El avión anti-incendios más bonito del mundo se jubila en el Museo de Aviación de la Columbia Británica. Martin Mars

Martin Mars, de Coulson, descargando agua

En Estados Unidos y Canadá aún pueden encontrarse viejas glorias volando como aviones apagafuegos, como el Bronco o el B-17. El avión sobre estas lineas es un Martin Mars, y aquellos que nos seguís desde 2009 o antes tal vez lo recordéis por algunas de nuestras entradas pasadas, ¡no deja de ser uno de nuestros aviones favoritos!

El Martin Mars es un bicho impresionante. Es algo así como un B-17 pero en hidroavión, fue diseñado como una fortaleza volante que despegaba del agua… y que duplicaba en envergadura y peso máximo al despegue al B-17. También tenía más autonomía, pero su techo de servicio era mucho menor. el Martin Mars nunca fue utilizado como bombardero durante la Segunda Guerra Mundial, sí como transporte, eliminando del avión las torretas con ametralladoras y el compartimento de bombas.

Tendría que esperar a finalizar la guerra para servir como bombardero, pero bombardero anti-incendios.

Y el último de los que ha sido utilizado en esta función va a ser donado por Coulson al Museo de la Aviación de la Columbia Británica, donde vivirá un retiro dorado, como ha contado Coulson en una nota de prensa que reproducimos más abajo.

Aquí podéis ver reportaje fotográfico de cómo se introducía de la plataforma en tierra al agua, y de paso comprobar cómo de grande es

El nacimiento del Martin Mars

El 23 de agosto de 1938, el US Navy realizó un pedido a la compañía Glenn L. Martin Aircraft para un bombardero de patrulla. que sería designado XPB2M-1. Este prototipo, con el número de serie BuNo1520, fue lanzado en Dark Head Creek, cerca de la fábrica de Martin en Middle River, cerca de Baltimore, Maryland, el 5 de noviembre de 1941. El enorme avión tenía una envergadura de 61 metros (200 pies), más grande que la del Boeing 747-300, y estaba equipado con cuatro motores Wright R-3350 Duplex-Cyclone de 18 cilindros y 2200 hp, que impulsaban hélices de tres palas. La diferencia más notable entre este prototipo y las versiones de producción posteriores del Mars es que tenía dos empenajes verticales en lugar de uno.

Un mes después, el 5 de diciembre de 1941, durante las pruebas de taxi una de las palas del motor 3 se desprendió, lo que dañó gravemente el fuselaje. Además el motor se incendió.. El fuego destruyó el motor, la bancada del mismo y parte del ala de estribor. Dos días después, Estados Unidos estaba en guerra. Las reparaciones, así como más ensayos y mejoras, causaron un considerable retraso en el programa, y el prototipo no realizó su primer vuelo hasta el 3 de julio de 1942.

Los ensayos se finalizaron en noviembre de 1942, pero para entonces la situación de guerra en el Atlántico y el Pacífico había cambiado considerablemente. Ya no se necesitaba un bombardero de patrulla anfibio, por lo que la US Navy decidió convertir el prototipo del Mars en una aeronave de transporte. Esto implicó la eliminación de las torretas de armas, los compartimentos de bombas en el fuselaje y las alas, las placas de blindaje, la mira de bombardero y otros dispositivos más propios para un bombardero que para un avión de transporte. En su lugar, se agrandaron las escotillas existentes, se añadieron otras adicionales y equipo de carga, y se reforzó la cubierta. Y el prototipo se redesignó como XPB2M-1R, donde la “R” denota su función de transporte.

El gigantesco avión de transporte fue entregado oficialmente a la US Navy el 27 de noviembre de 1943. Realizó su primer vuelo con la unidad recién formada VR-8 en Patuxent River, Maryland, para el entrenamiento de la tripulación, y luego fue transferido a la unidad VR-2 en NAS Alameda, cerca de San Francisco, California.

Principalmente, se utilizó en las rutas desde California hasta Hawai, estableciendo un impresionante historial de servicio.

