El RACE FEST regresa el 16 de marzo de 2024 con una gran variedad de actividades para todas las edades

El año pasado estuvimos presentes en el RACE Fest, hablando de simulación aérea y de pioneros en los eSports.

Este año estaremos allí junto con Alejandro Polanco (@alpoma), de Tecnología Obsoleta, y con los amigos de la Asociación Cabo Noval.

Os iremos contando novedades. De momento, os dejamos debajo la nota de prensa:

Madrid, 11 de febrero de 2024 – El Real Aeroclub de España (RACE) anuncia la celebración de la segunda edición del RACE FEST, un evento de promoción de la aviación en todas sus facetas que se celebrará el próximo 16 de marzo de 2024 en el aeródromo madrileño de Cuatro Vientos.

El RACE FEST tiene como objetivo acercar la aviación al público en general y fomentar la afición por el vuelo. Para ello, el evento ofrecerá una gran variedad de actividades para todas las edades, incluyendo:

● Exhibiciones de vuelo simulado: Patrullas aéreas DCS.

● Simuladores de vuelo: Experimenta la emoción de volar en un avión real.

● Charlas y talleres: Aprende sobre la historia de la aviación, las últimas tecnologías y las diferentes profesiones del sector.

● Exposición estática de aviones: Observa de cerca una gran variedad de aviones, desde pequeños aeromodelos hasta aviones históricos como el C4.

● Stands de empresas e instituciones: Conoce la oferta de las empresas y asociaciones del sector aeronáutico.

● Podcast en vivo: Prestigiosos podcasts realizarán grabaciones en directo durante el evento.

El RACE FEST se divide en dos zonas:

● Salón Ibiza: Aquí se encuentran las zonas de conferencias, exposiciones, talleres y stands de participantes.

● Zona de vuelo: En el corralito del RACE se encuentra la zona de exposición estática de aviones.

● El RACE FEST es una oportunidad única para disfrutar de la aviación en familia. La entrada al evento es gratuita.

Más información: https://www.racefest.es

Aterrizaje en un tejado en el corazón de París, galerías Lafayette

No es la primera vez que mencionamos la carrera París-Madrid, ni aterrizajes en los tejados y las galerías Lafayette en este blog, ni de atrevidos números casi circenses en las calles de esta ciudad

Pero es la primera vez que vamos a mencionar todo en una sola entrada… Y es que Jules Védrines, el ganador de la carrera que mencionamos más arriba, fue el primero en aterrizar en un tejado en París, en concreto en el de als galerías Lafayette, donde se instalaría unos años después el que, posiblemente, sea el primer simulador de vuelo recreativo de la historia.

Védrines es uno de los primeros aviadores franceses. Fue instructor del célebre Guynemer, y pionero en la infiltración y recuperación de agentes en territorio enemigo con avión, lo que él llamaba hacer un servicio de ómnibus. Con todo este currículum, ¿os sorprende que aceptara el reto de aterrizar en el tejado de las galerías? Como no podía ser de otra manera, recogió el guante, y dijo aquello de «sujétame el cubata champagne».

El reto había sido lanzado en 1908 por las propias galerías: darían un premio de 25000 francos de la época al primer aviador que aterrizara sobre su tejado. ¡Lo intentó incluso Roland Garros! Pero la pista parecía demasiado pequeña.

Fue justo después de la guerra, el 19 de enero de 1919, y desafiando la ley que prohibía aterrizar en la ciudad de París desde 1912.

Despegó desde Issy-les-Moulineaux, aunque necesitó un par de intentos, pues el primero se vio frustrado por la niebla. Poca gente estaba avisada de este vuelo, a excepción de unos cuantos periodistas, por eso tenemos fotos y películas del aterrizaje.

La improvisada pista de aterrizaje tenía 28m de largo por 12m de ancho, pero él estaba acostumbrado a operaciones STOL, ¡y tas las líneas alemanas!

Utilizando la Torre Eiffel como guía, se guió hacia París sobre la niebla, y aprovechando que a media mañana se despejaba, aterrizaba sobre tejado. El aterrizaje fue bueno (aquél del que sales por tu propio pie), pero no perfecto (aquél en el que el avión queda reutilizable). Tras reparar los daños, devolvería el avión al aeródromo de partida despegando desde el propio tejado.

El avión escogido fue un Caudron G III, un avión de 80 caballos, de 1914 que para el año siguiente ya estaba obsoleto. Pero la elección era clara, un avión de vuelo lento, y de capacidad STOL

El aviador se embolsaría 25000 francos, menos 16 que tuvo que pagar de multa por sobrevolar París.

Debería haberlo hecho mejor. Pero no es mi culpa. Yo estaba enojado. Durante cuarenta y ocho horas estuve preparado este intento, que se prolongaba debido a objeciones administrativas. La niebla exasperó mi irritación. Me fui volando en una niebla opaca. A una altitud de 300 metros, la Torre Eiffel fue mi punto de referencia. Pero estaba demasiado alto; Bajé, volví a caer en la niebla, de la que emergí, de repente, entre el Teatro Francés y la Ópera. Todavía estaba demasiado alto, pero pude vislumbrar en los techos de las Galerías al ver al personal que las ocupaba replegarse rápidamente para hacerme espacio. En mi aproximación, tuve que describir dos o tres curvas alrededor de las Galerías, para poder aterrizar en un vuelo lento. Estaba demasiado enojado. Iba en la dirección correcta y no podía esperar a terminar de una vez. Me lancé recto, demasiado rápido, pero el aterrizaje fue bien medido y, salvo una riostra, dejé intacto el avión que me habían confiado.

