Un misil r/c para derribar zeppeliness en la IGM: RAF Aerial Target

 

Aerial Targete 3 vistas

 

 

Los Zeppelines alemanes eran los superbombarderos de la Primera Guerra Mundial. Grandes, erizados de ametralladoras de popa a proa y, al comienzo de la guerra, tan rápidos como los primeros scouts, eran dificilísimos de derribar. Al tener casi la misma velocidad que los scouts (cazas), la velocidad relativa de aproximación de los mismos era MUY lenta, haciéndoles auténticos patos sentados, blancos perfectos para los artilleros del dirigible alemán. Además el gas que los hacía flotar en el aire iba en varias bolsas independientes dentro de la cubierta aerodinámica, así que perforar una de ellas no garantizaba su derribo, solo que perdiera gas lentamente. Como el gas utilizado para llenarlos era hidrógeno, altamente inflabable, se probó de todo para derribarlos, desde el uso de balas incendiarias en las ametralladoras hasta el  uso de bombas para bombardearlos. Y también se diseñó lo que, creo, es el primer misil aire/aire dirigido por radio, el R.A.F. Aerial Target AT (Nota: no confundir RAF=Royal Aircraft Factory con RAF=Royal Air Force)

 

El Aerial Target, diseñado como arma anti-zeppelines y como bomba volante, fue concebido por el Capt Archibald M Low de los Royal Flying Corps (RFC, precursor de la RAF). Diseñó el sistema de guiado por radio, e intentó construir una aeronave en la que integrarlo con diversas piezas de repuesto de otros aviones. Tras varios fracasos decidió recurrir a la R.A.F..

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Kettering Bug, el segundo proto UAV (o proto misil) del US Army

 

Kettering Bug

 

Sí, nuestros fieles seguidores saben que presentamos este pájaro allá por 2008, pero entonces nos limitamos a escribir una brevísima reseña sobre él y dar unos cuantos enlaces de interés. Pero después de dedicar una entrada extensa al torpedo aéreo de Sperry, éste tambien se merecía algo más de dedicación por nuestra parte.

 

El desarrollo del Bicho de Kettering, llamado formalmente Torpedo aéreo de Kettering, comenzó en abril de 1917 y fue funcional en 1918, en Dayton, Ohio, después de que el el U.S. Army encargara al ingeniero Charles F. Kettering el diseño de una bomba volante que tuviera un alcance de 40 millas (65km). Kettering puso a su equipo, que incluía a Orville Wright, a trabajar.

 

El resultado fue un avión de fabricación barata (400$ en total), con un fuselaje hecho de madera y revestido con papel maché y alas de cartón de 12 pies (3.65m) de envergadura, 530 libras de peso, de las cuales 180 correspondían a la carga explisiva y sin tren de aterrizaje (despegaba desde un carrito que corría sobre unos raíles, como el Wright Flyer). Montaba un motor Ford de 40HP que se comercializaba a un precio de 50$ Parecía un torpedo naval con alas. 

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El primer vuelo de un avión no tripulado, una bomba volante de la Primera Guerra Mundial

 

Bomba volante de Curtiss/Sperry

 

 

La bomba volante de Curtiss/Sperry fue el primero de dos intentos estadounidenses durante la IGM para desarrollar lo que hoy sería llamado un misil de crucero. La otra sería la bomba volante de Dayton Wright Liberty Eagle, más conocida como Kettering Bug. Y ambos son precursores de la V-1.

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Un autogiro de la Cierva embarcado en el Dédalo

autogiro de la Cierva en el Dedalo

En el ámbito militar ver más y más lejos que tu enemigo es muy importante. Y con la aparición de distintos artilugios aéreos dejaba claro a las marinas de distintos países que sus barcos, sin estos avances, valían menos que los del enemigo. Así se desarrollaron globos cautivos que se lanzaban desde la cubierta de los barcos, con el problema que el hidrógeno representaba, se probaron cometas, hidroaviones depositados con un gancho en el mar, aviones lanzados desde catapultas, autogiros remolcados por submarinos… hasta que finalmente la aviación embarcada llegó con fuerza y para quedarse, tanto con aeronaves de ala fija como de ala rotatoria.

La ventaja de las aeronaves de ala rotatoria es que requieren muy poca pista para aterrizar y despegar. Los helicópteros pueden hacerlo verticalmente. Los autogiros requieren de una pequeñísima carrera de aterrizaje, el despegue puede hacerse vertical si se engrana el rotor con el motor. Ahora mismo los helicópteros son una herramienta imprescindible de altamar, y operan en las condiciones más duras tanto en operaciones de salvamento como de ataque, búsqueda de submarinos…

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El P-51 Mustang Naval

Aumentar el alcance de los aviones fue una preocupación constante en todos los ejércitos durante la IIGM. Más aún en el Teatro de Operaciones del Pacífico. El bombardeo de Tokio el 18 de abril del 42 por Doolittle fue una demostración de fuerza, más útil para elevar la moral que por ser una acción estratégica. De hecho el precio pagado fue alto: se perdieron los 16 aviones y de los 80 pilotos y tripulantes 11 fueron o capturados o muertos. Japón no se volvió a bombardear hasta la segunda mitad de 1944, con la introducción del B-29, operado desde bases en China o las Marianas. Sin embargo, en sus incursiones iban sin escolta, no había un caza en el Pacífico capaz de escoltarlo.

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