Satisfecha con el desempeño del prototipo, la USN ordenó veinte máquinas de serie. La versión de producción, designada como JRM-1, difería del prototipo al tener un solo plano vertical, un casco más largo con menos mamparos y un mayor peso máximo de despegue. También se le proporcionó equipo para la manipulación de carga en la parte superior y motores Wright R-3350-24WA Cyclone que impulsaban hélices de cuatro palas.

Para cuando se entregó el primer Mars JRM-1, BuNo 76819 Hawaii Mars, el 27 de julio de 1945, la Segunda Guerra Mundial estaba casi terminada, y la USN redujo su pedido de 20 a solo seis aeronaves. La última de estas se entregó como un JRM-2, equipado con motores Pratt & Whitney R-4360 Wasp Major más potentes, lo que le permitía transportar aún más carga. Los cuatro JRM-1 restantes (uno había sido destruido en un accidente de aterrizaje) fueron retrofitados con motores Wasp Major y fueron redesignados como JRM-3. Mientras tanto, el prototipo llamado “Old Lady”, había sido retirado del servicio.

El Martin Mars como avión anti-incendios

Durante mediados y finales de la década de 1950, una serie de grandes incendios forestales afectaron al oeste de Canadá y destruyeron miles de acres de bosque. En un esfuerzo por combatir tales incendios, incluso en áreas remotas, varias de las principales empresas madereras de Canadá, comos MacMillan Bloedel Ltd., TimberWest Forest Corp. y Pacific Forest Product Ltd., decidieron unir fuerzas y formaron Forest Industries Flying Tankers (FIFT).

La provincia de Columbia Británica no tenía demasiados aeródromos. Sí tenía muchos lagos y una larga costa con muchas bahías e ensenadas. Esto lo convierte en un territorio ideal para un los hidroaviones de extinción de incendios. Por lo tanto, Dan McIvor, un pionero canadiense en aviones cisterna y piloto senior de MacMillan Bloedel, sugirió el uso de grandes hidroaviones convertidos en bombarderos de agua. El Canadair CL-215 específicamente diseñado para este cometido, aún no existía. Y, de todos modos, no era el «gran monstruo» que McIvor tenía en mente.

En 1959, la US Navy puso en subasta los cuatro hidroaviones Martin Mars. McIvor fue informado demasiado tarde y descubrió que la subasta ya se había cerrado. La oferta ganadora fue de Hugo Forrester, que operaba como Mars Metals Company, quien compró las cuatro aeronaves para desguace, por un total de solo $23650. McIvor contactó a Forrester, quien estuvo dispuesto a vender las cuatro aeronaves por $25000 cada una. Con cierto esfuerzo, McIvor logró convencer a sus superiores del potencial anti-incendios de estos grandes hidroaviones, y se cerró el trato. FIFT ahora poseía cuatro Martin Mars. El nuevo hogar designado para las aeronaves fue la Base de Port Alberni/Sproat Lake en la Isla de Vancouver, frente a la costa oeste de Canadá.

McIvor tuvo la previsión de comenzar de inmediato una búsqueda de repuestos. Compró seis motores de repuesto por $135 cada uno, seguido más tarde por 29 motores R-3350 Cyclone de un chatarrero por $600 cada uno. También descubrió que la USN aún tenía muchas cajas de repuestos nuevos de fábrica, que pudo comprar por solo $3,200. Estas compras permitieron a FIFT y a sus empresas sucesoras, Flying Tankers Inc., TimberWest y Coulson, operar los hidroaviones Mars hasta bien entrado el siglo XXI, retirándose el último en 2015.

Incluida en las compras de McIvor estaba una sección de morro completa. Pertenecía al séptimo JRM inacabado (el octavo Mars, incluido el prototipo), cuya construcción ya estaba en marcha en Middle River cuando la guerra terminó y la USN redujo su pedido de 20 a sólo 6 aeronaves. Sin saber qué esperar en el futuro, Dan McIvor también adquirió esta sección de morro. Pero nunca se utilizó y permaneció en la maleza cerca de la base de Sproat Lake durante unos 45 años.

