Durante los entrenamientos de los pilotos de combate, una parte fundamental del mismo es el aprender a enfrentarse a otros. Para ello se utilizan, por ejemplo, blancos aéreos, como el español DIANA, que está programado para realizar algunas maniobras básicas de combate; y también se pueden realizar combates simulados contra otros instructores (sí, todos estáis pensando ya en la película de Top Gun). ¿Y si se pudiera fusionar lo mejor de ambas cosas?
De ahí entendemos que nace el concepto del Fury, un avión no tripulado nacido del programa Bandit. Es un avión no tripulado, con capacidades de caza de quinta generación. Este tipo de desarrollos, además de abaratar costes y reducir la cantidad de personal altamente cualificado que se arriesga durante un entrenamiento, puede servir para depurar otros conceptos como el de avión de combate no tripulado que actúa como punto fiel, y convencidos estamos de que se aprovecharán de aquellos otros desarrollos realizados en inteligencia artificial que combatía contra humanos.
Y ahora… vamos con la nota de prensa:
Blue Force Technologies realiza una prueba en tierra
Blue Force Technologies («BFT») y el Laboratorio de Investigación de la Fuerza Aérea («AFRL») han completado con éxito una prueba en tierra para un novedoso conducto de admisión de aire de fibra de carbono para el motor del caza no tripulado Fury de BFT bajo el programa AFRL Bandit.
Como se anunció en marzo de 2022, BFT, una ágil empresa aeroespacial y de defensa con sede en Carolina del Norte, está madurando un diseño de caza no tripulado de quinta generación que simule las amenazas a las que se pueden enfrentar los pilotos de combate a una fracción del coste de un caza tripulado. La tecnología de vehículos aéreos desarrollada bajo Bandit respalda los objetivos de entrenamiento aéreo de la Fuerza Aérea, la Armada y el Cuerpo de Marines y se puede adaptar para otras áreas de misión como Plataforma Colaborativa Autónoma (ACP). El programa Bandit demuestra aún más el impacto que las pequeñas empresas pueden tener en la base industrial de defensa.
Antes de las pruebas, el equipo de BFT y AFRL realizó un análisis de dinámica de fluidos computacional (CFD) aprovechó los extensos recursos computacionales de AFRL y el Centro de Investigación y Desarrollo de Ingenieros del Ejército.