El AirCar, de Klein Vision, ha dado un paso más para aproximarse a su comercialización. El 28 de junio realizó un vuelo de 35 minutos entre los aeropuertos internacionales de Nitra y Bratislava,un trayecto de unos 100km que por carretera dura aproximadamente una hora.
El piloto de pruebas fue, como de costumbre, Stefan Klein, que declaró una velocidad de crucero de 170km/h.
Antes de conseguir su certificado de aeronavegabilidad, el aparato debe superar las 50 horas de ensayos en vuelo. Klein Vision está preparando un segundo prototipo, en el que se corrigen algunos puntos del diseño, según la experiencia obtenida en los vuelos de prueba del primero, y un motor más potente.
Según la revista eslovaca Auto, Klein habría declarado que el mercado para este vehículo no es el europeo, sino el de los países con infraestructuras viales menos desarrolladas y con distancias muy grandes entre puntos.
Para leer más sobre el vehículo, el quinto coche volador de Stefan Klein, así como sobre el propio Stefan, podéis hacerlo en esta entrada que le dedicamos en octubre de 2020.
El coche volador de Terrafugialleva apareciendo en prensa, y en este blog, periódicamente desde hace una década. Lejos de ser el coche volador del futuro que iba a estar disponible de forma inmediata, como parecía que vendían algunos medios, ha seguido un desarrollo lento. Y aunque en 2012 ya volara el prototipo de lo que sería la aeronave-coche de serie y se anunciara que en un año comenzarían las entregas, y en 2013 anunciaran una variante VTOL, uno de los primeros vehículos aéreos urbanos de despegue vertical que tan de moda se han puesto en los últimos tiempos, a veces la realidad es un poco más tozuda, y no ha sido hasta enero de 2021 que han anunciado en nota de prensa que por fin el vehículo ha conseguido de la FAA un certificado especial como Light Sport Aircraft o LSA.
A estas alturas creo que no hace falta recordar que para conducirlo será necesario el carnet de conducir y para volarlo la licencia pertinente de vuelo. Y que como avión debe cumplir todas las normas que cumple cualquier avión, y por tanto nada de salir del atasco literalmente volando, sino buscando un aeródromo del que despegar.
Durante un año de pandemia extremadamente desafiante, nuestro equipo se mantuvo concentrado, mejoró nuestro sistema de calidad, completó los aspectos críticos del diseño, construyó el vehículo, completó 80 días de pruebas de vuelo, entregó 150 documentos técnicos y pasó con éxito la auditoría de la FAA, un gran logro que genera impulso en la ejecución de nuestra misión de entregar el primer automóvil volador práctico del mundo.
Kevin Colburn, vicepresidente y director general de Terrafugia.
El PAL-V es otro viejo conocido de Sandglass Patrol. Apareció por primera vez en estas páginas en 2012, y también le hemos ido haciendo un seguimiento a su desarrollo. Y la novedad de hoy no es pequeña: han logrado certificar el vehículo para circular de forma legal por carretera. El certificado como autogiro lo tenían desde 2015, debutó en Farnborough en 2018, y presentó su modelo de producción, bautizado Liberty, el año pasado.
Como dijimos no hace mucho, los coches que vuelan siempre están muy presentes en este blog. Pero el Air Car no es un coche que vuela más. Es, posiblemente, el mejor de ellos. Y cuando digo el mejor de ellos no me refiero a que sea el más rápido, o el que menos consuma, sino que es el que más posibilidades creo que pude tener para triunfar, puesto que no es un proyecto encima de la mesa buscando financiación, sino que es un producto definido, acabado, que funciona, y con soluciones técnicas funcionales. Podría decirse que es un diseño totalmente maduro. Y es que es el quinto de una saga.