McIvor siguió siendo la fuerza impulsora detrás de toda la operación para poner las aeronaves en servicio con FIFT y desarrollar los procedimientos operativos correctos y más eficientes. Fueron convertidos en aviones anti-incendios durante principios de la década de 1960 por Fairey Aviation of Canada en el Aeropuerto Internacional de Victoria (Patricia Bay), Sidney, Columbia Británica. Esto implicó la eliminación de todo el equipo militar y de carga innecesario, la instalación de motores Cyclone a los que se había hecho un overhaul y la instalación de grandes depósitos de agua y unas sofisticadas tomas de agua retráctiles.

En los primeros años de la operación, dos de las cuatro aeronaves se perdieron, una en un accidente en 1961 que cobró la vida de los cuatro miembros de la tripulación, y otra que resultó dañada irreparablemente durante una tormenta en 1962. Aunque estos fueron contratiempos muy serios, no desanimaron a la gente de FIFT. Continuaron con las otras dos aeronaves, la última de las cuales fue convertida en 1964. Desde entonces, no ha ocurrido ningún otro accidente grave.

Nota de Prensa de Coulson

EL HAWAII MARS SERÁ DONADO AL MUSEO DE AVIACIÓN DE BC

Los aviones anti-incendios Martin Mars sirvieron a la Provincia de Columbia Británica desde 1960 hasta 2015 y a lo largo de 55 años arrojaron más de 50 millones de galones cada uno, lo que es más agua en incendios que cualquier otra aeronave de lucha contra incendios en la historia en cualquier parte del mundo.

Estos aviones son los campeones mundiales indiscutibles en la entrega de agua para la lucha contra incendios desde el aire y han demostrado sin lugar a dudas el concepto de un ataque inicial al inicio de un incendio forestal.

Coulson Aviation quisiera agradecer y reconocer al BCFS, USFS y CALFIRE por permitirnos, desde 2007, mostrar la capacidad de nuestra empresa para operar de manera segura y efectiva estas aeronaves y servir a los bomberos terrestres y a los ciudadanos bajo la amenaza del fuego.

Ha sido un honor para nuestra familia ser confiados con estas aeronaves y la esperanza que representan para el público en momentos de necesidad, ya que todos hemos sido afectados de alguna manera por la devastación de los incendios forestales.

Inmediatamente comenzaremos a preparar la aeronave para su destino final, el Museo de Aviación de BC en Victoria. Estamos muy agradecidos con las maravillosas personas con las que estamos trabajando en BCAM, quienes han ayudado a que este último viaje del Hawaii Mars sea su misión más importante.

Fuentes: Nota de prensa de Coulson, AirHistory, Air Vectors

Los Douglas World Cruiser y el centenario del primer vuelo alrededor del mundo

Hoy traemos una entrada de un autor invitado, D.Alejandro Irausquin, ingeniero aeronáutico venezolano y aerotrastornado.

Con los exitosos cruces del Atlántico en 1919 por el NC-4 de la Marina de los EE. UU. y Alcock y Brown en un Vickers Vimy, la circunnavegación del mundo en avión fue el siguiente desafío natural. Apenas 20 años después de que los hermanos Wright realizaran el primer vuelo controlado a motor en Kitty Hawk, Carolina del Norte, los hombres intentaban dar la vuelta al mundo en aviones.  Muchos críticos se burlaron de la idea del vuelo mundial diciendo que era imposible y estaba condenado al fracaso. Recordemos que el cruce del Atlántico en solitario por Charles Lindbergh, un evento muchísimo más conocido que todos los anteriores, no ocurrió hasta 1927.

En julio de 1923, el Servicio Aéreo del Ejército de EE. UU. reveló que tenía la intención de intentar un vuelo global el año siguiente.  Se encargaron cinco aviones especialmente construidos a la  Douglas Aircraft Company, 1 prototipo para pruebas y 4 aviones para el vuelo, desarrollados a partir del bombardero Douglas DT-2. Este fue el primer gran proyecto en Douglas para Jack Northrop, quien diseño el sistema de combustible.  Los World Cruisers, como se les llamaba, fueron bautizados como Seattle, Chicago, Boston (I y II) y Nueva Orleans.  

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El único DeHavilland Mosquito español

Me habían preguntado en varias ocasiones por la historia del único Mosquito español, el avión de caza-bombardeo-reconocimiento llamado también la maravilla de madera. Y parecía que era una historia de sobra conocida, y estoy seguro que así es, al menos para los aerotrastornados más profundos. Pero como yo la desconocía, he querido investigarla y traerla aquí.

