Era cuestión de tiempo que Solar Impulse se propusiera aplicar todo lo aprendido en sus vuelos a un proyecto comercial. Y así se han encargado de anunciarlo.
Ahora que el Solar Impulse ha demostrado que, mala meteo aparte, tiene una autonomía de vuelo ilimitada, es hora de aplicar esa tecnología en un avión no tripulado, como ya lo hiciera la NASA con su Nasa Pathfinder o el Qinetiq Zephyr en sus HAPS (High Altitude Pseudo-Satellite), pero de forma comercial. «Vamos a pasar de un proyecto de exploración a uno industrial», dijo André Borschberg, piloto del Solar Impulse.
La idea es tener, de aquí a unos cinco años según Borscheberg, un drone, palabra que está ahora más de moda que UAV, pseudo satélite que pueda realizar funciones de relé de comunicaciones, observación, investigación… volando a 20000m en la estratosfera, por encima de las rutas comerciales, y que tan solo necesite aterrizar cada seis meses o cuando necesite cambiar la configuración de su carga útil. El avión tendría un MTOW de unos 300kg, con una carga útil de 50.
El perfil de vuelo del nuevo HAPS sería similar al que siguió el Solar Impulse siguiendo el ciclo día-noche, ascendiendo durante el día hasta los 20000m y descendiendo hasta los 15000m por las noches.
Facebook, Google o Airbus son otras de las compañías desarrollando HAPS, las dos primeras con intención de proveer internet a zonas aisladas, la tercera con intenciones similares a las de Solar Impulse. China para su HAPS está apostando por un dirigible.
vía Solar Impulse y Le Monde