B-52 volando más bajo que la cubierta del USS Ranger (o ¿Cómo de bajo puedes volar? XXXV)

B-52 pasando junto al Ranger, ¿o debieramos decir bajo la cubierta de vuelo del Ranger?

Hoy os traemos una historia que es vieja conocida de muchos aerotrastornados. Pero hacía mucho que teníamos ganas de contarosla, así que ahí va.

Sucedió a principios de 1990 en el Golfo Pérsico, mientras los portaaviones estadounidenses y los B-52 realizaban ejercicios conjuntos. Dos B-52 llamaron al USS Ranger y le preguntaron si podían hacer un sobrevuelo, y el controlador aéreo del portaaviones dijo que sí.

Cuando los B-52 informaron que estaban a 8 kilómetros de distancia, el controlador dijo que no los veía:

USS Ranger: No tenemos visual

B-52: «Mire hacia abajo».

El camuflaje del B-52 dificultaba su visión desde arriba, pero a medida que se acercaba, los marineros pudieron distinguirlo ¡las estelas de agua que que los motores del B-52 levantaban!.

Los pilotos de los B-52 le preguntaron al controlador del portaaviones si les gustaría que los bombarderos volvieran a aparecer. Les dijeron que sí, y muchos marineros sacaron sus cámaras esta vez

Los B-52 habían estado practicando vuelos de bajo nivel durante años, para colarse bajo el radar soviético.

Gladys Ingle y los 13 gatos negros

Carrera en circuito entre un coche y un avión

No es la primera vez que hablamos de wingwalkers en el blog, e hicimos un estudio detallado de estos funambulistas aéreos y de su historia como pilotos errantes en 2009. Así que ya iba siendo hora de que nos centráramos en Gladys y en los 13 gatos negros.

Gladys agarrada a la cola de un avión. Acababa de salir de un coche.

Habéis visto a Gladys y al resto de los integrantes de los 13 gatos negros más veces de las que pensáis: ¿recordáis el vídeo de la mujer que cambia una rueda de un avión en vuelo? Es ella. Era uno de los números que llevaban a cabo.

El grupo nacía en 1924 en el aeródromo de Burdett, en Los Ángeles, California. Realizaban distintos números aéreos y particiban en películas, la más conocida es posiblemente Hell’s Angels de Howard Hughes. Estarían en activo hasta 1929, cuando se disolvió el grupo: había ya tanta gente en el negocio de saltar en paracaídas, caminar por las alas o estrellar aviones que, con la caída de los precios, ya no salía rentable arriesgarse tanto.

Lista de precios de los 13 gatos negros

Su uniforme de trabajo era un jersey negro con un gato. Desafiaban a su suerte, y a los supersticiosos. De hecho, hasta 1927 que se convirtió en obligatorio por ley, no usaron paracaídas.

Los 13 gatos eran Ronald “Bon” MacDougall, Ken “Fronty” Nichols, William “Spider” Matlock, Jerry Tabnac, Heard “Herd” McClellan, Paul Richter Jr, Lieut. Jack Frye, Al Johnson, Ivan “Bugs” Unger, Sanford “Sam” Greenwald, Colonel Art Goebel, William “Bill” Stapp, Gladys Ingle.

Ocho de los trece gatos

El grupo fue fundado por Ronald “Bon” MacDougall, que volaba un Curtiss Jenny, y dos amigos que volaban en el ala: Ken “Fronty” Nichols y William “Spider” Matlock. Mas tarde llegarían los otros 10 integrantes. Y un decimocuarto gato honorario, el actor y aviador de la Primera Guerra Mundial Reginald Denny. Se anunciaban diciendo que podían hacer cualquier número, incluido estrellar el avión, y que si ellos no podían es porque era realmente imposible.

Gladys cambiando de avión en vuelo

Uno de los aviones que más utilizaban era el mítico Jenny: era estable, fácil de volar, tenía numerosos cables y puntales a los que agarrarse, y eran muy baratos por haber disponible un enorme excedente del ejército, de la Primera Guerra Mundial.

