Mitad Spitfires, mitad mariposas. Esculturas en Praga para honrar a los pilotos checos de la Segunda Guerra Mundial

¿Recordáis la película Un Mundo Azul Oscuro? Contaba la historia de unos pilotos checos, de cómo huyen de su país cuando se rinde a la Alemania nazi y de cómo se integran en la fuerza aérea británica. Y como, a su vuelta a su país, son tratados como traidores a la patria y encerrados. Y este mes de mayo, han inaugurado unas peculiares estatuas para rendir homenaje a estos pilotos.

Las esculturas, que están dotadas de movimiento en su hélice y en las alas, juegan con el avión más conocido de la Batalla de Inglaterra y con el efecto mariposa, ese que dice que un aleteo de una mariposa en una punta del mundo puede causar un desastre en la contraria.

Los escuadrones que recibieron a los pilotos checoslovacos huídos tras la caída de su país fueron los 310th, 311th, 312th, 313th y 68th squadrons.

La obra de arte, encargadas por Amadeus Real Estate, rinden homenaje a esos pilotos de caza. Se instalaron el pasado mayo en uno de sus edificios en el centro de Praga.

Las mariposas simbolizan la paz, y el Spitfire es un arma, un símbolo de guerra. Hay una delgada línea entre la paz y la guerra, y los actuales acontecimientos mundiales refuerzan aún más este atractivo

Martin Klán, miembro del consejo de administración de Amadeus

Hablando de la ubicación de la obra de arte, David Černý dijo: «También me inspiró el mes de mayo como símbolo del final de la II Guerra Mundial y el comienzo de la primavera». Comentó que la calle Národní, donde se levanta Máj, fue una parte importante del final del comunismo; en la zona tuvieron lugar varias manifestaciones a finales de los 80 y principios de los 90.

Refiriéndose a su arte y su simbolismo, Černý comentó la importancia del llamado efecto mariposa: que pequeños movimientos (como el batir de unas alas) pueden desencadenar una cadena de acontecimientos que provoque un «huracán en el lado opuesto del planeta». Černý afirma que su obra de arte, en forma de avión-animal, es una mezcla de surrealismo, dadaísmo y otros movimientos artísticos.

Las esculturas tienen casi el tamaño de un spitfire real, con una envergadura de unos ocho metros.

La obra de arte se complementa con un mosaico compuesto por 359 pequeñas siluetas de aviones de combate creadas con adoquines: 359 es el número de pilotos checoslovacos que lucharon para la RAF. Junto al mosaico hay un código QR con información sobre las fuerzas aéreas de combate checoslovacas en la Segunda Guerra Mundial.

Miles de checoslovacos salieron al extranjero inmediatamente después de la ocupación en marzo de 1939 para luchar contra el nazismo, por la democracia y la restauración de un Estado independiente. Entre los primeros en distinguirse estaban los pilotos de caza, primero en las batallas sobre Francia y luego en las filas de la RAF junto a sus camaradas británicos y otros aliados en la famosa Batalla aérea de Gran Bretaña. Varios de estos valientes fueron «recompensados» en forma de encarcelamiento y tortura en prisiones comunistas después de la guerra. Recibieron plena rehabilitación y satisfacción sólo después de la caída del segundo régimen totalitario contra el que lucharon». 359 siluetas de aviones en el pavimento simbolizan a los pilotos de caza checoslovacos que lucharon en las filas de la RAF. Un pequeño avión de combate con un piloto hábil puede encender el fuego de una batalla que acabe barriendo incluso a un gran agresor. El efecto mariposa es la teoría de que el aleteo de las alas de un insecto puede desencadenar una cadena de acontecimientos que provoque un huracán en el lado opuesto del planeta.

David Černý para el Prague Morning
David Černý’s

Aunque el artista indica que sólo 359 pilotos se unieron a la RAF, otras fuentes indican entorno a los 2500, así que posiblemente se refiera a los que vieron servicio durante ciertos años, o tal vez cuenta sólo a los pilotos que volaron con los escuadrones exclusivamente checoslovacos (por ejmplo Josef František era checho pero volaba con el 303Sqn polaco), o el número de 2500 hace referencia al número total de checoslovacos y en la escultura sólo se cuenta a los checos, o simplemente sólo cuenta a los pilotos de caza y no a los de transporte o bombardero… y no menciona para nada a las mujeres que sirvieron con las WAAF. Lo cierto es que 2507 hombres y mujeres de la antigua checoslovaquia siervieron en la RAF, tanto en volando como dando soporte en tierra, y sus nombres figuran todos en esta estatua del León alado.

¡Gracias a 101_Alv por darme a conocer el monumento!

Mujeres checoslovacas en la Fuerza Aérea Auxiliar Femenina (WAAF)

Pavla Šamšulová, de origen alemán, en uniforme de las WAAF

Y, sabiendo que las mujeres checoslovacas se unieron a las WAAF, no podríamos cerrar esta entrada sin hablar de ellas.

A finales de la década de 1930, la Oficina de Guerra británica comenzó a poner en práctica planes elaborados con anterioridad para reforzar las defensas británicas debido al temor que suscitaba el inicio de otro conflicto militar. Uno de estos puntos fue restablecer la Fuerza Aérea Auxiliar Femenina (WAAF). Los destacamentos se activaron el 28 de junio de 1939 y pronto se incorporaron a la Fuerza Aérea Británica. Tras dos años de exitoso funcionamiento, las autoridades británicas concedieron a las integrantes de la WAAF el estatus de miembros de las fuerzas armadas y les otorgaron el mismo rango que a los hombres. Durante la guerra, sirvieron en Europa, el Mediterráneo, África o Extremo Oriente y su número llegó a alcanzar las 180.000 a mitad de la contienda.

Las voluntarias desempeñaron diversas profesiones en la RAF: trabajaron en oficinas, cocinas, talleres, almacenes y hospitales. Trabajaron como conductores de muchos tipos de vehículos o como operadores de una amplia gama de equipos modernos en los departamentos de fotografía, meteorología, cartografía y descifrado de códigos. También se integraron en la defensa antiaérea y reemplazaron en unidades de vuelo a los hombres que partían hacia las unidades de combate en las zonas de guerra. ¡Sí, también volaban! Eso sí, en unidades secundarias lejos del frente, o realizando entregas de aviones desde la fábrica a los aeródromos de los escuadrones.

A partir de la segunda mitad de 1941, las extranjeras también encontraron empleo en los destacamentos de la WAAF. Más de 160 mujeres de la antigua Checoslovaquia, o esposas extranjeras (de Bélgica, Alemania, Palestina, Grecia y otros lugares) de soldados checoslovacos nacionalizadas tras su matrimonio, sirvieron con las WAAF.

A partir de 1941, las autoridades pertinentes ya discutían la posibilidad de crear una unidad femenina checoslovaca independiente dentro de las fuerzas armadas nacionales extranjeras, pero, al final, no recomendaron su formación por diversas razones. Tras un acuerdo con los británicos, éstos aceptaron que permanecieran en la WAAF. De este modo, el servicio de las voluntarias checoslovacas pasó a formar parte de la tradición militar británica, mientras que en el país natal de las voluntarias aún no se aprecia plenamente.

Fuentes:

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