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El B-36, famoso por sus cuatro motores soplando y seis girando, era un avión gigantesco. Tanto que cuando Convair tuvo que transportar de Fort Worth a Wright Patterson (950 millas – 1500km) el prototipo del Hustler, el XB-58, pensó en él para esta tarea: era más barato hacer el vuelo con el Hustler en la panza que desmontar el fuselaje.
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Para hacer este vuelo fue necesario desmontar las dos hélices interiores, inutilizar estos motores, desmontar las compuertas de la bodega de carga, y amarrar el XB-58 a la panza del Peace Maker. El tren de aterrizaje tampoco se pudo retraer durante el vuelo.
Fuentes
La primera foto la descubrí gracias al Hangar de TJ (DEP), y tras investigar un poco dí con la historia del transporte en los videos de Youtube que están sobre estas líneas, en Travel of Aircraft, y en Secret Projects.