[Coches que vuelan] El AirCar, de Klein Vision, a punto para su producción en serie

Štefan Klein es un ingeniero y piloto eslovaco, cuyas creaciones hemos venido siguiendo en el blog desde hace tiempo, tanto con sus modelos Aeromobil, con su anterior empresa, como el más reciente AirCar. Fue el padre de los Aeromobil, desde el 1.0 al 4.0, y en Sandglass le conocimos cuando volaron el Aeromobil 2.0 y 2.5. Y ahora, según Klein, su coche volador está listo para empezar la producción en serie a finales del próximo año, tanto en China como en Eslovaquia.

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Otro coche que POR FIN vuela: Samson Sky Switchblade

Hace 14 años Samson Sky dio a conocer este coche-volador triciclo. El año pasado la FAA lo declaró apto para volar. Y hoy, por fin, ha despegado sus ruedas del suelo.

El vehículo pasa de configuración terrestre a configuración aérea con tan solo tocar un botón. Y está certificado, en USA, como vehículo legal de calle, y como aeronave. Y, por tanto y como ya sabéis, tiene que cumplir ambas normativas, lo que significa que para despegar tiene que hacerlo desde un aeródromo, ¡así que nada de escapar de un atasco desde una vía de servicio poco transitada! El que sea triciclo se debe a que en muchos lugares puede certificarse como motocicleta, lo que simplifica su certificación como vehículo terrestre.

Después de 14 años de diseño y pruebas rigurosas, nuestro primer vuelo es un gran hito. Esto nos coloca en el camino hacia la producción de miles de Switchblades para satisfacer a los grandes y entusiastas demanda que estamos recibiendo.»

Sam Bousfield, director ejecutivo de Samson Sky y diseñador de Switchblade

Samson afirma que tiene ya 2700 reservas para este vehículo, cuyo precio parte de los 170k$.

Como vehículo terrestre alcanza los 200km/h, mientras que en el aire llega a los 320. Está propulsado por un motor híbrido, de gasolina, y está impulsado por una hélice entubada, que reduce los posibles daños de la misma o a terceros durante la duración del segmento terrestre de la misión. Tiene un alcance de unos 800km, y necesita unos 300m para despegar y aterrizar.

¿Veremos el vehículo en algún aeródromo español de manos de algún caprichoso piloto? Sería interesante romper la monotonía de las casi ubicuas P-92, aunque como decimos siempre, posiblemente por ese precio pueda adquirir un avión y un coche con muchas mejores características que las de esta aeronave que puede rodar por carretera.

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Fuente: Samson Sky

Lo último en coches que vuelan y movilidad aérea urbana, de XPENG AEROHT

En noviembre de 2022 presentábamos este coche volador chino de XPENG AEROHT. Básicamente parecia un coche común con un drone gigante acoplado en el techo. Posiblemente lo más destacado es que mostraban cómo era controlable aun en caso de fallo de uno de los rotores de uno de los brazos.

Durante el Xpeng Tech Day 2023 han presentado tres conceptos distintos.

El portaaviones terrestre

Es un cruce de SUV con el camión de Tesla y un 6×6, con 4-5 plazas, con capacidad de llevar un cuadricóptero biplaza. Según la descripción de la nota de prensa, el módulo aéreo biplaza permite el vuelo a baja cota, mientras que el módulo terrestre permite el transporte del anterior, además de los desplazamientos por tierra.

El módulo aéreo es una cápsula con cuatro brazos retráctiles y 4 rotores, en lugar de los ocho del coche volador anterior. Sin embargo aseguran que cumple los requisitos de ser controlable en caso de fallo de uno de los rotores.

También es, segun la nota de prensa,un producto en fase de diseño. Vamos, que la presentación, de momento, es tan solo de un concepto modelado en 3D.

Más allá del uso privado, tendría aplicaciones en servicios públicos, como polocía, bomberos o ejército.

Coche volador eléctrico, con capacidad de despegue y aterrizaje vertical

También presentó un nuevo coche volador, evolución del anterior. Con apariencia de coche deportivo y los brazos retráctiles de un octocóptero con rotores coaxiales contrarrotatorios. Interesante que todo el sistema de rotores quede retraído dentro del vehículo, evitando daños a terceros por las cuchillas de las hélices, o que éstas queden dañadas e inutilizadas por un evento fortuito pero común, como una china que salta, o un mal aparcamiento. Como su predecesor, en caso de fallo de un rotor podría seguir volando, gracias a un algoritmo de seguridad que permite que el coche-volador sea controlable a pesar de haber perdido uno de sus rotores. Dice la nota de prensa que, debido al desarrollo actual de las distintas normativas, el coche volador podría comercializarse y alcanzar la calle antes que los aerotaxis eVTOL, aunque suponga certificarlo en dos categorías de vehículo distintas -coche y helicóptero-, y con requisitos a menudo contradictorios. Por eso habrá que ver cómo evoluciona pues, normalmente, este tipo de vehículos entra en el rango de caprichos muy caros, siendo un coche con prestaciones mediocres, una aeronave con el mismo tipo de prestaciones, y con precios que permitirían comprar más de un coche y más de una aeronave mucho más capaces.

Y si todo falla, paracaídas de recuperación balística.

