Los aviones antiincendios se han venido a clasificar en tres tamaños, siendo lo habitual los monomotores de hasta 3 o 5 mil litros, como los agrícolas reconvertidos; los medios como el Canadair; y por último los conocidos como Very Large Tanker. En este grupo destacan algunos aviones de aerolínea, los Hércules con el sistema MAFFS, y el Il-76P.

Tras los incendios devastadores de 1970 en California, donde se destruyeron más de 500 casas y 300.000 hectáreas de bosques, el gobierno estadounidense decidió involucrar a la Fuerza Aérea. Se contrató a la empresa FMC Corporation para desarrollar un sistema desmontable contra incendios para el C-130, conocido como MAFFS. Este permitía cubrir una franja de 250×60 m con una concentración central de 3,2 litros/m². El Departamento Forestal de EE.UU. adquirió ocho equipos, distribuidos en bases de la Guardia Nacional Aérea y de la Reserva Aérea.
Y en Rusia se desarrolló en los 80 un sistema paletizado (también llamado en ocasiones ro-ro por roll on-roll off) de características similares al MAFFS llamado VAP, para ser instalado en el Il-76, lo que le permite cargar 32000 litros de agua sin realizar ningún tipo de modificación estructural al avión, lanzando el agua por la rampa trasera de carga, como en el caso del A400M o el MAFFS I.
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