Prácticamente todos los países claman tener un pionero anterior a los hermanos Wright. En España, sin ir más lejos, tenemos dos, el burgalés Diego Marin de Aguilera y el Abbás Ibn Firnás, de la Córdoba andalusí.
Y los neozelandeses, no iban a ser menos. Ellos tienen a Richard Pearse, que vivió de 1877 a 1953.
Realizó una serie de inventos, principalmente maquinaria agrícola. Su primera invención patentada fue una bicicleta, en 1902. También en ese año construiría su primer motor bicilíndrico de gasolina, que utilizaría posteriormente en su aerodino, un monoplano de ala alta y bajo alargamiento, hecho bambú, tubo de acero y lona, que incluso podría recordar a algunos ultraligeros de los años 80.
Los testimonios son confusos. Por supuesto, no hay ningún testimonio gráfico que atestigue su vuelo, como ocurre con tantos otros pioneros pre hermanos Wright, ya sabéis, esa timidez que parecen mostrar los inventos que no funcionan bien ante las cámaras.
De hecho se cuenta que Pearse realizó varios saltos entre 1902 y 1904. El salto más largo habría sido el 31 de marzo de 1903, unos meses antes que el de los Wright en la playa de Kittyhawk, y que habría acabado abruptamente tras estrellarse contra un muro de 15 pies (4.6 metros) de alto. Este vuelo habría sido de una duración, longitud y altura de vuelo similar al de los Wright, pero sin control efectivo de la aeronave.
Testimonios de testigos presenciales más tarde datan el 31 de marzo de 1903 (o quizás el 31 de marzo de 1902) como el primer intento de vuelo, al menos nueve meses antes de que volaran los Hermanos Wright.
Su primer avión fue patentado en 1906.
Y como siempre que se habla de pioneros como Pearse alguien discute si los estadounidenses en general, y los Wright en particular, robaron el mérito del primer vuelo controlado de forma efectiva de una aeronave motorizada más pesada del aire a otros, vamos a aclarar que no es el caso de Pearse, y que él mismo aclara en dos cartas publicadas en 1915 y 1928 que no logró un vuelo controlado. En una entrevista en un periódico en 1909, declaró: «No ensayé nada práctico con el diseño hasta 1904».
Lo cierto es que, aunque en principio la aeronave tenga «buenta pinta», es improbable que volara. En las imágenes se puede observar que el centro de gravedad se encuentra debajo del plano, aproximadamente en una posición en la que la aeronave sería estable. Muestra un gran estabilizador vertical sobre el plano horizontal y una cola. Y en este caso, la expresión de plano horizontal es más adecuada que nunca, no una mala traducción del inglés, puesto que no se observa curvatura alguna. Tal vez con un perfil alar adecuado hubiera tenido más éxito. Otros elementos, novedosos para la época, a destacar son su tren triciclo y el uso de ruedas, pues por motivo de peso solían descartarse en los aviones de la época y se recurría a esquíes y catapultas para su lanzamiento.
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