Stefan Klein es también un asiduo en este blog, aunque no lo parezca. Fue el padre de los Aeromobil, desde el 1.0 al 4.0, y en Sandglass le conocimos cuando volaron el Aeromobil 2.0 y 2.5. Hace unos años dejó la compañía Aeromobil y fundó Klein Vision. Lleva trabajando en conceptos de coches que vuelan, o aviones que pueden ir por carretera, desde 1989. Así pues lleva tras de sí un gran bagage y experiencia en el diseño de este tipo de aeronaves. Y se nota en el diseño del coche, que es un diseño maduro, con soluciones probadas, y no una alocada propuesta de una start-up que dice que piensa, que cree, que tal vez tiene una idea que podría… volar.
El AirCar es un coche largo, muy largo, para los estándares normales de un vehículo. Pero no se trata de un vehículo normal, y debe acomodar las alas plegables. Su diseño es totalmente deportivo. Se concibe como vehículo bien de uso privado, para uso y disfrute de conductores-piloto, aunque bien podría encontrar su nicho como taxi terrestre-aéreo, en función de las regulaciones de aerotaxi de cada país. Pero en principio, hablemos claro, es un artículo de lujo para quien desee tener un vehículo que sea a la vez aeronave y coche, sin ser posiblemente la mejor aeronave que se pudiera comprar por ese precio, ni el mejor coche que se pudiera comprar por ese precio. ¡Pero quién no ha soñado con tener un coche que vuela, que sea bonito, y con unas prestaciones más que aceptables en ambos medios!
Este prototipo pesa 1100kg, lo que nos dice que se certificará como avión ligero y no como ULM, y en su configuración biplaza puede llevar otros 200 de carga útil, motorizado con un 1.6 de BMW, de 140HP. El alcance del AirCar se estima en unos 1000km, con un consumo de 18 litros por hora, eso sí, ¡¡a 200km/h!! Se va al aire en apenas 300m, y las alas se pliegan y despliegan con un simple toque de botón, de forma automática. Además por la forma de retracción se consigue que el vehículo sea un poco más compacto, y tanto el ala como la hélice quedan protegidas entre ambos botalones de cola. El Profesor Klein dice que es tan estable y fácil de volar que cualquier piloto podrá hacerlo, y que el coche podría estar aceptado por EASA y volando con un ADEPTde 300HP en medio año. Y las buenas noticias son que ya tienen compradores.
Stefan Klein se formó en la Universidad Tecnológica Eslovaca, en la Academia de Bellas Artes y Diseño. Ha realizado trabajos de diseño e innovación para Audi, Volkswagen y BMW, y fue profesor invitado en la Universidad de Mackintosh de arte de Glasgow. ¡Y además tiene más de 1200h de vuelo en aeronaves de motor, y más de 3000 en aeronaves sin motor! Así que no es de extrañar que sea el piloto de pruebas de sus propios diseños.
Aunque de momento tan solo vuela la versión monomotor y biplaza, Klein tiene en mente versiones más potentes, bimotor, cuatriplaza y anfibio.
Aún nos quedan algunas preguntas sin resolver, como si cuenta o contará con versión eléctrica, la velocidad de pérdida, si tendrá versión doble mando para entrenar a los compradores, si existirá versión autónoma (aunque para nosotros tiene poco sentido, puesto que esto es un vehículo para disfrutar), o si tendrá piloto automático, si la cabina que se ve en el vídeo es la definitiva o no. Si fuera la definitiva, podemos ver un cuadro de mandos sencillo, con relojes analógicos, un volante que hace las funciones de volante y cuernos, para controlar alabeo y cabeceo, y una palanca de gases en la mano derecha. Nos falta saber si en modo coche tiene los tres pedales, si es automático, si los gases se controlan tanto en modo coche como en modo avión con la palanca de gases…. Pero hemos formulado estas preguntas y esperamos que nos las respondan en breve.
No hace falta aclarar, puesto que ya lo hemos aclarado tantas veces como veces hemos escrito de coches que vuelan, que este vehículo debe estar certificado como vehículo terrestre y como avión, y cumplir ambas normativas, y por supuesto hay que tener la licencia de piloto en vigor, además del carnet de conducir. Y por supuesto no se puede despegar desde donde nos plazca, hay que despegar desde un aeródromo. Vamos, que al igual que hay que certificarlo de forma doble, ¡hay que cumplir las normas de forma doble!