Los coches que vuelan vuelven una vez más a este blog, esta vez de mano de Terrafugia. Es raro que una empresa se lance a diseñar un coche que vuela (o un avión que circula por carretera, casi mejor dicho), así que más raro es que haga dos. Y este último de despegue y aterrizaje vertical. Casi me sorprende que no adelantaran este desarrollo unos años, para poder presentarlo al concurso de darpa Transformer TX, que buscaba precisamente un vehículo «aerofibio» para enlace y MEDEVAC.
Como el Terrafugia Transition, el nuevo diseño de la compañía tiene un ala que se pliega a los laterales del fuselaje, lo que le permitiría circular con normalidad por las calles, con motores totalmente eléctricos. Para despegar las alas se desplegarían y los rotores bascularían hasta su posición vertical. En cada barquilla del motor hay 16 motores eléctricos, que le dan un total de 600HP a cada rotor. El hecho de tener tantos motores eléctricos permite que la planta motriz sea redundante y que el vehículo pueda aterrizar en caso de fallo. Una vez hubiese despegado, los rotores acelerarían el TF-X hasta una velocidad que pudiera hacer la transición a vuelo en modo avión: plegar los rotores y continuar el vuelo con una hélice entubada propulsora trasera movida por un motor de combustión interna de 300HP. Este motor de combustión interna podría usarse para cargar las baterías, aunque éstas pueden cargarse en el garaje, conectando el coche a la red eléctrica.
El Terrafugia Transition no puede despegar desde una carretera o autopista, debe hacerlo desde un aeródromo. El TF-X, aunque pensado para el despegue vertical, necesita espacio libre a su alrededor en una diámetro de 30.5m de , para evitar problemas con sus rotores, lo que hace que necesite una superficie similara cualquier helicóptero para despegar. Sin embargo se espera que se tarde mucho menos en aprender a pilotar que un helicóptero, pues el vehículo incorporaría un sistema de control similar al de los UAVs, en automático entre el punto de despegue y el de aterrizaje, siguiendo los puntos de ruta (way points) introducidos. Así el piloto podría tener la suelta en el TF-X en cinco horas. Lo más complejo del vuelo (despegue y aterrizajeen vertical) podría hacerlo el vehículo de forma autónoma. Obviamente, el vehículo también puede volar en forma manual. Como sistema de seguridad extra el TF-X montará un paracaídas balístico, similar al que montan muchos ultraligeros de hoy en día. En vuelo automático, el TF-X debería ser capaz de esquivar los atascos y la mala climatología.
Terrafugia cree que el desarrollo les llevará de 8 a 10 años, y que el precio de venta será similar al de cualquier coche de lujo.
Características:
- Tripulación: 1 piloto/conductor y 3 acompañantes
- Motores:
- Uno de combustión interna de 300HP
- 32 motores eléctricos que suman una potencia de 600HP
- Velocidad de crucero (en vuelo): 200mph (322 km/h)
- Alcance (en vuelo): 500 millas terrestres (805km)
vía Terrafugia