Una de las pegas que siempre hemos encontrado a este tipo de aeronaves de «movilidad aérea avanzada», o «movilidad aérea urbana», es la de la seguridad ante el fallo. Pocas han demostrado no sólo que tengan potencia como para poder seguir volando en caso de fallo de un motor, sino que sean controlables en caso de que se produzca ese fallo. Y eso fue lo que nos sorprendió la última vez que hablamos del coche volador de XPENG AEROHT, que su sistema de control tuviera un algoritmo de seguridad ante el fallo que permitiera una toma segura en caso de que se produjera este evento. Ahora, además, han presentado un sistema adicional de seguridad, basado en la recuperación de la aeronave con un sistema de paracaídas balísticos, tan en boga entre las aeronaves ligeras en los últimos tiempos.

Fuente: Nota de Prensa

Y como alguno nos va a preguntar nuestra opinión sobre estos cacharros… recordar que ya hemos escrito largo y tendido, por ejemplo en:

[Vídeo] Pitcairn AC-35, un autogiro que podía circular por carretera, pre IIGM

Desarrollado para un concurso del Departamento de Comercio con el objetivo de crear un «Modelo T» aéreo, el innovador Autogiro AC-35 de dos plazas podía despegar y aterrizar en 52 metros (173 pies). Después de plegar las palas del rotor, el piloto podía cambiar la transmisión de potencia del rotor a la rueda trasera, lo que permitía velocidades de hasta 40 km/h (25 mph) en la calle. El AC-35 tuvo inicialmente problemas de estabilidad, pero gracias se logró un avión seguro y relativamente fácil de pilotar.

El prototipo del AC-35 voló pòr primera vez en 1936 y estuvo en pruebas, obteniendo un buen rendimiento, pero su precio de 12.500 dólares era varias veces el ingreso promedio de una familia en 1936, y no cumplía con el objetivo de ser una aeronave asequible para los habitantes de los suburbios. La Autogiro Company of America de Harold Pitcairn solo construyó un AC-35, pero continuó trabajando en una versión mejorada. El inicio de la Segunda Guerra Mundial y el surgimiento del helicóptero práctico marcaron el fin de las esperanzas de Pitcairn de producir en cantidad este tipo de aeronaves.

Fuentes: Smithsonian, Wikipedia

[Vídeo] Avión-automóvil Tampier, de 1921 (Coches que Vuelan)

Gracias a Thanos Massias hemos dado con este avión-automóvil, de hace más de 100 años. Como bien dijo su creador, René Tampier, la aproximación de diseño es, como casi siempre todo sea dicho de paso, hacer un avión que puede roar por carretera, más que un coche que vuela.

Y la aproximación es muy similar a la del más actual Plane Driven, ala plegable para no ocupar mucho espacio en tierra, y un tren motor adicional que se monta bajo la cola.

El avión-automóvil de Tampier como avión, el diseño es convencional para la época, incluso en el diseño de las alas plegables, y con un motor Hispano Suiza V8 de 300HP. Y como automóvil, tan sólo tiene un tren auxiliar que se monta bajo la cola, con un motor de cuatro cilindros y apenas diez caballos. En vuelo este motor iba retraído y carenado dentro del fuselaje, en una posición adelantada, para mantener el centro de gravedad dentro de límites. Y, para ahorrar peso, utilizaba para refrigerarse el mismo radiador que el motor del avión.

El pequeño motor que le permitía circular por tierra contaba con un embrague que le permitía cambiar de marchas, también marcha atrás, y con otro embrague que le permitía actuar como motor de arranque del Hispano Suiza.

El tren-motor terrestre estaba dotado, además, de un juego de frenos.

Lo más peculiar, como automóvil, es que se conduce «hacia atrás», o con la cola por delante. De este modo el piloto mira hacia el Hispano Suiza mientras vuela, y el conductor lo hace hacia la cola. Los del conductor iban entre la del pasajero y la del piloto, lo que hacía posible que el pasajero los alcanzara en caso de necesidad, dice la prensa de la época.

En tierra se podía mover entre los 10 y los 20km/h con facilidad en la primera marcha, y hasta 30 en la segunda. En el aire alcanzaba los 170km/h de velocidad máxima.

Como aeronave, era una aeronave normal, pero con sobre-peso. Aunque éste, en un avión más grande, posiblemente no fuera tanto, o incluso disminuyera, al eliminar las baterías y los generadores.

Lo curioso, leyendo la prensa de la época, es que no se plantea como un «coche que vuela», sino como un demostrador tecnológico para aviones más grandes, a los que las alas plegables les aportaría ventajas de hangaraje y el pequeño motor de automóvil les aporta ventajas de movimiento en tierra, para entrar y salir del hangar, o para desplazarse a las instalaciones de mantenimiento, evitando el uso de camiones. Incluso como ventaja adicional se menciona que, al poder funcionar durante el vuelo, el pequeño motor haría de generador eléctrico, haciendo innecesario el peso de las baterías y de generadores auxiliares tipo RAT, además de hacer al avión autónomo durante el arranque. Aunque también proponían como ventaja el poder seguir por tierra el viaje en caso de niebla o de incrustarlo en compañías de caballería o artillería…

Desde este punto de vista, convierte al diseñador en todo un pionero, que se adelantó a los diseños actuales de pequeños motores instalados en el tren de aterrizaje, lo que permite rodar sin necesidad de utilizar los grandes turbofanes, e incluso se adelantó al uso de las APU.

Avión-automóvil en el aeródromo de Buc, al sur de París, 1921
  • Envergadura: 13.50m
  • Ancho con las alas plegadas: 2.50m
  • Largo: 8.50m
  • Largo, como coche: 8.45m
  • Alto: 2.80m

Fuentes: Les Ailes, Les Ailes [-2-], Corpus Tampos, Gallica [-1-], Gallica [-2-], Gallica [-3-]