[Vídeos] Pescar un planeador en tierra como quien pesca un cartel para remolcarlo

Preparación de la línea de remolque

Seguro que conocéis el empleo de planeadores en la Segunda Guerra Mundial, por ejemplo cuando los alemanes tomaron el fuerte belga Eben Emael, o cuando los aliados desembarcaron en Normandía.

C-47 a punto de comenzar el remolque de un plaenador

Pero no es tan común ver su despegue. Sobre todo si este despegue es por un método poco convencional: en lugar de tender la línea de remolque entre aviones y despegar ambos a la vez desde la pista, el planeador espera en tierra, con la línea de remolque conectada a una línea auxiliar que está sujeta entre dos postes, y a la que se acerca el avión remolcador, que «pesca» la línea de remolque. Algo parecido a cómo se «cazan» los carteles para ser remolcados.

Planeador siendo remolcado

Este sistema de recogida desde aviones de objetos que se encuentran en el suelo no era desconocido en Estados Unidos. Se había utilizado desde los años 20 para recoger correo, por ejemplo. La US Navy lo usaba desde 1927, con viejos De Havilland DH4, excedentes de la Primera Guerra Mundial. Del DH4 colgaba una «caña de pescar» con un gancho, y la valija a transportar se colgaba entre dos mástiles en tierra.

En 1939 Richard C. duPont, descendiente del fundador de duPont, y Dr. Lytle S. Adams, descendiente del inventor del sistema que usaba la Navy, se asociaron para perfeccionarlo. Para 1935 el sistema estaba perfeccionado e idearon utilizarlo para el correo aéreo, ganando tiempo al no tener que aterrizar para recogerlo. En 1939 operaban dos rutas, desde Philadelphia a Pittsburg y de Pittsburg a West Virginia, que servían con su empresa All American Aviation (AAA).

Vídeo en color

Los planeadores pueden despegar de espacios reducidos, pero los aviones remolcadores, más pesados, pueden necesitar más pista. Este sitema podía permitir el lanzamiento o la recuperación de planeadores desde pistas cortas y espacios confinados. Por eso el USAAF fijó su atención en el sistema de la AAA en 1941.

USAAF y AAA comenzaron a cooperar y realizar ensayos, los cuales comenzaron con una Stinson SR-10C recogiendo un planeador Midwest. Tras el éxito del ensayo, se comenzó a trabajar con aeronaves más pesadas.

En 1942 se logró recuperar del suelo con éxito un planeador Schweizer TG-3A, ¡y una Piper J-3 Cub a la que habían quitado la hélice!

Los ensayos habían progresado adecuadamente, por tanto el tamaño de los planeadores y los remolcadores crecieron, pasando a los WACO CG-3 y B-23 Dragon, respectivamente. Los ensayos comenzaron en diciembre de 1942.

El contrato inicial de la USAAF con la AAA evolucinó del desarrollo del sistema para planeadores de entrenamiento a planeadores de 8000 a 16000 libras (3600 a 7200 kg).

Al tener que trabajar con mucho más peso, tuvieron que perfeccionar aún más el sistema de brazo del remolcador-torno-cable-sistema de amortiguador. Se realizaron 2500 recogidas con este sistema, que contaba básicamente de:

  • Sistema de absorción de energía: el torno con sistema de frenado, para manejar el cable de remolque.
  • Unidad de enganche: un brazo de acero soldado, unido a las vigas ventrales del avión, que proporcionaba la resistencia a torsión. Un brazo de madera de 20 pies (unos 6 metros), que se desplegaba y se retraía hidráulicamente. Por dentro del brazo había un canal que guiaba un cable de 3/8 de pulgada (9.5mm). El brazo se mantenía retraido durante el despegue, el aterrizaje o los vuelos «en vacío», y se desplegaba a 45º para realizar el remolque.
  • Sistema de guiado del cable, formado por el ya mencionado canal y algunas poleas.
  • El sistema de tierra, formado por los dos postes y las correas que permitían la recogida del cable de remolque.
  • El cable de remolque estaba formado por dos partes, una de las cuales estaba fabricada con nylon. Este cable de 15/16 de pulgada era muy elástico, podía deformarse hasta un 25% de su longitud, y permitía amortiguar el tirón que sufría el planeador, y que no fuera tan brusco. Esto permitía que la aceleración sufrida por los ocupantes del planeador fuera de tan solo 0.7Gs.

