No había visto Raíces cuando era pequeño, la historia de Kunta Kinte se emitió en España en el 79 y yo nací en el 81. Sin embargo sí había oído muchas veces hablar de ella a mis padres. Recientemente vi la nueva versión, y me encantó, estuvo bien… pero no dejaba de ser volver a contar lo que ya se había contado. Parece que en esta década hay sequía de ideas nuevas, que los guionistas solo saben rehacer lo que ya tuvo éxito, o que las productoras se empeñan en repetir lo que ya triunfó porque saben que vamos a ir a verlo, aunque sea para contrastar con los recuerdos que tenemos de la versión original. Y, lamentablemente, quedan muchas historias sin contar, libros sin llevar a la pantalla y guiones distintos olvidados en cajones, ¡con la de escritores que hay esperando una oportunidad!. La vida de Eugene J. Bullard es una de esas historias que en sí mismas ya parecen de película. Ya que se han animado con Figuras Ocultas, ¡a ver si se animan con Eugene J. Bullard!
Bullard es a menudo considerado el primer piloto militar de raza negra, aunque ese honor corresponde a Ahmet Ali Çelikten, hijo de una esclava que voló en la IGM desde 1916 por el Imperio Otomano. Bullard no fue piloto hasta el 17.
Alguno tal vez piense que Eugene Jacques Bullard es el personaje homenajeado en la infame Fly Boys. Nada más lejos de la verdad. En la película el personaje es parte de una unidad estadounidense volando en Europa. Pero Eugeneb nunca voló bajo bandera estadounidense, jamás fue aceptado para volar con ellos. Aprovechando que en mayo hace 100 años que se convirtió en piloto, ¿empezamos con su historia?
Eugene Jacques Bullard (1895-1961) nació el 9 de octubre, séptimo hijo de diez de un esclavo de Martinica (había llegado a USA con sus dueños que huían de la revolución haitiana) liberado y una mujer india Creek, William Octave Bullard y Josephine «Yokalee» Thomas. Asistió a la escuela desde 1901 hasta 1906, donde aprendió a leer. En 1903, su padre fue linchado por los blancos que se empeñaban en devolver a los negros a su lugar huyó. En 1906, con 11 años, huyó de casa. Unas fuentes dicen que esta huída fue motivada por el linchamiento a su padre. En otras cuentan que fue el último de muchos intentos de fuga fallidos, en alguno de los cuales, al volver a casa, recibió una paliza de su padre. En otras fuentes su padre aparece como un hombre culto, sabía leer, que les leía historias y su influencia les hizo entender que no eran inferiores a los blancos por su color y que debían tratar a los demás como querían ser tratados, y quien les enseñó que en Francia un hombre era tratado como un hombre sin influir en ello el color de su piel.
En Georgía se unió a al clan gitano de origen británico de los Stanley, y trabajó para ellos con sus caballos de carreras. Debido al trato que recibió de los Stanley, George creyó que en Reino Unido no había discriminación por motivo de raza. Decepcionado porque no tenían intención de volver a las islas británicas, los dejó en 1909. Encontró trabajo en Dawson, en los establos de Zachariah Turner. Llegaría a correr con los caballos de los Turner en la feria del Condado de Turrel en 1911, con 16 años.
Aún pensando que en Reino Unido tendría menos problemas por su raza, abandonó Estados Unidos como polizón en el mercante alemán Marta Russ, que partió de Norfolk, Virginia, el 4 de marzo de 1912. Llegó a Aberdeen, Escocia. Vivió en Glasgow y Liverpool, y de 1912 a 1914 se ganó la vida como estibador, trabajador en un parque de atracciones, y comenzó su carrera como boxeador en el gimnasio Chris Baldwin’s. Tras un combate de 10 asaltos contra un púgil llamado Billy Welsh se convirtió en el protegido de Dixie Kid. Como boxeador recorrió las islas británicas y parte de Europa. El 28 de noviembre de 1913 combatió en el Elysee Montmartre, en París, donde decidió quedarse. Aunque de momento volvería a Liverpool, donde con ayuda de Dixie Kid se unió a la compañía Belle Davis’s Freedman Pickaninnies,como actor de Vaudeville. Firmó con ellos porque sabía que en su gira irían al Bal Tabarin, en Paris, no antes depasar por Alemania, donde aprendió alemán, y Rusia. Cuando la compañía dejó París él no lo hizo, y encontró cómo ganarse la vida con el boxeo. «Me parecía que la democracia francesa influía en las mentes de los americanos negros y blancos que estaban allí y nos ayudaba a actuar como hermanos. Me convenció de que Dios había creado realmente a los hombres iguales, y era fácil vivir así«, escribiría Bullard.