Sí, como leéis, el aerodinámico aerodino que se muestra sobre estas líneas está hecho de madera. De sobra es conocida la tendencia a utilizar otros materiales cuando los llamados «materiales estratégicos» escasean. Tal fue el caso del Langley Twin, del Spitfire de material compuesto, y del Mosquito.

La construcción era en contrachapado, más similar a las técnicas de construcción actuales en fibra de carbono que a los aviones de madera y tela de los años treinta. Al fin y al cabo, la madera y la fibra de carbono se comportan de una forma muy similar, ambas son una matriz -epoxy en la fibra de carbono, lignina en la madera- que embebe un conjunto de fibras unidireccionales -de carbono o celulosa-, que trabajan muy bien en su dirección axial y fatal en las transversales. Por ello la forma de construcción es la misma, apilando capas con distintas orientaciones de la fibra, alterando capas de 45/-45º donde la carga es a cortadura (revestimiento, alma de costillas o largueros), con capas a 0 donde la carga es axial (como los pies de los largueros, o los larguerillos), y capas a 90º. Incluso se parecía a la construcción moderna en el uso de paneles sándwich, solo que en lugar de utilizar panel de abeja como núcleo de baja densidad utilizaba madera de balsa.

Y de ahí el sobrenombre de maravilla de madera, aunque ni siquiera en los años 40 esta forma de construir era novedosa, puesto que era la utilizada por el Deperdussin en el fuselaje de su Monococque, de 1912.

Maravilla, siempre que volara en Europa, porque el pegamento del contrachapado sufría mucho con el calor y la humedad del teatro del Pacífico.

¿Y cómo llegó este avión a España? El De Havilland Mosquito B.Mk 35, registrado el 22 de junio de 1956 en el registro de aeronaves como EC-AKH era propiedad de Rodolfo Bay Wright, piloto de pruebas de CASA, comandante de Iberia y fundador de la aerolínea Spanish Air Taxis (Spantax).

En septiembre de aquél año participaba en un festival aéreo en Barcelona, pintado en colores blanco y azul. Primer Festival Aéreo Internacional “Virgen de la Mercé” aeropuerto Prat-Muntadas.

Organizado por el Aero Club de Barcelona-Sabadell, constituyó en todos los aspectos un verdadero éxito, tanto por la calurosa asistencia de la noblación—unos 200.000 espectadores_como por la variedad y ligazón del programa que concedió muy pocos momentos a la inactividad.

Lo más interesante del programa correspondía a unidades del Ejército del Aire: una patrulla de aviones T-6, de la Escuela de Salamanca; otra de aviones T-33, de la de Talavera la Real, una tercera de Sabres, del Ala de Caza núm. 1, y una Escuadrilla del primer escuadrón de paracaidistas del Ejército del Aire. Cada unidad, dentro de las características de su material y de su forma particular de actuación, demostró un gran adiestramiento, que causó la general admiración de cuantos presenciaron el espectáculo, poniendo de manifiesto todos sus componentes un decidido empeño en aprovechar al máximo la ocasión que se les brindaba para mostrar el éxito logrado en la utilización del material. Otros números fuertes de la exhibición estuvieron constituídos por el vuelo acrobático del Comandante Aresti, ejecutado con gran finura y con esa impulsión característica en él que llenó de emoción a todos los espectadores, y la rotura de la barrera del sonido—posiblemente la primera vez que se hace públicamente en España—, que llevó a cabo el Comandante Azqueta, con un F-86. Un Grumman y un helicóptero del Servicio de Salvamento lucieron también sus posibilidades, y, finalmente, aunque no en orden cronológico, la acrobacia efectuada por un velero, el lanzamiento en paracaídas desde unos 3.000 metros de altura de la paracaidista francesa Colette Duval, las pasa das efectuadas por un B-47 de las Fuerzas Aéreas norteamericanas y la exhibición de algunos prototipos nacionales, fueron otras tantas atracciones de este espectáculo…

Revista de Aeronáutica nº 191 [pdf], Octubre de 1956
IMGP7812

El Mosquito era una unidad fabricada ya tras el final de la guerra, en Hatfield, en 1946. Anticuados y superados por los nuevos reactores, causaron baja rápidamente, quedando almacenados con muy pocas horas, volando con unidades de entrenamiento, alguna de bombardeo, y unidades meteorológicas.

