Si bien ya os hemos hablado de los aviones estadounidenses con tren de orugas o de cadenas, hoy va a ser la primera vez que contemos su historia de forma tan detallada. Sentaos que nos va a llevar un rato.
Los trenes de aterrizaje de orugas son viejos conocidos de este blog. Así que, como no, al descubrir un Po-2/U-2 con tren oruga que desconocíamos, había que investigarlo.
El primero que conocimos es el Po-2 con orugas de N.A. Chechubalin. Se trata de un diseño de 1937, en el que las orugas estaban formadas por una cadena de eslabones unidas con pasadores, como las de cualquier tanque o excavadora. El resultado sobre suelos blandos fue muy bueno, pero pesaba demasiado e introducía mucha resistencia aerodinámica. Otro problema que presenta este tren es su mal comportamiento en tomas con viento cruzado, pero debido a lo corta de la carrera de despegue/aterrizaje del Po-2 era un problema menor, puesto que podía simplemente despegar encarado al viento. No olvidemos que en un comienzo los aeródromos eran más bien cuadrados y no había pista, y las aeronaves simplemente se aproaban al viento. Las pistas se introdujeron posteriormente, cuando se hicieron necesarias al incrementarse el tamaño y la masa de las aeronaves.
El diseño que nos traemos hoy entre manos es el de S. A. Mostovov. Fue desarrollado para la «aviación polar» en 1947 con intención de emplearlo en Siberia y las zonas más boreales de la Unión Soviética. Para su desarrollo se partió del anterior, y se intentaron solucionar sus deficiencias. Se incorporó un sistema de suspensión y se cambió la cadena de eslabones por una banda de caucho.
Los resultados de los ensayos fueron similares a los del anterior modelo, mismas excelentes características en terrenos blandos, y mismos problemas, por lo que tampoco fue adoptado.
Por cierto, como podéis observar en las fotos, se hacían otras modificaciones al biplano para ser ensayadas, ¡aquí además de tren de oruga va con cabina cerrada! Y un perfil más aerodinámico para el morro.
Hemos visto todo tipo de aviones con trenes de aterrizaje tipo tanque, desde el gigantesco B-36 hasta los pequeños Po-2 o Fieseler 156., pero creo que esta va a ser la primera vez que los veamos en acción, en vez de en foto fija.
Y cuando uno pensaba que ya no podía encontrar más aviones con este tipo tren de aterrizaje, uno encuentra unos pocos más. Aunque hemos encontrado muy poca información sobre cada uno de ellos.
La idea, como en los tanques, era conseguir un tren de aterrizaje que fuera apto para cualquier tipo de superficie, desde agua a arena, hieñlo, pistas poco preparadas… sin embargo, los problemas de estos trenes de aterrizaje con viento cruzado, su peso, el precio del mantenimiento, y el rendimiento que han demostrado los neumáticos de baja presión tanto en los aviones más pequeños (con los neumáticos de tundra) como en los más grandes (trenes de aterrizaje con múltiples ruedas, como en el Galaxy o el A400M) al final han llevado a que caigan en desuso.
Las orugas de los tanques les permiten avanzar por terrenos blandos sin hundirse, a pesar de su gran peso. Con los aviones se intentó lo mismo, como ya vimos en el blog. ¡Lo que desconocíamos es que se había intentado con tantos aviones! No solo el DC-3Li-2, el Po-2 o el B-36 lo montaron. También el B-50, el A-20 Havoc, el C-82 y el P-40.
P-40
Curtiss P-40 con un tren de aterrizaje experimental, encargado por la USAF a Firestone Tire and Rubber Co. para aterrizar en campos no preparados.