Fue en 1861 cuando Richard Jordan Gatling patentó la primera ametralladora útil: era un arma que podía cargar amartillar y disparar por si misma mas rápido de lo que cualquier operador humano podría conseguir. La ametralladora Gatling consistía en seis cañones independientes dispuestos circularmente que giraban en torno a un eje común, gracias a la potencia suministrada por una manivela movida a mano. El primer conflicto en ser utilizada fue la guerra civil americana. Posteriormente fue adquirida por el ejército británico. Su limitación era la necesidad de una fuerza externa y para el cambio de siglo había sido sustituida por armas tales como la francesa Maxim, la británica Lewis o la alemana Spandau cuya recarga se efectuaba gracias a la energía del retroceso. Su aparición traería la llegada de un nuevo tipo de guerra, estática, de trincheras y desgaste.