B-52 volando más bajo que la cubierta del USS Ranger (o ¿Cómo de bajo puedes volar? XXXV)

B-52 pasando junto al Ranger, ¿o debieramos decir bajo la cubierta de vuelo del Ranger?

Hoy os traemos una historia que es vieja conocida de muchos aerotrastornados. Pero hacía mucho que teníamos ganas de contarosla, así que ahí va.

Sucedió a principios de 1990 en el Golfo Pérsico, mientras los portaaviones estadounidenses y los B-52 realizaban ejercicios conjuntos. Dos B-52 llamaron al USS Ranger y le preguntaron si podían hacer un sobrevuelo, y el controlador aéreo del portaaviones dijo que sí.

Cuando los B-52 informaron que estaban a 8 kilómetros de distancia, el controlador dijo que no los veía:

USS Ranger: No tenemos visual

B-52: «Mire hacia abajo».

El camuflaje del B-52 dificultaba su visión desde arriba, pero a medida que se acercaba, los marineros pudieron distinguirlo ¡las estelas de agua que que los motores del B-52 levantaban!.

Los pilotos de los B-52 le preguntaron al controlador del portaaviones si les gustaría que los bombarderos volvieran a aparecer. Les dijeron que sí, y muchos marineros sacaron sus cámaras esta vez

Los B-52 habían estado practicando vuelos de bajo nivel durante años, para colarse bajo el radar soviético.

Volar bajo el puente más famoso de Londres (o ¿Cómo de bajo puedes volar? XXXIV)

Pollock pasando bajo el puente, un cuadro de Michael Rondot

No teníamos intención de hacer tan pronto otra entrada acerca de pasaditas a baja cota. Pero un día como ayer, día 5 de abril, pero de 1968, fue cuando Alan Pollock cruzó bajo el puente de la Torre de Londres, alguien nos lo recordó en redes sociales, y no nos han dejado más remedio que traeros esta historia, así como la de todos los demás que pasaron volando bajo el puente.

El 1 de abril de 1968 la RAF cumplía 50 años. Sin embargo no había planeado ningún acto de celebración para homenajear a la fuerza aérea británica, ni a los pilotos que servían en ella, ni a los que habían muerto sirviendo en ella. Se solicitó realizar esa pasada, en formación, en solitario… Pero fue imposible.

Allan Pollock estaba totalmente indignado por ello. Y decidió hacer la pasada por su cuenta. El 5 de abril despegó de su aeródromo y siguió el Támesis. Pasó a toda velocidad por la Cámara de los Comunes, y se dirigió al puente, que pasó por debajo.

Pollock fue detenido al aterrizar, y expulsado de la fuerza aérea por motivos médicos, sin consejo de guerra, evitando así atraer más la atención sobre su protesta, y facilitándole una salida sin problemas del incidente del puente.

¿Quién fue el primero en pasar bajo el puente?

Frank McClean atravesando el puente en 1912

El primero fue Frank McLean en 1912. El 10 de agosto de 1912 despegó su hidroavión Shorts Farman desde la Isla de Sheppey y voló aguas arriba hasta que llegó al puente y siguió volando hasta Westminster donde invirtió el sentido de la marcha. Al volver a pasar bajo el puente una ráfaga lateral le desestabilizó e hizo que su aparato terminara en el agua, sin consecuencias para el piloto, que fue rescatado de la misma.

Desde 1914 hasta la prohibición del paso del puente

Durante la Primera guerra mundial cruzar bajo el puente se convirtió en algo relativamente habitual, e incluso existe un vídeo de British Pathé sin fecha determinada.

En 1919 fue Sidney Pickles quien pasó bajo el puente con su hidroavión Fairey: trepó hasta 1000 pies y picó para atravesar el puente a 120mph.

Aunque no encontramos foto del vuelo de Pickles, sí hemos encontrado su avión

En 1920 se prohibiría pasar bajo el puente.

Vuelos tras la prohibición

Christopher Drapper

En 1931 fue Christopher Drapper quien voló su Puss Moth, sorprendiendo a los viandantes y conductores. De hecho pasó en dos ocasiones bajo el puente, y continuó hasta el de Westminster, que también paso por debajo. Drapper era un veterano de la Primera Guerra Mundial protestando por el trato recibido por los veteranos. ¡Y tenía planeado pasar bajo 14 de los puentes que cruzan el Támesis en Londres! Salió del juicio sin castigo.

No sería hasta 1951, 20 años después, cuando otro piloto pasaría bajo el puente. En esta ocasión por un «no hay huevos». El 25 de noviembre Frank Miller volaba una Auster acompañado de su hijo de 13 años, que se apostó con él todos sus ahorros, 35 chelines, a que no era capaz de hacerlo. Aunque ganó la apuesta, tuvo que arrimar de su bolsillo otras tantas libras, hasta completar las 100 libras que tuvo que pagar como multa.

