A Yves Rossy «Jet Man» le ha salido competencia. Se trata de la gente de SkyFlash y su proyecto de alas con motores a reacción para llevar a la espalda, como si fuera una mochila. Aunque éstos, además, le han puesto un tren de aterrizaje de cuatro ruedas de 25.4cm de diámetro. Por eso podemos considerarlo el avión a reacción más pequeño del mundo.
Las alas, de 3.5m de envergadura, de SkyFlash están basadas en las de un Cóndor, dicen. Están divididas en tres secciones: la central, donde van alojados dos motores a reacción, el combustible, y que va unida a la espalda del piloto. También va alojado en esta sección el paracaídas de seguridad y el ordenador que permite controlar los motores. Una sección intermedia, un ala rectangular convencional, y la más externa, formada por tres pequeñas alas en tandem, similar a las puntas de ala de las rapaces.
El control del SkyFlash se realiza cambiando la posición del centro de gravedad, desplazando el cuerpo del piloto. Y con ayuda de los pies, que se introducen en el chorro de gases de los motores a reacción, por lo que el piloto va equipado con botas protegidas contra el calor. El mando de gases va en la mano derecha del piloto. El piloto también cuenta con una pantalla digital de 8 pulgadas, aunque no nos queda claro si en ella lleva algún tipo de controles para los motores o solo presenta información útil para el vuelo.
- Prestaciones calculadas:
- Alcance de 100km
- Autonomía de 1h
- Velocidad de crucero de 126km/hm
- Techo 11800ft