Torno con freno más cabestrante, cable elástico para absorber energía, una viga de madera para que sea flexible… ¡Estamos describiendo una caña de pescar gigante!

El planeador contaba con una tripulación de cuatro personas: piloto, copiloto, radio operador y operador del torno.

En 1943, cuando todos los ensayos estaban siendo positivos, murió du Pont en un accidente de planeador experimental Bowlus-Criz MC-1 XCG-16.

El sistema finalmente vio acción operativa, siendo utilizado sobre todo en el teatro de operaciones de China-Birmania-India (o CBI). La primera recuperación se hizo en Burma, en 1943.

En 1944 entre 700 y 800 heridos fueron evacuados mediante este método del valle de Kabal, en Birmania, sin la pérdida de ningún planeador ni remolcador.

En junio de 1944 se intentaro recuperar por este método algunos de los planeadores que habían participado en el desembarco de Normandía, iniciado el 6 de junio. Por desgracia, sólo 13 de los 517 WACO CG-4A fueron recuperados.

El 22 de marzo de 1945 estos planeadores se vieron involucrados en una operación de evacuación médica. Veinticinco heridos, estadounidenses y alemanes, y una enfermera fueron evacuados del puente de Remagen.

El 13 de mayo de 1945 participaron en otra evacuación, en en Nueva Guinea. Un C-47 se había accidentado en Hidden Valley. Un grupo de paracaidistas saltó para preparar la zona para que aterrizara un planeador CG-4A para recuperar a los supervivientes.

El sistema no quedó olvidado tras la guerra, y podemos encontrar uno similar en la historia del Hércules: el sistema de recuperación de Fulton.

Fuentes

Ekranoplanos e hidroaviones eléctricos para Hawai y Noruega

Hidrocanoa de EI Fly en un fiordo noruego, visión artística
Ekranoplano con sistema de hydrofoil de Regent, visión artística

En prácticamente todo el mundo se está trabajando por un futuro de la aviación más verde. En el largo radio lo más factible es que triunfen el hidrógeno o los biocombustibles, ahora llamados SAF (Sustainable Aviation Fuel). También se habla mucho de lo eléctrico, pero salvo para casos de vuelos cortosentre islas, vuelos cortos en trayectos imposibles por carretera, o aviación ligera-, es altamente improbable que la aviación eléctrica triunfe, y hemos sido bastante críticos con ello.

Este último caso de los vuelos cortos ha sido por el que han apostado los de Harbour Air, con sus Beaver con motor eléctrico. Y la apuesta de Hawaiian Airlines en Hawai y de Elfly en Noruega.

Seaglider, el ekranoplano hawaiano

Seaglider, un vehículo de efecto suelo, wing in ground vehicle o ekranoplano

La aerolínea hawaiana firmó el día 11 de mayo un acuerdo con Regent, la empresa que está desarrollando el ekranoplano eléctrico. El modelo se llamaría Monarch y debería volar en 2028, con una capacidad de 100 personas.

Regent está trabajando actualmente en un modelo más pequeño, de 12 plazas y unos 300km de alcance, que debería volar en 2023 y entrar en servicio en 2025.

Ekranoplano de Regent, visión artística

Los ekranoplanos son algo así como un cruce entre avión y barco. Vuelan a ras de la superficie, sin salir del efecto suelo, lo que reduce mucho su resistencia aerodinámica y por tanto el consumo, haciendo que sean menos exigentes los requisitos de almacenamiento de energía al necesitar menos para cubrir el mismo espacio. Y, como habíamos adelantado al comienzo, serían una apuesta de Hawaiian Airlines para cubrir pequeñas distancias entre islas, utilizando puertos convencionales en lugar de aeródromos.

Además de volar en efecto suelo, el vehículo de Regent podría navegar como barco y deslizarse como hydrofoil.

Los problemas que presentan los ekranoplanos son los mismos que los relegaron originalmente al mar Caspio: con mala mar no vuelan. Aunque, posiblemente, en una mar que no pueda volar un ekranoplano tampoco pueda aterrizar un hidroavión.

El hidroavión eléctrico para noruega

https://youtu.be/ZPjjg4_UDlA
Hidrocanoa para los noruegos

Noruega tiene muchos fiordos, y muchas conexiones que son cortas de realizar por aire o mar, pero muy largas por carretera. Unas condiciones muy similares a las de Canadá con sus lagos o Hawai con sus islas. Por eso no sorprende que su planteamiento sea similar al de Harbour Air o Hawaiian Airlines, aunque la apuesta noruega sería una hidrocanoa bimotora eléctrica en lugar de reconvertir los venerables Beaver o apostar por algo tan novedoso como un ekranoplano: realizar enlaces de corta duración entre puntos geográficamente cercanos, pero sin comunicación por tierra, y utilizar los puertos convencionales y ya existentes en lugar de crear una red de aeródromos en un país en el que, dada su orografía, es difícil su desarrollo.