Éste (s/n TK652), junto con los que estaban almacenados o en servicio, fue objeto en 1948 de una revisión de las uniones pegadas. En 1951 fue reasignado a una unidad de bombardeo, y causó baja de la RAF el 11 de enero de 1955, con tan solo 16h y 10 minutos de vuelo. Tras ser desmilitarizado, fue comprado por 500 libras por Rodolfo.

Acabado en color aluminio, ostentando la matricula provisional EC-WKH, y la bandera española en los planos y deriva, con una autorización especial, se llevó a cabo el vuelo ferry desde Inglaterra a Barajas, adoptando poco después, la matricula permanente EC-AKH. Sin nadie que le diera instrucción en el avión, aprendió «a las bravas» y se dio la suelta a sí mismo. La intención era traer langostas vivas desde Villa Cisneros a Baleares o la península. Cuenta el piloto que, en su primer vuelo, con un crucero a 15000 pies, cuando entregó las langostas al cliente parecía que estuvieran muertas, aunque casi todas revivieron al contacto con un agua más cálida…

Tras unos cuantos vuelos, no muy exitosos, y sufrir daños en Barajas, tras colisionar un camión con él y dañar dos metros de revestimiento, intentó venderlo. Tras un vuelo con Carlos Pombo Somoza, al que le encantó el aparato, le sugirió venderlo en Estados Unidos.

Y así fue. En agosto de 1957, ya adquirido por una empresa estadounidense, y aún con la pintura que lucía en España, sufrió una salida de pista en Kenora, Ontario, sin daños personales, pero que ocasionó el final de la vida del avión.

Fuentes

Un Mosquito Español, de Canario Azaola

Aviation Safety

Puente de Mando

Brit Modeller

Spitfire: el primer avión que sufrió retrasos por la subcontratación masiva

Un día como hoy, cinco de marzo, pero de 1936 volaba por primera vez uno de los aviones que está considerado como de los más elegantes de la historia, el Spitfire. Así que en su 88 aniversario queremos contar una historia poco conocida: fue el primer avión en sufrir un retraso ¡de casi dos años! por los problemas surgidos de la subcontratación masiva y las cadenas de suministro.

Un cliente quejándose de los retrasos en la producción y la entrega del avión. Una compañía fabricante de aviones quejándose de la calidad de las entregas sus subcontratistas y de sus retrasos. Los subcontratistas quejándose de los plazos del fabricante, de la calidad de sus planos, y de los continuos cambios sin sentido pedidos. ¿Os suena familiar? Pues no se trata de una historia de Airbus ni de Boeing.

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Hoy hace 75 años: primera vuelta al mundo sin escalas en avión

El B-50 Lucky Lady II siendo repostado en vuelo por un KB-29

El 2 de marzo de 1949, un día como hoy de hace 75 años, el Boeing B-50 ‘Lucky Lady II’, de la USAF, aterrizaba de regreso en la Base Aérea Carswell, en Fort Worth, Texas, después de más de 94 horas en el aire y de haber logrado el primer vuelo alrededor del mundo sin escalas. Recorrió 37742 kilómetros volando entre 10 y 20mil pies, a una velocidad media de 401 km/h.

Lucky Lady I

El 22 de julio de 1948, tres aeronaves B-29 del 43 Grupo de Bombardeo salieron de la Base Aérea Davis-Monthan, en Arizona, en una misión para circunnavegar el globo en solo catorce días. El Teniente Primero A.M. Neal era el piloto del Lucky Lady, el Teniente Coronel R.W. Kline era el comandante del segundo aparato, el Gas Gobbler. La tercera aeronave se perdería en un accidente sobre el Mar Arábigo. El Lucky Lady y el Gas Gobbler aterrizaron el 6 de agosto de 1948, un día más tarde del objetivo. Las dos aeronaves habían volado más de 20,000 millas en quince días, haciendo 8 escalas, y con un tiempo total de vuelo de 103 horas y 50 minutos.

