La idea de los UAV siempre ha sido que sean baratos. Debían ser aeronaves que realizaran tareas peligrosas, aburridas o sucias (riesgos NBQ, por ejemplo). Pero también deberían ser baratos, más que sus equivalentes tripulados. Tanto que algunos, por ejemplo, se han convertido en drones kamikaze, munición que vuela en labores de reconocimiento y se estrella contra objetivos de oportunidad. Y claro está, antes o después tenían que llegar los drones de suministro desechables (no como aquél Burrito Bomber de hace unos años).
El concepto ICARUS de la DARPA es precisamente eso. Y ha sido asignado a Otherlabs, que ha presentado su planeador de cartón guiado por GPS.