Aviation que u entrada en servicio está prevista para el año 2030.

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