Entre sus muchas historias está el concurso de aterrizajes a motor parado. Un aterrizaje a motor parado es, tal cual, en el que el motor está apagado y la hélice totalmente muerta. Y un concurso es cuando un grupo de pilotos hace una marca en el suelo y deciden ver quién de ellos es capaz de aterrizar lo más cerca posible de esa marca con el motor parado. Paul Ritcher se propuso lograr aterrizar justo en la marca. Tras parar el motor a 5000ft descendió derrapando hacia la pista para ajustar la toma. Y cuando vio que no iba a poder detener el avión en la línea, lo puso en invertido y tomó en esa así, logrando la mejor posición de todos los pilotos… de no haber sido que las normas especificaban que había que tomar sobre las ruedas.

Gladys enfrentándose a un perro furioso en el ala superior del Curtiss Jenny.

Uno de sus números fue especialmente sonado y ampliamente publicado en prensa, porque pudo acabar fatal. Octubre, 1926. Los 13 Black Cats realizan un espectáculo ante 79.000 espectadores que llenaban un estadio por el partido de fútbol USC-Stanford. Cuando el avión, con varios acróbatas subidos a las alas se acercaba al estadio, el radiador se rompió y arrojó agua hirviendo sobre el parabrisas y las gafas MacDougall. Ante la señal de emergencia de este, Fronty y Spider volvieron a la cabina del piloto justo cuando sobrevolaban la multitud. MacDougall realizó un aterrizaje de emergencia en un campo despejado cercano al estadio.

Gladys Ingle

Gladys era la única mujer del grupo. Hacía alguno de los números más arriesgados, como salir a la carrera en un coche persiguiendo a un avión y cambiar del coche al avión. Pasear por el ala superior del biplano con los ojos vendados o tirar con arco.

Otro de los números conocidos y con el que dejaban al público boquiabierto y al borde del infarto era el del cambio de rueda. Al despegar, uno de los aviones perdía una rueda. El narrrador del espectáculo contaba entonces lo peligroso que sería que el avión tomara tierra sin una rueda, así que Gladys se encaramaba al avión, desde otro avión o desde un coche, con una rueda de repuesto a la espalda y unas pocas herramientas, e instalaba la rueda en vuelo.

A pesar de todas estas locuras, Gladys murió en 1981, a los 82 años.

Fuentes

[Vídeo] Una barcaza de 70x10m como plataforma de aterrizaje

XCUB en una barcaza

No es la primera vez que hablamos de miniportaaviones. Y no creo que sea la última…

En esta ocasión nos vamos a una barcaza con algo más de 70m de eslora y una plataforma aterrizable de 70x10m flotando en en el río Vístula a su paso por Plock, Polonia.

Allí, Paweł Jakubowski y Jurek Pielaciński, tuvieron en 2018 la idea de repetir las hazañas de los pilotos de grasshopper sobre lanchas de desembarco, pero con la barcaza parada. La barcaza fue preparada según las especificaciones pedidas por Jurek Pielaciński.

El avión escogido era la CarbonCub EX.

En 2020, en una exhibición realizada en Plock, con ayuda del aeroclub de Ziemi, y con la protección del cuerpo de bomberos de la ciudad, que desplegó a sus buzos por si ocurría lo peor, el piloto Kamil Skorupski realizaba el aterrizaje.

Vídeo del aterrizaje de una Carbon Cub en una barcaza

La pena es que no descubriéramos este reto en 2020… así que lo traemos dos años tarde. Lo hemos descubierto gracias a este escenario para Microsoft Flight Simulator 2020, que nos ha permitido vivir el reto en nuestras propias carnes. ¿os animáis a probarlo?

CH-701 después de aterrizar en la barcaza

¿Serán familia estos pilotos de aquél que aterrizó la XCub en el muelle de madera más largo de Europa, situado en Sopot, cerca de Gnadst?

Aterrizaje del piloto de Redbull en el muelle de madera más largo de Europa, ¡algo más de 500m!