Drapper volvería a repetir su experiencia. Desde su vuelo, trabajó en la industria del cine. Tras una visita a Alemania, estuvo actuando como agente doble. En 1939, con 47 años, se reenganchó en la Royal Navy y voló Supermarines Walrus y Fairey Swordfish en África occidental. Terminó la guerra como Squadron Commander. En 1953 tenía 61 años. Le costaba encontrar trabajo, y revivía las circunstancias de 1931. Para protestar, una vez más, por el trato recibido por los veteranos de guerra, decidió atravesar por debajo 18 puentes, empezando por el de la torre.

El 5 de mayo despegó de Bouxborne con una Auster (G-AGYD) del aeroclub y se dirigió al Támesis, cruzando 15 de los 18 puentes que pretendía cruzar. A continuación, la lista de puentes y la distancia libre entre el agua y el puente.

Drapper en el puente Lambeth
Westminster
Vauxhall
  • Waterloo: (14.9m)
  • Charing Cross: (13.3m) – intento abortado, lo sobrevoló
  • Westminster: 11.7m)
  • Lambeth: (12.6m)
  • Vauxhall: (11.9m)
  • Victoria Rail: (12m)
  • Chelsea: (12.6m)
  • Albert: (11.2m)
  • Battersea: (11.4m)
  • Battersea Railway: (11.9m)
  • Wandsworth: (11.5m)
  • Fulham Railway: (12.4m) – intento abortado, lo sobrevoló
  • Putney: (10.9m)
  • Hammersmith: (9m)
  • Barnes Railway: (10.7m)
  • Chiswick: (11.8m)
  • Kew Railway: (10.6m) – intento abortado, lo sobrevoló
  • Kew: (10.4m)

Una vez más tuvo suerte en el juzgado. Aunque él estaba dispuesto a que este vuelo fuera su último vuelo, el juicio se saldó con una condena en costas (10 guineas*) y el compromiso de mejorar su comportamiento durante los próximos 12 meses. Estuvo en activo como piloto hasta 1964, cuando perdió la licencia a los 72 años por motivos médicos.

En 1954 fue el tejano Gene Thompson quien voló bajo el puente con otra Auster (G-AHAI)

Pollock recuerda el día que voló bajo el puente de la Torre de Londres.

(*) Tal cual en el artículo de Aircraft Enthusiast Group.

Hasta 1968 nadie volvería a atravesar el puente. Pero Pollock, indignado por la falta de celebraciones y conmemoraciones por el cincuenta aniversario de la RAF, haría su particular homenaje y vuelo protesta.

Vuelos posteriores a Pollock

Paul Martin, un corredor de bolsa, volaría bajo el puente el 31 de julio de 1973 con un Beagle Pup robado en el aeródromo de Blackbushe, estrellándose intencionadamente después para suicidarse.

En 1975 Michael Devyea despegó del aeródromo de Biggin Hill con una Piper Cherokee 180 y pasó bajo el Puente de la Torre y después bajo el de Waterloo.

Nadie realizaría este cruce otra vez hasta 2004, cuando dos helicópteros lo atravesaron volando, ¡con permiso esta vez! Ambas hojas del puente estaban levantadas, para maximizar el espacio bajo el puente. Estaban grabando una escena para la película Thunderbirds.

Otros dos helicópteros pasarían bajo el puente para la apertura de los juegos olímpicos de Londres de 2012. Y, hasta ahora, han sido los últimos.

Ampliamos:  Sólo quedaba que alguien lo atravesara con un wingsuit, y ya lo han hecho —cómo no— los de Red Bull. El 12 de mayo de 2024.

El desafío no es tan loco como cuando Alexander Polli atravesó la Roca Roradada, pero sigue siendo altamente vistoso… e innecesario.

Esto es lo que nos cuenta Red Bull en su nota de prensa.

  • Marco Fürst y Marco Waltenspiel, dos paracaidistas austriacos, atravesaron con sus wingsuit el famoso puente en el corazón de la ciudad a una velocidad de 246 km/h.
  • Saltaron de un helicóptero al oeste del puente el 12 de mayo a las 5:22 am hora local. Las condiciones de la mañana debían ser perfectas para garantizar un vuelo seguro.
  • Cayeron desde una altura de 914 metros, 1.2 km al oeste del puente para obtener la velocidad y el ángulo de descenso adecuados.
  • Sus trajes de ardilla voladora les proporcionaron una tasa de planeo de 3:1
  • El hueco por el que tenían que pasar era de 65m x 32m.
  • El vuelo duró aproximadamente 45 segundos.
  • Después de pasar el puente intercambiaron energía cinética por energía potencial, trepando hasta unos 80 metros sobre el río, para abrir sus paracaídas.
  • Aterrizaron de forma segura en barcazas en el centro del río Támesis.

