Christie, del tanque con alas a avión con fuselaje desmontable y coche volador

Pasar de esto

 Christine Flying Tank

 a esto

 Avion desmontable de Christie

 era lógico y sencillo

 

 

 

 

Ayer os hablábamos de varios tanques volantes, uno de ellos el del señor Christie. Dudamos si este segundo desarrollo dejarlo en aquella entrada o en una nueva, pero teniendo en cuenta que ya teníamos una entrada sobre aviones con cabinas desmontables, hemos pensado que sería mejor dedicarle una entrada entera a parte.

 

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THOR, el primer Airbus impreso en 3D se presentará en ILA 2016

 

 Thor

 

 

 En 2012 nos hacíamos eco de una noticia acerca de la intención de Airbus y Boeing de imprimir sus aviones. Las ventajas son claras: menos material desperdiciado durante la fabricación y menos uniones mecánicas (esto trae menos peso y por tanto menos consumo). Y nos preguntábamos cuándo volaría el 1er avión de Airbus o Boeing impreso en 3D. Hoy, gracias a esta noticia en francés que nos ha puesto sobre la pista hemos descubierto el THOR, un avión con motores eléctricos que será presentado en ILA 2016 (Berlín 1-4 de junio), según la citada noticia en francés.

 

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Los científicos victorianos que ascendieron en globo a 37000 ft

  • Fue uno de los vuelos más temerarios de la historia, y solo un golpe de suerte a 37,000 pies lo que evitó que siguieran ascendiendo hasta morir en el límite de la atmósfera.

 

Coxwel liberando gas

Las palomas muertas deberían haber sido un aviso para James Glaisher. El 5 de Septiembre de 1862, el científico realizaba uno de sus primeros vuelos en globo – y junto con la brújula, termómetros y botellas de brandy, decidió llevarse también 6 pájaros.

 

 

“Uno lo solté a una altura de 3,” escribió más tarde. “Cuando extendió las alas descendió como un pedazo de papel; el segundo, a 4 millas, voló con fuerza alrededor una y otra vez, aparentemente realizando un descenso en cada vuelta; un tercero se liberó entre las 4 y 5 millas, y cayó a plomo como una piedra.”

 

Apenas había anotado estas observaciones que él mismo comenzó a sentir el “Mal de altura”. Su brazo había estado descansando en la mesa, pero no respondía cuando intent levantarlo. Alarmado, intent llamar a su aeronauta, Henry Coxwell, pero las palabras se congelaron en su boca y su cabeza se inclinaba irremisiblemente hacia un lado.

 

Glaisher se dio cuenta que el fin se acercaba. “En un instante me invadieron las tinieblas… Creí que no sentiría nada más según llegaba la muerte a menos que descendiéramos a toda velocidad.”

 

Sorprendentemente, Coxwell y Glaisher sobrevivieron gracias a una racha de suerte en el último minuto – o hubieran sido arrastrados a la muerte en los límites de la atmósfera. Su situación es una de las mayors temeridades de la historia de la aviación –y quizás incluso un atisbo futuro de los viajes espaciales.

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