Hidrocanoa sobre población noruega, visión artística

La hidrocanoa sería para 9 pasajeros y contaría con dos motores de 825kW, lo que le permitirían volar a una velocidad máxima de 300km/h. Además de su casco hidrodinámico y los flotadores de punta de plano, contaría con un tren de aterrizaje convencional para poder aterrizar en pistas en tierra firme.

Se espera que el primer vuelo sea en tres años, y que en 2030 existan en servicio entre 15 y 20 aparatos, gracias a la inversión de 16 millones de euros que ha realizado la Agencia noruega para la investigación. Por el momento, su casco se está ya ensayando en un canal de experiencias hidrodinámicas.

Nuestros comentarios

Sin números para poder juzgar su viabilidad económica y sin ser grandes apasionados de la movilidad aérea eléctrica, parece que al menos desde el punto de vista técnico sí sería viable, por el tipo de enlaces a realizar. Siempre hemos defendido que la aviación eléctrica no tenía sentido más que en caso de enlaces muy cortos, vuelos entre islas o similares, y tal vez la aviación recreativa. Falta por ver cómo solucionan el problema de la recarga.

Fuentes

[Video] Hércules practicando con el sistema modular apagafuegos

C-130 Hércules con sistema MAFFS instalado

En Estados Unidos el U.S. Forest Service subcontrata con empresas privadas el servicio de apagafuegos. Empresas que, por cierto, tienen una variedad espectacular de aeronaves, que han incluido el Martin Mars o el AH-1 Cobra.

En algunos momentos estas empresas se ven desbordadas, tanto por el tamaño de los incendios como por la cantidad de los mismos. Y por ello la Guardia Nacional puede equipar a sus C-130 Hércules con el sistema modular aerotransportado para lucha anti incendios (Modular Airborne Firefighting System – MAFFS).

Hay un total de 8 MAFFS que se pueden instalar en los Hércules de:

El sistema puede descargar los 3000 galones (11350 litros) en cinco segundos, cubriendo un área de 2km de largo por 305 de ancho o repartir su contenido de agua con retardante en varias descargas. El tiempo de recarga, que debe ser obligatoriamente en tierra, es de menos de 12 minutos.

Para asegurarse que todas las tripulaciones están listas, se realizan unas prácticas una vez al año justo antes de que comience la temporada de incendios. Y este es el vídeo de las de este año.

Sorprende, para los menos acostumbrados a los medios apagafuegos del otro lado del charco, la presencia de un aparato guía que abre camino al apagafuegos y marca la zona de descarga.

La instalación se realiza por la compuerta trasera, como carga paletizada

Instalación y pruebas del MAFFS

¡Y utilizan gafas de realidad virtual junto con un simulador para los entrenamientos!

Fuentes: Fire Aviation y Forest Service

Antoinette Monobloc: demasiado moderno (y pesado) para 1911

Vista de un Monobloc

Antoinette era una empresa que a comienzos de siglo fabricaba aviones y motores, aunque su recorrido fue más bien corto, para 1913 ya figuraba en el Jane’s All the World’s Aircraft como empresa desaparecida.

El ingeniero León Levavasseur constructor de motores marinos convenció en 1902 a su ya socio Jules Gastambide para fundar una empresa de motores de aviones, y la llamaron Antoinette, nombre de la hija de Gastambide.

Comenzaron con un motor de 8 cilindros dispuestos en V ¡y ya con inyección! de 50CV. Y tras un cierto éxito (vendieron 50 motores de avión entre 1906 y 1907, cantidad nada desdeñable si consideramos la producción aeronáutica de la época), decidieron producir sus propios aviones. El éxito estuvo posiblemente propiciado porque fue uno de sus V8 de 50CV el que propulsaba el 14-bis de Alberto Santos Dumont en su vuelo de 1906 en el campo de Bagatelle, París. Diseñarían también un simulador de vuelo para formar a los pilotos que compraran sus aviones.

Los exitosos vuelos de Hubert Latham, quien estableció con aviones Antoinette en poco tiempo numerosos récords de duración, altitud, distancia… atrajeron las miradas de todos sobre estos aviones, de los que llegarían a recibir 20 pedidos. También del ejército francés.

