Boom Supersonic anunció el viernes que voló por primera vez su demostrador supersónico XB-1. Operando desde el Mojave Air & Space Port, la aeronave alcanzó una altitud de 7120 (2170m)pies y una velocidad de 238 nudos (440km/h).
El XB-1 es el prototipoa escala, el demostrador tecnológico, del que pretenden que sea el sustituto del Concorde, el Boom Supersonic Overture, avión de pasajeros supersónico de 64 a 80 asientos capaz de alcanzar velocidades de Mach 1.7. La planificación de Boom prevé su roll out para 2026 y su primer vuelo en 2027
Boom Supersonic comenzó la carrera por volver a tener un avión de pasajeros supersónico casi a la vez que la desaparecida Aerion. Uno de los principales problemas que ha tenido, tanto de viabilidad como de credibilidad, ha sido la falta de motores. De hecho Rolls Royce trabajó con Boom para definir un posible motor, concluyendo que «Tras una cuidadosa consideración, Rolls-Royce ha determinado que el mercado de la aviación comercial supersónica no es actualmente una prioridad para nosotros y, por lo tanto, no continuaremos trabajando en el programa en este momento. Ha sido un placer trabajar con el equipo de Boom y les deseamos todo el éxito en el futuro».
Es por ello que el XB-1 ha volado con tres viejos J-85. Pero para el Overture Boom se ha lanzado a desarrollar desde cero un motor totalmente nuevo. Boom anunció a finales de 2022 que había formado un equipo de diseño de motores, junto con una empresa de fabricación aditiva y otra especialista en mantenimiento de motores de turbina, para desarrollar un motor de fabricación propia llamado Symphony, cuatro de los cuales propulsarían el Overture.
La compañía dijo que aprovechará 50 años de avances en aerodinámica, materiales y propulsión desde el desarrollo del Concorde para abordar los desafíos de costos que el famoso avión de transporte supersónico nunca pudo superar.
Algunas de las características de alta tecnología del XB-1 incluyen un sistema de visión de realidad aumentada, lo que hace que no sea necesario un morro basculante, como en el Concorde o el Tu-144.
El primer vuelo se realizó, como suele ser habitual, con el tren abajo. Y no se llegó a superar la barrera del sonido. A partir de ahora toca ampliar poco a poco la envolvente de vuelo de forma segura.
En un momento en el que todas las compañías han apostado por aeronaves más lentas, pero de mucho menos consumo, que las actuales, parece difícil creer que una aeronave supersónica tuviera cabida, salvo tal vez entre los reactores de negocios. Por otro lado, de momento sigue teniendo las mismas restricciones que tuvo el Concorde: no puede volar más que rutas transoceánicas. Será interesante conocer el resultado de los estudios del prototipo supersónico silencioso de la NASA sobre la aceptación de la población de los nuevos y más silenciosos estampidos sónicos.