Nota: este reto también podéis intentarlo en el simulador

Volar bajo el puente más famoso de Londres (o ¿Cómo de bajo puedes volar? XXXIV)

Pollock pasando bajo el puente, un cuadro de Michael Rondot

No teníamos intención de hacer tan pronto otra entrada acerca de pasaditas a baja cota. Pero un día como ayer, día 5 de abril, pero de 1968, fue cuando Alan Pollock cruzó bajo el puente de la Torre de Londres, alguien nos lo recordó en redes sociales, y no nos han dejado más remedio que traeros esta historia, así como la de todos los demás que pasaron volando bajo el puente.

El 1 de abril de 1968 la RAF cumplía 50 años. Sin embargo no había planeado ningún acto de celebración para homenajear a la fuerza aérea británica, ni a los pilotos que servían en ella, ni a los que habían muerto sirviendo en ella. Se solicitó realizar esa pasada, en formación, en solitario… Pero fue imposible.

Allan Pollock estaba totalmente indignado por ello. Y decidió hacer la pasada por su cuenta. El 5 de abril despegó de su aeródromo y siguió el Támesis. Pasó a toda velocidad por la Cámara de los Comunes, y se dirigió al puente, que pasó por debajo.

Pollock fue detenido al aterrizar, y expulsado de la fuerza aérea por motivos médicos, sin consejo de guerra, evitando así atraer más la atención sobre su protesta, y facilitándole una salida sin problemas del incidente del puente.

¿Quién fue el primero en pasar bajo el puente?

Frank McClean atravesando el puente en 1912

El primero fue Frank McLean en 1912. El 10 de agosto de 1912 despegó su hidroavión Shorts Farman desde la Isla de Sheppey y voló aguas arriba hasta que llegó al puente y siguió volando hasta Westminster donde invirtió el sentido de la marcha. Al volver a pasar bajo el puente una ráfaga lateral le desestabilizó e hizo que su aparato terminara en el agua, sin consecuencias para el piloto, que fue rescatado de la misma.

Desde 1914 hasta la prohibición del paso del puente

Durante la Primera guerra mundial cruzar bajo el puente se convirtió en algo relativamente habitual, e incluso existe un vídeo de British Pathé sin fecha determinada.

En 1919 fue Sidney Pickles quien pasó bajo el puente con su hidroavión Fairey: trepó hasta 1000 pies y picó para atravesar el puente a 120mph.

Aunque no encontramos foto del vuelo de Pickles, sí hemos encontrado su avión

En 1920 se prohibiría pasar bajo el puente.

Vuelos tras la prohibición

Christopher Drapper

En 1931 fue Christopher Drapper quien voló su Puss Moth, sorprendiendo a los viandantes y conductores. De hecho pasó en dos ocasiones bajo el puente, y continuó hasta el de Westminster, que también paso por debajo. Drapper era un veterano de la Primera Guerra Mundial protestando por el trato recibido por los veteranos. ¡Y tenía planeado pasar bajo 14 de los puentes que cruzan el Támesis en Londres! Salió del juicio sin castigo.

No sería hasta 1951, 20 años después, cuando otro piloto pasaría bajo el puente. En esta ocasión por un «no hay huevos». El 25 de noviembre Frank Miller volaba una Auster acompañado de su hijo de 13 años, que se apostó con él todos sus ahorros, 35 chelines, a que no era capaz de hacerlo. Aunque ganó la apuesta, tuvo que arrimar de su bolsillo otras tantas libras, hasta completar las 100 libras que tuvo que pagar como multa.

Drapper volvería a repetir su experiencia. Desde su vuelo, trabajó en la industria del cine. Tras una visita a Alemania, estuvo actuando como agente doble. En 1939, con 47 años, se reenganchó en la Royal Navy y voló Supermarines Walrus y Fairey Swordfish en África occidental. Terminó la guerra como Squadron Commander. En 1953 tenía 61 años. Le costaba encontrar trabajo, y revivía las circunstancias de 1931. Para protestar, una vez más, por el trato recibido por los veteranos de guerra, decidió atravesar por debajo 18 puentes, empezando por el de la torre.

El 5 de mayo despegó de Bouxborne con una Auster (G-AGYD) del aeroclub y se dirigió al Támesis, cruzando 15 de los 18 puentes que pretendía cruzar. A continuación, la lista de puentes y la distancia libre entre el agua y el puente.