El día de su 19 cumpleaños, en 1914, se alistó como voluntario en la Legión Extranjera Francesa, División Marroquí, Tercer Regimiento, donde decía que había combatientes de 54 nacionalidades, para combatir en la Primera Guerra Mundial. Fue mandado al Somme, donde en noviembre 300000 franceses habían ya perdido la vida. Además de en el Somme también participó en las batallas de Artois Ridge (solo 1700 de 4000 hombres sobrevivieron), Mont-Saint-Eloi, y el asalto a la posición alemana en Souchez y la Colina 119. Los oficiales de la legión habían recibido la orden de no hacer prisioneros alemanes, así que los alemanes hicieorn lo propio con los legionarios. El 9 de mayo de 1915 el regimiento de Bullard había sido diezmado en distintos combates y fue fusionado con el Primero y Segundo regimientos. De la compañía de Bullard, 250 hombres, solo 54 quedaban vivos.
En septiembre de 1915 comenzó a combatir en la Batalla de Champaña. De 500 hombres que comenzaron la batalla la finalizaron 31. Bullard fue herido en la cabeza. Su unidad fue disuelta enoctubre y fue incorporado al 170º Regimiento de infantería, conocido como Les Hirondelles de la Mort (Golondrinas de la Muerte). Aquí Bullard recibiría su sobrenombre de Golondrina negra de la Muerte.
Comabatió en la Batalla de Vedrún con el 170e Régiment d’infanterie Légion Étrangère. «Creía que había visto combate en otras batallas, pero ninguno como Verdún, ninguno posterior fue como aquello» escribió. 250000 murieron, 100,000 fueron dados por desaparecidos y 300000 fueron heridos o gaseados. El 5 de marzo de 1916 fue gravemente herido y transferido a Lyon para recuperarse de sus heridas, que lo dejaron inhabilitado para su servicio en infantería.
Mientras estaba de permiso en París se apostó 2000$ con un amigo que, a pesar de su color de piel, podría alistarse en l’Aéronautique Militaire. En noviembre ya había conseguido su objetivo. Comenzó su andadura como aviador en Tours, y en mayo de 1917 recibió sus alas de piloto. Sin embargo tardó en ser asignado a una unidad operativa y fue a parar a otras escuelas de vuelo, donde voló los Caudron G-3 y G-4. Finalmente fue asignado a la Escadrille 93 (Lafayette Escadrille), que volaba SPADS y Niuports, y después a la Escadrille 85, donde sirvió hasta que finalizó su servicio con la Aéronautique Militaire.
Como muchos otros pilotos de la época volaba con su mascota, un pequeño macaco Rhesus, llamado Jimmy, que compró en París en 1915. También se dice que en su avión personal llevaba un emblema personal, un corazón atravesado por una daga con el lema: “Tout le Sang qui coule est rouge!” (toda la sangre que fluye es roja).
Su primera misión de combate fue en un Niuport, el 8 de 1917. Era una misión de reconocimiento sobre Metz.
En total reclamó dos derribos, un Fokker Dr.1 y un Pfalz D.III. En principio parece que ninguno de los dos fue confirmado, aunque hay algunos fuentes que dicen que uno de ellos sí fue concedido,ninguno de sus compañeros puso en duda nunca sus dos derribos. El día del primer derribo, el Dr.1, los mecánicos contaron 78 agujeros de bala en su avión. Su segundo derribo sería en noviembre de 1917, el Pfalz.
Se hizo amigo del as alemán Charles Nungesser, George Dock, uno de sus compañeros, lo recordó como alguien con sentido del humor, valiente e independiente. Charles Kinsolving lo recordaba sin miedo.
Cuando Estados Unidos entró en la Primera Guerra Mundial, en 1917, Bullard ya llevaba tres años combatiendo, había sido herido en cuatro ocasiones, dos en Verdún, había pasado 8 meses de convalecencia en hospitales para recuperarse de sus heridas, ganado medallas, contaba con experiencia de combate aéreo… y pidió unirse al U.S. Air Service, pero no fue aceptado, oficialmente por ya ser un hombre alistado con los franceses y porque para el Air Service requerían que los pilotos fueran oficiales y tuvieran al menos el empleo de 1st lieutenant. Habría que esperar hasta la Segunda Guerra Mundial para que los Estados Unidos admitieran pilotos negros. Bullard voló con la Aéronautique Militaire hasta que, aparentemente, quedó en tierra tras un enfrentamiento con un oficial francés. En su autobiografía cuenta que fue un enfrentamiento en un café con un capitán francés por su raza. Pero sus amigos cuentan otra historia: una noche lluviosa cuando regresaba de un permiso de 24h en París intentó entrar en un camión cubierto y fue empujado, cayendo al barro. Entonces enfadado se enfrentó a aquél que le había empujado, con su experiencia como boxeador capaz era de noquearle facilmente, y resultó ser un teniente francés. Solo su hoja de servicio le impidió acabar en un consejo de guerra, pero fue devuelto al 170e Régiment d’infanterie donde permaneció hasta que fue desmovilizado en octubre de 1919.
