Además de poder volar dentro del efecto suelo, como los ekranoplanos, puede navegar como barco o hacer uso de su hidrofoil.
El 21 de septiembre han hecho público un vídeo de su demostrador tecnológico, o prototipo a escala de su seaglider, grabado durante unos ensayos en los que demostró que podía navegar y ser controlable sobre su hidrofoil y además realizó su primer vuelo dentro del efecto suelo, el 15 de agosto de 2022.
DARPA ha lanzado un nuevo avión X, un hidroavión de transporte táctico y estratégico. El hidroavión debería permitir un transporte rápido y flexible de cargas pesadas y de gran tamaño. Según la nota de prensa se define como altitud de crucero «altitudes medias» y sería capaz de operar en mares con «aguas turbulentas». Aunque también podría volar aprovechando el efecto suelo, a una altura inferior a la longitud de la envergadura, como un ekranoplano. Y, además, debe concebirse como aeronave de bajo coste para romper con la tradición de los programas de adquisición de aeronaves.
El transporte marítimo hoy dia es fiable y barato, pero vulnerable y lento, además de estar logísticamente atado a unos cuantos puertos. El transporte aéreo es rápido, pero las aeronaves de gran tamaño están limitadas a algunos pocos aeropuertos, no necesariamente bien conectados con los centros de carga marítimos. Esta aeronave nacería para intentar tener lo mejor de cada mundo, y básicamente volver a la idea del transporte en los años 30: hidroaviones que pueden aterrizar virtualmente en cualquier lugar del mundo y no estar restringidos por las longitudes de las pistas.
El proyecto recuerda en su concepción al vehículo de efecto suelo (wing in ground vehicle) o ekranoplano de Boeing, que también podía volar como aeronave convencional si se aligeraba su carga, el Pelican.
Esta primera fase del programa Liberty Lifter definirá la autonomía, la carga útil y otros parámetros de este hidroavión. Las innovaciones previstas por este nuevo programa de DARPA mostrarán un avión X que ofrece a los combatientes nuevas capacidades durante las operaciones marítimas prolongadas.
Operaciones marítimas ampliadas: Se hará hincapié en el funcionamiento en estados de mar turbulentos mediante la creación de capacidades STOL para reducir la carga de impacto de las olas durante el despegue/aterrizaje y nuevas soluciones de diseño para absorber las fuerzas de las olas. Además, el proyecto abordará los riesgos de colisión del vehículo durante el funcionamiento a alta velocidad en entornos congestionados. Por último, el objetivo es que el vehículo funcione en el mar durante semanas, sin actividades de mantenimiento en tierra.
Fácil industrialización a gran escala y bajo coste: La construcción dará prioridad a los diseños sencillos y baratos de fabricar frente a los conceptos complejos y de bajo peso. Los materiales deben ser más asequibles que los de la fabricación tradicional de aviones y estar disponibles para ser comprados en grandes cantidades.
Controles complejos de vuelo y en el mar: Se desarrollarán sensores y esquemas de control avanzados para evitar las grandes olas y gestionar las interacciones aerodinámicas e hidrodinámicas durante el despegue y el aterrizaje.
Si alguna parte del texto suena muy comercial o abusa de tecnologías innovadoras, complejas y nuevos diseños, es porque lo hemos sacado todo de la nota de prensa. ¿Veremos volar al menos el demostrador tecnológico de este nuevo Avión-X? ¿Veremos algún proyecto en acero inoxidable?
Este último caso de los vuelos cortos ha sido por el que han apostado los de Harbour Air, con sus Beaver con motor eléctrico. Y la apuesta de Hawaiian Airlines en Hawai y de Elfly en Noruega.
Seaglider, el ekranoplano hawaiano
La aerolínea hawaiana firmó el día 11 de mayo un acuerdo con Regent, la empresa que está desarrollando el ekranoplano eléctrico. El modelo se llamaría Monarch y debería volar en 2028, con una capacidad de 100 personas.
Regent está trabajando actualmente en un modelo más pequeño, de 12 plazas y unos 300km de alcance, que debería volar en 2023 y entrar en servicio en 2025.
Los ekranoplanos son algo así como un cruce entre avión y barco. Vuelan a ras de la superficie, sin salir del efecto suelo, lo que reduce mucho su resistencia aerodinámica y por tanto el consumo, haciendo que sean menos exigentes los requisitos de almacenamiento de energía al necesitar menos para cubrir el mismo espacio. Y, como habíamos adelantado al comienzo, serían una apuesta de HawaiianAirlines para cubrir pequeñas distancias entre islas, utilizando puertos convencionales en lugar de aeródromos.
Además de volar en efecto suelo, el vehículo de Regent podría navegar como barco y deslizarse como hydrofoil.
Los problemas que presentan los ekranoplanos son los mismos que los relegaron originalmente al mar Caspio: con mala mar no vuelan. Aunque, posiblemente, en una mar que no pueda volar un ekranoplano tampoco pueda aterrizar un hidroavión.
El hidroavión eléctrico para noruega
Noruega tiene muchos fiordos, y muchas conexiones que son cortas de realizar por aire o mar, pero muy largas por carretera. Unas condiciones muy similares a las de Canadá con sus lagos o Hawai con sus islas. Por eso no sorprende que su planteamiento sea similar al de Harbour Air o Hawaiian Airlines, aunque la apuesta noruega sería una hidrocanoa bimotora eléctrica en lugar de reconvertir los venerables Beaver o apostar por algo tan novedoso como un ekranoplano: realizar enlaces de corta duración entre puntos geográficamente cercanos, pero sin comunicación por tierra, y utilizar los puertos convencionales y ya existentes en lugar de crear una red de aeródromos en un país en el que, dada su orografía, es difícil su desarrollo.
La hidrocanoa sería para 9 pasajeros y contaría con dos motores de 825kW, lo que le permitirían volar a una velocidad máxima de 300km/h. Además de su casco hidrodinámico y los flotadores de punta de plano, contaría con un tren de aterrizaje convencional para poder aterrizar en pistas en tierra firme.
Se espera que el primer vuelo sea en tres años, y que en 2030 existan en servicio entre 15 y 20 aparatos, gracias a la inversión de 16 millones de euros que ha realizado la Agencia noruega para la investigación. Por el momento, su casco se está ya ensayando en un canal de experiencias hidrodinámicas.
Nuestros comentarios
Sin números para poder juzgar su viabilidad económica y sin ser grandes apasionados de la movilidad aérea eléctrica, parece que al menos desde el punto de vista técnico sí sería viable, por el tipo de enlaces a realizar. Siempre hemos defendido que la aviación eléctrica no tenía sentido más que en caso de enlaces muy cortos, vuelos entre islas o similares, y tal vez la aviación recreativa. Falta por ver cómo solucionan el problema de la recarga.