Jules Védrines

Desde entonces, una estela en el tejado de las galerias conmemora el aterrizaje –

Fuentes

Vídeo: Su-35 vuela desde el aeropuerto de Lleida

Aunque el Sukhoi es un avión de radio control volado por Alejandro, y el vídeo lo graba Tuckie desde un drone volando en formación. Y sí, tanto el uno como el otro volaron de forma legal dentro del aeropuerto. El resultado, espectacular, como cada vídeo que graba esta pareja, que forman un genial tándem, uno con sus radio control de cazas a reacción, el otro con sus vuelos en formación con sus cuadricópteros.

Grumman G-22, el biplano acrobático basado en el F3F

Uno de los aviones acrobáticos más llamativos de las décadas de 1930 y 1940, basado en un avión de caza, el Grumman Gulfhawk II fue construido para el aviador naval retirado y piloto de espectáculos aéreos Al Williams. Como jefe del departamento de aviación de la Gulf Oil Company, Williams participó en espectáculos aéreos militares y civiles por todos los USA, realizando espectáculos aéreos donde combinaba la acrobacia con maniobras militares de combate, e incluso de bombardeo en picado, para promover la aviación militar durante los años de entreguerras.

El robusto biplano, con su fuerte fuselaje monocasco de aluminio y motor Wright Cyclone, estaba basado en el entonces caza estándar de la US Navy, Grumman F3F. Fue pintado como el anterior aparato acrobático del Williams, el Curtiss 1A Gulfhawk, otro acrobático basado en un caza anterior.

Construido por Grumman en Bethpage, Long Island, fue entregado en Roosevelt Field, Long Island, en diciembre de 1936, para ser utilizado por el Mayor Alfred «Al» Williams.

El Gulfhawk II estaba propulsado por un motor Wright Cyclone R-1820-GI de 1000 hp. Montaba una hélice Hamilton-Standard tripala. Las alas, de envergadura desigual y como las del F2F-1 anterior, estaban construidas con largueros y costillas de aluminio y revestidas de tela.

El fuselaje era de aluminio, monocasco. Con forma de tonel, albergaba la cabina, monoplaza, y uno de los primeros trenes retráctiles.

El avión fue reforzado, para soportar más «Gs» durante las acrobacias, y el motor se modificó para permitir al avión volar en invertido, sin que se parara el motor, durante hasta media hora.

Durante doce años, desde 1936 hasta 1948, el avión emocionó a muchos espectadores de los Estados Unidos y Europa. Fue la estrella en las carreras aéreas de Cleveland, el festival aéreo de Miami All-America, y la feria de Nueva York.

A Europa fue en 1938, visitó Inglaterra, Francia, Holanda y Alemania.

La única persona distinta a Williams que voló el avión fue Ernst Udet, en Alemania. A cambio, el Major Williams se convirtió en el primer estadounidense en volar el Messerschmitt 109.

El Gulfhawk II también se utilizó como banco de ensayos. En 1937 se probó un nuevo laringófono y, durante la Segunda Guerra Mundial, el Gulfhawk II se utilizó para probar aceites, combustibles y lubricantes en condiciones de funcionamiento extremas.

Muchos cadetes de aviación vieron la aeronave durante su gira de tres meses por los campos de entrenamiento de vuelo en 1943. El comandante Williams hizo la gira a petición del general H. H. Arnold para demostrar la habilidad para el vuelo y el vuelo acrobático de precisión.

El 11 de octubre de 1948, el Gulfhawk II realizó su último vuelo. Williams llevó el avión al Aeropuerto Nacional de Washington, para exhibición aérea. Al finalizarla, se presentó al Smithsonian, donde puede verse ahora.

Smithsonian

Vídeo: La toma de aire del F-15 en acción

La toma de aire de los motores del F-15 es móvil. De hecho, es bastante habitual que las tomas de los motores de los aviones supersónicos tengan algún modo de geometría variable para adaptarse al número de mach y de ese modo mejorar el rendimiento del motor, como por ejemplo moviendo el cono puntiagudo de algunas entradas para adaptar la onda de choque que se forma adecuadamente.

En el F-15, se estudió y se comprobó que haciendo que la entrada de aire se adaptara al número de Mach, a la temperatura del aire y al ángulo de ataque, podía mejorarse el rendimiento del motor.

Y había algún vídeo, como el que se encuentra bajo estas líneas, en el que podía verse cómo podía variar la geometría de esta toma. Pero en el vídeo que encabeza este artículo se puede ver con el avión en vuelo. Según el usuario de Twitter que lo ha dado a conocer, es una maniobra que conocen como «patada del delfín» y que se realiza durante los festivales aéreos precisamente para que los ojos más avispados puedan observarlo.

Falta saber qué opina de la maniobra el equipo de ingenieros que calculó los ciclos que aguanta la toma…