Lucky Lady II

Menos de un año después, el Lucky Lady II, un B-50A (s/n 46-010) y catorce tripulantes, comandada por el Capitán James Gallagher, completaron el primer vuelo alrededor del mundo sin escalas, de 37742 km, en 94 horas y 1 minuto.

Despegaron de la Base de la Fuerza Aérea de Carswell, Texas, el 26 de febrero y aterrizó en la misma ubicación para completar su vuelo el 2 de marzo de 1949.

El 43 Escuadrón de Reabastecimiento Aéreo proporcionó los cisternas KB-29M para repostar la aeronave cuatro veces mientras estaba en vuelo a través de una técnica desarrollada inicialmente por los británicos: La aeronave cisterna volaba por encima y adelante de la aeronave receptora; la tripulación desplegaba una larga manguera de repostaje, desde su parte trasera, que se conectaba a una pértiga que desplegaba el avión receptor; una vez que la tripulación capturaba la manguera de combustible, la conectaban al colector de repostaje, realizaban el trasvase y liberaban la manguera para que la tripulación del avión cisterna la recuperara.

Por este destacado vuelo, la tripulación del Lucky Lady II recibió numerosos premios y condecoraciones. Entre las principales de estas distinciones se encontraban el premio Mackay Trophy, otorgado anualmente por la National Aeronautic Association al vuelo destacado del año, y el Trofeo Air Age, un premio de la Asociación de la Fuerza Aérea, entregado cada año en reconocimiento a las contribuciones significativas a la comprensión pública de la era del aire.

El éxito de la misión del Lucky Lady II demostró la capacidad de proyectar poder global a través del Mando Aéreo Estratégico de la USAF.

El vuelo más que un récord era una demostración de fuerza

Lo que hizo que el vuelo del Lucky Lady II fuera más que simplemente otro evento de establecimiento de récords fue el cuándo se realizó. El gran vuelo del B-50 demostró que la distancia y las barreras geográficas ya no ofrecían refugio frente al poder aéreo.

Considerando el clima político de finales de la década de 1940, la Segunda Guerra Mundial había terminado, pero la Guerra Fría estaba en sus albores. La URSS había bloqueado Berlín y los aviones aliados estaban en pleno e intenso puente aéreo. Mientras tanto, los soviéticos estaban reconstruyendo sus fuerzas y apretando su control sobre la mayor parte de Europa del Este.

La guerra había demostrado la eficacia del bombardeo estratégico, pero Estados Unidos había desechado gran parte de su arma aérea de guerra y desmovilizado a la mayoría de sus tropas. Aún contaba con un número sustancial de B-29, los aviones que habían bombardeado Japón. Sí, también fueron ellos los que lanzaron las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki. Y se estaban empezando a recibir los primeros B-50, un B-29 mejorado.

En ese momento, además, Washington aún mantenía un monopolio de las bombas nucleares. Aún faltaban unos años para que los misiles balísticos intercontinentales con ojiva nuclear estuvieran listos, y se dependía de los bombarderos para transportar estas armas. Y, aunque el B-36 estaba en desarrollo, gran parte del mundo seguía estando más allá del alcance (sin reabastecimiento en vuelo) de cualquier aeronave basada en USA.

Nadie comprendía la importancia de la imagen mejor que el General de la Fuerza Aérea Curtis E. LeMay. Había asumido el mando del SAC (Strategic Air Command) en octubre de 1948 y había comenzado a reorganizarlo y reconstruirlo. Desde el principio, se dio cuenta de la importancia de mostrar las capacidades de SAC, tanto para disuadir la agresión soviética como para ganar el apoyo de un público estadounidense cansado de la guerra y reacio a realizar gasto militar en tiempos de paz.

Por eso, decidieron los líderes, que se necesitaba una demostración de fuerza para convencer a los soviéticos de que no era invulnerable a los bombarderos estadounidenses. Tales demostraciones también ayudarían a la Fuerza Aérea en casa. Con menos de dos años de existencia, el nuevo servicio aún luchaba por el reconocimiento público y aún competía con la US Navy por una parte de la misión estratégica.

Años después, habría una fuerza de bombardeos nucleares volando las 24h. Pero eso es otra historia.

Fuentes