Tras el fin de la Gran Guerra volvió a París,donde se casó con la aristócrata francesa Marcelle de Straumann. Los padres de Marcelle no solo aprobaban la boda, sino que además les ayudaron económicamente a organizarla y pagaron su luna de miel en Biarritz. Tuvo con ella tres hijos, uno varón y dos mujeres. El niño murió antes de su primer cumpleaños, de pneumonía.. También trabajó en el club nocturno Zelli’s y posteriormente fue co-propietaro del club Le Grand Duc, donde también tocaba Jazz, un bar de estilo americano llamado L’Escadrille y un club atlético. En los clubes llegó a codearse con gente como Langston Hughes, F. Scott Fitzgerald, Ernest Hemingway, Gloria Swanson, Josephine Baker, Louis Amstrong o el Príncipe de Gales.
En 1935 se divorcia de Marcelle, según escribió en sus memorias… «mis problemas con mi mujer comenzaron cuando su padre murió y ella heredó su fortuna. Pretendía vivir en París como una dama de la alta sociedad y que yo no trabajara… le dije que yo podría acompañarla pero fuera de mis horas de trabajo… al final nos veíamos tan poco que decidimos separarnos«. Ambos eran católicos y no creían en el divorcio. Cuando seis años después de la separación murió Marcelle, él se hizo cargo de sus hijas.
También por aquella época convulsa de los 30, poco antes del inicio de la Segunda Guerra Mundial, comienza a trabajar como espía, vigilando a los quintacolumnistas que trabajaban para el régimen nazi. En parte su éxito como espía residía en la creencia aria de la supremacía de la raza: un hombre negro no podría saber alemán. Sin embargo Bullard hablaba inglés, francés y alemán.
Cuando comenzó la guerra se alistó en el 151e Régiment d’infanterie como ametrallador, y fue herido. Cuando los alemanes llegaron a París, temiendo ser capturado por los nazis huyó con sus hijas a Estados Unidos a través de España y Portugal con ayuda de una de sus contactos cuando era espía. Se estableció en Harlem, Nueva York.
En Nueva York trabajó como guarda de seguridad y como estibador. Se jubilaría como ascensorista en el Rockefeller Center.
Tras la Segunda Guerra Mundial abrazó la lucha por los derechos civiles. En el verano de 1949 se vio involucrado en un altercado con la policía y un piquete racista en un concierto de Paul Robeson en Peekskill, Nueva York, durante el cual fue golpeado por la policía. Fue protagonista de otro altercado con un conductor de autobús tras negarse a sentarse en la parte trasera del autobús. Estos eventos desilusionaron profundamente a Bullard, y decidió volver a Francia, pero fue incapaz de retomar su vida allí.
Aunque Estados Unidos no le reconoció como héreo, o como veterano, Francia no olvidó. En 1954 fue elegido como uno de los tres hombres para reencender la llama perpetua de la Tumba del soldado desconocido, en París. En 1959, el ya muy condecorado Bullard, recibió la Légion d’Honneur, la más alta condecoración francesa, la 15ª concedida. Durante una visita del general De Gaulle a Nueva York en 1960 abrazó publicamente a Bullard, llamándole «auténtico héroe francés».
En 1961 murió, el 12 de octubre, por un cáncer de estómago. Fue enterrado en la sección de Veteranos Franceses de Guerra del cementerio Flushing de Nueva York con honores… franceses: la bandera que cubría su ataúd fue la de la República Francesa.
Recibió quince condecoraciones militares francesas, entre las que se encuentran
- Légion d’honneur
- Médaille Militaire
- Croix de Guerre
- Croix du combattant volontaire
- Insignia de los heridos
- Medalla conmemorativa de la IGM
- Medalla de la victoria de la IGM
- Medalla de la libertad
- y la Medalla conmemorativa de la IIGM.