Fotos: Airbus Getafe 100 Fest

Este fin de semana ha sido en la factoría de Getafe el evento Airbus 100 Fest, para celebrar los cien años de la creación de CASA.

El evento contó con varios escenarios con música, charlas, vídeos corporativos, visitas a varias naves de montaje… exhibición estática y en vuelo de aeronaves de la Fundación Infante de Orleans y de la propia Airbus. El gran ausente fue el autogiro C.4, que vimos volar en Ocaña, y se echó de menos un poco más de historia de la propia CASA.

Además la asociación de las Sillas voladoras, cuyo lema podría ser piernas para qué os necesito si puedo volar, estuvo presente con uno de sus veleros, dando a conocer su actividad.

En general fue un evento de diez, con aparcamiento, entradas y salidas muy bien planificadas, y con una pequeña exhibición aérea, que pecó de ser lenta y falta de dinamismo (nos quedamos con ganas de un estático del Harrier o una trepada a la vertical con post-quemador del Eurofighter, por ejemplo, o una megafonía que se escuchara no sólo delante del escenario), pero aún así, dejó fotos más que interesantes, que son por las que habéis venido al blog (de unas 230 han quedado unas 70 tras la limpieza post festival).

Y ya sabéis, si os gusta, ¡seguidnos!



























































































































































El flap «mágico» del F-104

El F-104 es conocido por sus alas de pequeña envergadura. Se ha dicho de él en muchas ocasiones que parece un misil con alas. Es conocido como el fabricante de viudas por la cantidad de accidentes mortales que hubo. Y muchos nos hemos preguntado alguna vez cómo era posible que un avión con un ala tan pequeño fuera controlable a «baja» velocidad y no entrara en pérdida. Y no es, ni más ni menos, que gracias a sus dispositivos hipersustentadores.

¿Recordáis cuando explicamos cómo vuela un avión, cómo entra en pérdida y cómo funcionan los flaps y los slats? El avión vuela gracias a la circulación que aparece entorno al perfil alar, y los flaps y los slats porque modifican la curvatura del ala y/o su superficie alar, y funcionan mejor si se soplan, facilitando que la capa límite no se separe y que la circulación aumente, como en el turbowing o como en el Shin Maywa US2. Y a esto mismo recurre el F-104, con flaps de borde de ataque y flaps soplados de borde de salida.

El avión tenía un sistema de sangrado del motor con el que alimentaba el soplado de los flaps. ¡He aquí la magia de los flaps del 104!

Fuentes

[Vídeos] Hoy hace 95 años: un autogiro cruzaba el Canal de la Mancha

El cruce del Canal de la Mancha ha sido uno de los hitos a batir en aviación por los pioneros desde que lo cruzara Louis Blériot. Él fue el primero en atravesarlo con su modelo XI, después llegaría el primer cruce en planeador, el primer cruce en helicóptero, en avión eléctrico, en coche que vuela… y, como no, el primer cruce de una aeronave de ala rotatoria que fue, como no, un autogiro de Juan de la Cierva.

En concreto el Autogiro C-8 L Mk.II registrado como G-EBYY, entre París y Londres. Un periodista francés, apellidado Bouché, fue su pasajero y testigo del vuelo. Y, como ya se había popularizado el cine, tenemos la suerte de tener películas de la época. ¡Aquí las dejamos!

[Vídeo] Pitcairn AC-35, un autogiro que podía circular por carretera, pre IIGM

Desarrollado para un concurso del Departamento de Comercio con el objetivo de crear un «Modelo T» aéreo, el innovador Autogiro AC-35 de dos plazas podía despegar y aterrizar en 52 metros (173 pies). Después de plegar las palas del rotor, el piloto podía cambiar la transmisión de potencia del rotor a la rueda trasera, lo que permitía velocidades de hasta 40 km/h (25 mph) en la calle. El AC-35 tuvo inicialmente problemas de estabilidad, pero gracias se logró un avión seguro y relativamente fácil de pilotar.

El prototipo del AC-35 voló pòr primera vez en 1936 y estuvo en pruebas, obteniendo un buen rendimiento, pero su precio de 12.500 dólares era varias veces el ingreso promedio de una familia en 1936, y no cumplía con el objetivo de ser una aeronave asequible para los habitantes de los suburbios. La Autogiro Company of America de Harold Pitcairn solo construyó un AC-35, pero continuó trabajando en una versión mejorada. El inicio de la Segunda Guerra Mundial y el surgimiento del helicóptero práctico marcaron el fin de las esperanzas de Pitcairn de producir en cantidad este tipo de aeronaves.

Fuentes: Smithsonian, Wikipedia