El jefe de defensa antimisiles del Pentágono afirma que una de las posibles soluciones para construir láser pequeños y potentes aerotransportados puede desarrollarse por medio de aviones no tripulados que combinen las tecnologías en estado sólido y gaseoso.
Se considera necesario un láser más pequeño en un avión más pequeño para ser operativo – muy diferente de los láser químicos montados en los 747 de pruebas de la Fuerza Aérea estadounidense. La misión prevista es la intercepción en la Fase de aceleración de los misiles balísticos enemigos.
“Tenemos programas de desarrollo con vistas a un láser híbrido eléctrico y gaseoso,” afirma el Lt. Gen. Patrick J. O’Reilly, al mando de la Agencia de defensa Antimisiles del Pentágono. “La preocupación que tengo con los láser de estado sólido es que se calientan. Es difícil manejar el calor emitido por un cuerpo sólido cuando emite el rayo láser. Hay una limitación natural a la energía que puede producir. No veo los láser de estado sólido obtniendo potencias de megawatios.
Pero se están logrando progresos en el mundo de la investigación y desarrollo.