No es la primera vez que tratamos el tema de los Coches que Vuelan. Esta vez el que he encontrado es del año 30, y la novedad es que no pliega las alas… ¡¡si no las palas!! Sí, habéis acertado, es un coche convertible en autogiro. Solo hay algo que no me cuadra…
Un autogiro necesita un motor que lo empuje en el aire, y con las palas en un ángulo adecuado éstas entran en autorrotación. Pero según esto este autogiro prescinde de todo motor, girando solas las palas por el efecto de las aletas existentes en las puntas. Ummmm creo que a los dos alemanes que lo diseñaron se les escapaba algo… ;o)