¿Utilizar un caza de última generación, en la época, para llevar cerveza de contrabando desde Reino Unido a Francia?¿Tirar un retrete como una bomba? Estas anécdotas y algunas más te las cuento en este podcast, especial para vacaciones, cortito, y con un poco de humor, para no haceros perder el tiempo en vacaciones y que os centréis más en la playa que en el móvil.
pd: Si la intro y la despedida os son familiares, que no os sorprenda. En un ejercicio de nostalgia podcasteril he hablado con Javier Lago para pedirle permiso y utlizar la introducción que hizo para el que, si no recuerdo mal, fue el primer podcast español sobre aviación: Remove Before Flight RBF podcast
Aunque el vídeo nos ha llamado la atención por la exhibición de Michel Détroyat, volando a ras de suelo, hasta llegar a tocarlo con una sola rueda y casi una de las puntas de plano, con un vuelo alocado, similar al del «piloto borracho», este vídeo es una joya en sí mismo en todos los segundos de su metraje.
Es una exhibición aérea en Villacoublay, un aeródromo en las cercanías de París. En la exhibición podemos ver un par auténticas reliquias ya para la época de la grabación, como el biplano Farman de antes de la Primera Guerra Mundial, o el Bleriot como el primero que cruzó el Canal de la Mancha.
En 1915 no había aviones doblemando. Había que aprender en aviones monoplaza. Y se idearon toda suerte de proto-simuladores de vuelo. Este tipo de simuladores eran “aviones” hechos para no volar. Tenían poca potencia y alas tan cortas que no permitían el vuelo, salvo –si ha caso- pequeños saltos dentro del efecto suelo.
En México este tipo de simulador era llamado “aviones de carreras por tierra”,”taxis” o, simplemente, “aviones de escuela”.
Como sus primos franceses, contaban con todas las características con las que contaban los aviones a los que los pilotos se iban a enfrentar después: volcaban con facilidad, eran inestables y carecían de frenos. Y es que la idea de este particular invento del demonio era acostumbrar a los pilotos a lo que se iban a encontrar después… pero sin miedo a que se fueran al aire, o a perder un avión complejo, caro, y costoso de reparar o conseguir repuestos. A las particulares carreras por tierra, “sin frenos y a lo loco”, las llamaban los pilotos “la repartición de tierras”.
Martin Pusher «Sonora»
Hemos encontrado que se utilizaron dos tipos de guajolotas. Una, diseñada como tal, a partir de los restos de un biplano Martin Pusher, bautizado como Sonora, y participante en el primer combate aeronaval mexicano, con motor Ford y un diseño que recuerda al de los Demoiselle.
Y el otro el llamado Biplano TNCA serie A, un proyecto mexicano para tener un avión de fabricación propia, que consistió en convertir un monoplano Morane-Moisant en biplano, utilizado parece ser en las «reparticiones de tierras», al menos según se ve en la caricatura publicada porMexicana Aviation History.
Después de las fotos y la historia que os contamos ayer del primer vuelo, llega el momento de verlo en acción, con un vídeo resumen de toda la jornada. Ya sabéis que la historia del primer vuelo la contamos ayer.
El Archivo Nacional de Seguridad ha publicado un vídeo recientemente desclasificado.
El vídeo, de entrenamiento, era para formar a las tripulaciones que volaban las misiones de disuasión nucleares.
La película desclasificada de la USAF muestra a la tripulación de un bombardero B-52 de EE. UU. alcanzando su punto de «Control Positivo» (punto de seguridad ante el fallo) en el camino hacia su objetivo en la Unión Soviética. Pero en lugar de dar la vuelta como de costumbre, reciben una orden de proceder a su objetivo asignado.
Habiendo recibido y autentificado un mensaje de «Go Code» del Comando Aéreo Estratégico (SAC) de EE.UU., el piloto anuncia: «Vamos a entrar», volando el avión a baja altura sobre montañas, lagos, campos y bosques para evitar las defensas aéreas soviéticas.
La dramática banda sonora aumenta a medida que el bombardero se acerca a su objetivo, libera su carga nuclear y luego se aleja para crear una «distancia de separación» entre él y los efectos de la explosión resultante. Sin daños por la explosión térmica y la onda de choque, la tripulación regresa a casa, pero no sin antes volar a través de la nube contaminada de otra bomba lanzada 30 minutos antes por un B-52 diferente.
Si bien esta dramatización de un ataque nuclear de EE.UU. recuerda al clásico de Stanley Kubrick de 1964, Dr. Strangelove, en realidad es la secuencia culminante de una película de formación del SAC de 1960 recientemente desclasificada por la Administración Nacional de Archivos y Registros de EE.UU. (NARA). Titulado Efectos nucleares durante las misiones de entrega de SAC, el propósito de la película es familiarizar a los pilotos y miembros de la tripulación del SAC con los efectos devastadores de las detonaciones de armas nucleares y los planes detallados que el SAC había desarrollado para ayudar a las tripulaciones a evadir los peligros de navegar a través de un campo de batalla nublear.
El narrador asegura a los alumnos que el comando estratégico había tenido en cuenta los efectos de las explosiones nucleares sobre las tripulaciones aéreas estadounidenses y había preparado un plan viable para escapar del área del objetivo. Se informa a los miembros de la tripulación que pueden volver de manera segura a casa si siguen estrictamente su plan de vuelo.