Drapper en el puente Lambeth
Westminster
Vauxhall
  • Waterloo: (14.9m)
  • Charing Cross: (13.3m) – intento abortado, lo sobrevoló
  • Westminster: 11.7m)
  • Lambeth: (12.6m)
  • Vauxhall: (11.9m)
  • Victoria Rail: (12m)
  • Chelsea: (12.6m)
  • Albert: (11.2m)
  • Battersea: (11.4m)
  • Battersea Railway: (11.9m)
  • Wandsworth: (11.5m)
  • Fulham Railway: (12.4m) – intento abortado, lo sobrevoló
  • Putney: (10.9m)
  • Hammersmith: (9m)
  • Barnes Railway: (10.7m)
  • Chiswick: (11.8m)
  • Kew Railway: (10.6m) – intento abortado, lo sobrevoló
  • Kew: (10.4m)

Una vez más tuvo suerte en el juzgado. Aunque él estaba dispuesto a que este vuelo fuera su último vuelo, el juicio se saldó con una condena en costas (10 guineas*) y el compromiso de mejorar su comportamiento durante los próximos 12 meses. Estuvo en activo como piloto hasta 1964, cuando perdió la licencia a los 72 años por motivos médicos.

En 1954 fue el tejano Gene Thompson quien voló bajo el puente con otra Auster (G-AHAI)

Pollock recuerda el día que voló bajo el puente de la Torre de Londres.

(*) Tal cual en el artículo de Aircraft Enthusiast Group.

Hasta 1968 nadie volvería a atravesar el puente. Pero Pollock, indignado por la falta de celebraciones y conmemoraciones por el cincuenta aniversario de la RAF, haría su particular homenaje y vuelo protesta.

Vuelos posteriores a Pollock

Paul Martin, un corredor de bolsa, volaría bajo el puente el 31 de julio de 1973 con un Beagle Pup robado en el aeródromo de Blackbushe, estrellándose intencionadamente después para suicidarse.

En 1975 Michael Devyea despegó del aeródromo de Biggin Hill con una Piper Cherokee 180 y pasó bajo el Puente de la Torre y después bajo el de Waterloo.

Nadie realizaría este cruce otra vez hasta 2004, cuando dos helicópteros lo atravesaron volando, ¡con permiso esta vez! Ambas hojas del puente estaban levantadas, para maximizar el espacio bajo el puente. Estaban grabando una escena para la película Thunderbirds.

Otros dos helicópteros pasarían bajo el puente para la apertura de los juegos olímpicos de Londres de 2012. Y, hasta ahora, han sido los últimos.

Ampliamos:  Sólo quedaba que alguien lo atravesara con un wingsuit, y ya lo han hecho —cómo no— los de Red Bull. El 12 de mayo de 2024.

El desafío no es tan loco como cuando Alexander Polli atravesó la Roca Roradada, pero sigue siendo altamente vistoso… e innecesario.

Esto es lo que nos cuenta Red Bull en su nota de prensa.

  • Marco Fürst y Marco Waltenspiel, dos paracaidistas austriacos, atravesaron con sus wingsuit el famoso puente en el corazón de la ciudad a una velocidad de 246 km/h.
  • Saltaron de un helicóptero al oeste del puente el 12 de mayo a las 5:22 am hora local. Las condiciones de la mañana debían ser perfectas para garantizar un vuelo seguro.
  • Cayeron desde una altura de 914 metros, 1.2 km al oeste del puente para obtener la velocidad y el ángulo de descenso adecuados.
  • Sus trajes de ardilla voladora les proporcionaron una tasa de planeo de 3:1
  • El hueco por el que tenían que pasar era de 65m x 32m.
  • El vuelo duró aproximadamente 45 segundos.
  • Después de pasar el puente intercambiaron energía cinética por energía potencial, trepando hasta unos 80 metros sobre el río, para abrir sus paracaídas.
  • Aterrizaron de forma segura en barcazas en el centro del río Támesis.

Fuentes