Fuentes

[Vídeo] Atravesar una cueva volando (o ¿Cómo de bajo puedes volar? XXXIII)

Jimmy Marull entrando en la cueva de Autana con su Quick Silver

Aunque en los últimos tiempos parece que solo Red Bull realiza grandes desafíos aeronáuticos, lo cierto es que siempre ha habido muchos pilotos intrépidos que han intentado lo imposible, como demuestra que vayamos por la entrada número 33 de nuestra serie ¿Cómo de bajo puedes volar?

Jimmy Marull saliendo del Autana con su Quick Silver

En los años 70 y 80 la regulación de los ultraligeros era escasa, e incluso inexistente. Eran pocos, poco potentes, y el daño que podían causar en caso de accidente se limitaba básicamente al ocupante, o los ocupantes. En aquella época nació el Quick Silver, uno de los ultraligeros tubo-y-tela o trapos más añorados en España. Y uno de estos es el protagonista de nuestra historia, con su piloto Jimmy Marull a los mandos.

Marull fue uno de los pioneros de los ultraligeros en Venezuela, importando el primer ultraligero en 1978, y haciendo de su pasión su modo y forma de vida.

En el 81 cruzó Venezuela de punta a punta en dos semanas con un Quicksilver MX monoplaza, atrayendo la mirada de los apasionados de la aviación, que descubrían así un modo asequible de volar.

En 1985 visita el Autana, en la amazonía, montaña sagrada del pueblo Piaroa, siendo para ellos el Wahari-Kuawai o Árbol de la Vida. Según su tradición oral esta montaña, que se asemeja a un tocón, es el origen de la vida. Dos dioses habrían excavado en sus raíces para derribarlo y obtener así todos sus frutos a la vez. Y el árbol, al caer, habría derramado la vida. Un pez payara, atrapado en uno de los estanques que había formado uno de los ríos que había cambiado su curso por la caída de las ramas del árbol, comenzó a saltar y golpear el tocón, formando sus cuevas. Incluyendo la gran cueva que atravesaría Marull en vuelo, la Gran boca de la payara [PDF].

Vista en planta de las cuevas seccionadas
Sección longitudinal de las cuevas

Charles Brewer-Carías y David Nott, espeleólogos, descubrieron las cuevas en 1962, cuando se las mostró el piloto del avión ligero en el que volaban. La visitaron en 1970, cuando un helicóptero les dejó en la cima de la montaña y descendieron hasta ellas con escalas y cuerdas. En 1974 fue escalada, y pasaron cuatro días mapeando las cuevas. Aquí los textos de las exploraciones que hicieron en la cueva que atravesaba la montaña.

Marull había visto un rayo de luz que atravesaba la montaña por la cueva, y ese rayo de luz iluminó una idea en su cabeza: tenía que atravesarlas en vuelo. Muchos pilotos habían atravesado bajo puentes, bajo arcos del triunfo, bajo hangares… pero ninguno lo había hecho en una cueva.

En 1987 se integró en una expedición que se dirigía al Autana. Iban a realizar escalada, espeleología y grabar un par de documentales. Modificó su Quicksilver biplaza, más potente que el monoplaza, reduciendo su envergadura 2 metros, uno en cada semi-ala.

Había visto muchas veces la cueva desde el aire, pero esta expedición le permitió investigar la cueva desde su interior, estudiarla, familiarizarse con sus dimensiones y obstáculos.

Tras estudiar la cueva los miembros del equipo se dividen entre los que comparten el optimismo de Marull y los que opinan que es demasiado arriesgado, y que un accidente supondría un veto para volver a acceder a la montaña sagrada.

Aun así Marull no había ido hasta allí con intención de regresar con el ultraligero sin volarlo a través de la cueva. Y matarse no entraba en sus planes. Descendió de la cueva y preparó el vuelo.

Vídeo de la proeza de Jimmy Marull

A las 10:50 de la mañana del 3 de diciembre de 1987 lograba atravesar en vuelo la montaña.

Gracias a Alejandro Irausquin por darme a conocer este vuelo. Es a él al que le he fusilado el vídeo y quien me ha servido de fuentes. Su artículo está mucho más desarrollado que el mío, y contiene los comentarios que el propio Jimmy Marull le hiciera en persona sobre este vuelo: El Mágico Vuelo de un Ultraligero por el Autana – Jimmy Marull