Todos los años realizan sus planes de instrucción para mantener las aptitudes de lanzamientos en todos los ámbitos; nocturno, acuático etc…De esta manera, están siempre preparados.
Sólo los ángeles tienen alas (Only angels have wings) es una película de 1939. Narra la historia de varios pilotos y una compañía aérea ruinosa que se dedica a transportar mercancías sobre Los Andes.
En plena época dorada de la aviación, con todo un mundo por desarrollar, los pilotos se juegan el pellejo volando a altitudes que rozan el techo operativo de sus aeronaves.
Y es en este entorno en el que se produce esta escena, grabada con un Fairchild 100 tomando en la cima plana de una altisuperficie, y grabada desde otro avión. Si es de un gran realismo es porque no se utilizan maquetas, como solía ser habitual en la época, sino que un piloto vuela y aterriza realmente el avión, realizando una pasada previa primero, haciendo toma final después.
La escena, por la belleza de las imágenes, por las dificultades técnicas de rodarla en aquella época y con los medios disponibles entonces, y por el resultado, no tiene desperdicio.
Vía J. Oñate, que me ha dado a conocer la película y la escena.
Si os gustó la primera parte en la que pudimos ver incluso un Wildcat convertido en avión ejecutivo para 4 pasajeros… esta segunda os va a encantar.
B-58 Hustler
La conversión del B-58Hustler en avión de pasajeros debía haberse producido en tres fases.
Primero se habrían operado varios B-58 normales entre distintos aeropuertos, para identificar los problemas a ser solventados y establecer una operativa adecuada para este tipo de aeronaves.
La segunda fase consistía en recurrir al viejo truco del contenedor con pasajeros colgado bajo el fuselaje, convirtiendo su contenedor de bombas nucleares en un habitáculo para pasajeros.
Ya en una tercera fase se desarrollaría una versión agrandada del Hustler como avión supersónico de aerolínea, capaz de volar a Mach 2.4
Ninguno de los aviones pasó del tablero de dibujo. De haber salido, su nombre previsto era Convair Model 58-9 SST.
Hawker Hunter
El Hawker Hunter fue uno de los aviones de combate subsónicos británicos más exitosos. Se produjeron muchas variantes diferentes y se diseñaron aún más. Una de estas variantes era la de transporte ejecutivo. Su nombre, después de haberlo civilizado, hubiera sido Hawker P.1128 Huntsman. Se preveía utilizar las mismas alas y el mismo empenaje que en el Hunter, pero con un nuevo fuselaje rediseñado para cinco o seis pasajeros. Tampoco pasaría de la fase de diseño.
F-104
La conversión del F104 hubiera sido aún más peculiar. Los que conocéis el F-104 sabéis que admite pocas concesiones en cuanto habitabilidad, mucho menos ampliar la cantidad de gente a transportar. La conversión pasaba por alargar y ensanchar el fuselaje delantero para dar cabida a cuatro pasajeros tras el piloto y convertir el avión en cuatrimotor, con dos motores sobre el fuselaje. Por cierto, los primeros bocetos del Aerion recordaban mucho al 104.
F-106
Si el F-102 fue convertido en hidroavión de caza supersónico, el F-106 se quiso convertir en avión ejecutivo para cuatro pasajeros situados tras el piloto, dos mirando hacia adelante y otros dos mirando a contra marcha. No, tampoco vería la luz este avión…
Tupolev 22
El Tupolev 344 se basaba en el Tupolev 22, bombardero supersónico de ala variable. Tenía que haber transportado de 8 a 12 pasajeros… pero no, no voló.
AVRO Vulcan
El AVROVulcan es uno de los bombarderos de la serie V, un elegante y gigantesco ala delta, todo un símbolo del poderío de la RAF, y conocido, entre otras cosas, por volar hasta las Malvinas y regresar a Reino Unido en una sola misión. Y se planteó como avión de pasajeros. El Avro Atlantic de 1952 habría llevado alrededor de 100 pasajeros sobre el Atlántico a Mach 0,9 (una pizca más rápido que los aviones modernos). El avión perdió ante una oferta rival de Vickers, el V-1000, basado en el Valiant, otro bombardero de la serie V. Las alas delta para aviones de pasajeros subsónicos no triunfarían. Aunque el V-1000, tampoco.
MiG-25
De todos los cazas existentes, tal vez sea el MiG-25 el más espectacular de todos, por su tamaño, por su potencia, por su velocidad, y por su consumo. Nacido para contrarrestar las nuevas amenazas, como hubiera sido el XB-70, también pudo haber sido convertido a avión de pasajeros, bajo el nombre de Ye-155, con la misma filosofía que el F-104, alargando el fuselaje delantero.
Su capacidad era de cinco o seis pasajeros, o 1000kg de carga, y hubiera sido un poco más lento que el MiG-25. Aún así, hubiera sido el avión de pasajeros más rápido del mundo.
Learjet
Y tras tanto fracaso y avión que no ha salido del tablero de dibujo, vamos a cerrar el artículo con un gran éxito: el Learjet 23 y padre de toda la saga de aviones Learjet.
El Learjet 23 fue desarrollado por Bill Lear a partir de un fallido avión militar suizo, el FFA P-16, un avión de ataque a tierra.
Y ya sabéis, si os ha gustado la entrada, ¡seguidnos!
Festival aéreo de Aerospace Valley, octubre 2022, en la base aérea de Edwards. Un B-1 realiza una rutina consistente en un ataque simulado, y la termina con… ¡un tonel!
No es el primer bombardero que tenemos haciendo acrobacia, pues hay que recordar la técnica del toss-bombing, para lanzar bombas atómicas haciendo un rizo.
Y todos sabemos que un avión, por pesado que sea, cuando tiene tanta potencia y vuela sin carga, puede hacer maravillas…
Y, aún así, no dejarán de sorprendernos los aviones realizando estas maniobras.
El hidro-anfibio japonés cuatrimotor Shin Maywa impresiona por su tamaño, o por su altura sobre el suelo cuando está en tierra.
Y sabemos, o hemos leído, que es una aeronave STOL, esto es, de despegue y aterrizaje cortos.
Pues bien, una cosa es leerlo y otra es comprobarlo. Y si el avión impresiona por su tamaño, más impresiona comprobar que una aeronave del tamaño de un B737 se comporta en despegue y aterrizaje como una Fieseler Fi 156 Storch.
¿Cómo lo hace? Pues soplando la capa límite del extradós del ala. ¿Recordáis cómo funcionaba el Turbo Wing?
Pues básicamente, funciona igual. La posición de la hélice ya hace que el aire que sopla la misma aguas abajo energice la capa límite. Pero, además, delante de los flaps hay orificios que permiten la salida de aire que es inyectado por un compresor, soplando de este modo el aire sobre los flaps, y forzando la circulación del aire sobre el perfil. Esto, igual que ocurría en el Turbo Wing, hace que las características de despegue y tomas cortas de estos gigantes sean tan espectaculares como deja ver el vídeo de arriba.