Finalmente el ejército optó por los aviones de Robert Esnault-Pelterie, con unos mandos más convencionales, y mejor relación potencia/peso. Y Antoinette, que no logró tener una cantidad de pedidos suficiente, terminó quebrando.

El Monobloc nació para el gran concurso militar de aviones de Reims de 1911 [pdf]. Inscribieron dos aeronaves, un Antoinette VII y el Monobloc o Antoinette Militar.

Estaba basado en el Antoinette IV, tenía muchas innovaciones tecnológicas y era muy avanzado para su tiempo. Se presentaba como aeroplano militar acorazado de tres plazas.

En una época donde los biplanos eran los reyes, los monoplanos llegaron a prohibirse por ¡peligrosos!, Antoinette apostaba por los monoplanos.

Además era totalmente carenado, no había nada de la estructura al aire, ni cables de mando o tirantes a la vista.

El ala era de tipo cantilever o en voladizo, y era sujetada por cuatro largueros metálicos: el principal, fijo, uno en el borde de ataque y dos en el de salida. Estos tres últimos estaban articulados en el encastre, según su eje longitudinal, permitiendo cambiar la curvatura del ala y, por tanto, lograr así el control de alabeo sin necesidad de alerones.

El tren estaba totalmente carenado. Además era de tipo carretón, con una rueda fija y otra montada en la parte delantera del carretón, al final de un patín articulado. Esto le permitía repartir mejor el peso del avión sobre terrenos blandos y pistas no asfaltadas, como era costumbre en la época, además de dotarle de seguridad ante eventuales capotajes.

En el encastre el ala tenía un espesor de 70cm, ¡y una cuerda de 4m! La envergadura total era de 18.9m y la superficie unos 56m². A pesar del gran tamaño del ala, la carga alar de la aeronave era de 25kg/m², ¡en una época en la que lo normal eran 15kg/m² como máximo!

Según las fuentes consultadas encontramos que el avión montó distintos motores Antoinette, un V8 de 50cv, un V8 de 60cv y, finalmente, un V16 de 120cv. Posiblemente todas las fuentes estén en lo correcto, y cada una de ellas corresponda a una motorización distinta en diferentes fases de desarrollo del avión, buscando hacerlo viable.

Todas las innovaciones incorporadas a la vez lo hacían demasiado pesado: unos 850kg (con los V8) / 900kg (con el V16) en vacío y más de 1000 a plena carga, ¡con tan solo 16kg de combustible! Demasiado pesado, incluso para el motor de 100cv. En el concurso participó con el motor de 60cv.

Iba instalado en el morro, en un compartimento totalmente cerrado, algo también muy innovador en la época, con el radiador instalado sobre el capó del motor.

Aunque en algunas fuentes encontramos una velocidad de crucero de 80km/h, nos creemos más el dato de la que juzgamos más fiable, en la que explican que el avión no fue presentado finalmente al concurso oficial al no ser capaz de despegar, y limitarse a dar algunos saltos nada más.

Fuentes:

Análisis y opinión: Tecnologías disruptivas y futuro

De los distintos papers/hojas de ruta/notas de prensa que leo sobre «inventos» del futuro (transporte/motores/baterías/comunicaciones/etc) siempre me fascina el punto llamado «Aparición de tecnologías disruptivas».

La publicación mostrará muchos renders, infografías, números prometedores y neo-vocabulario: todo será verde, circular, sostenible, inclusivo y lo que os ocurra. Mostrará toda la tecnología actual que lo hace viable.

Habrá un punto por el que pase de puntillas: ese pequeño detalle técnico sin el que el invento no es viable, pero lo fía a que la aparición futura de una tecnología disruptiva lo hará viable.

Lo que me escama es are esos inventos verán la luz en cinco o diez años. Con lo que esa tecnología disruptiva TIENE que estar ya en laboratorio o, al menos, en investigación. No puede ser algo que aparezca en el noveno año y haga todo viables de golpe, porque…

…¡Esos diez años son los típicos que son necesarios para investigar + ensayar en laboratorio + encontrar cómo industrializar y además certificar para uso seguro y público!

Así que si depende de tecnología disruptiva pero ni la menciona, malo, es humo seguro.

¿Y lo que más me escama de todo? Que en prensa rara vez se hace este análisis del producto, se limitan a reproducir la nota de prensa o publirreportaje.