Irán tiene experiencia en mantener aeronaves con pocos recursos, como el caso de sus F-14 Tomcat, o de desarrollar cazas basados en los viejos F-5 que aún tenían en servicio. También ha presentado aviones de caza de «última generación» que han causado sonrisas en occidente, pero han servido como truco publicitario de puertas adentro.
Ahora inauguran la fábrica de su entrenador militar Yasin, que recuerda al AIDC AT-3 Tzu Chung. El prototipo se conoció en 2017 como Kowsar, y voló en 2019.
La ceremonia de corte de cinta ha sido realizada por el ministro de Defensa de Irán, general de brigada Mohammad Reza Ashtiani. Según el ministro, el avión de entrenamiento es capaz de llevar a cabo misiones de entrenamiento así como de soporte aéreo cercano.
La nueva versión de este avión que se conoció en 2017 ahora está equipada con un asiento eyectabl, aviónica, motor y tren de aterrizaje de desarrollo propios.
La producción parece que será modesta, pues la prensa iraní avisa que en los próximos dos años, se producirán tres aviones.