Un avión monoplaza de cartón ¡que se vuela sin licencia!

La historia está llena de ingenieros que intentan construir cosas con materiales poco convencionales, desde enormes aviones de madera, o de caoba, a los de acero inoxidable, o incluso inflables. Peter Sripol, un entusiasta de la construcción amateur de aeronaves, está intentando crear una aeronave tripulada monoplaza usando un material todavía más inesperado: cartón. ¡Un 97% de cartón!

El fuselaje parece una caja de cartón modificada y reforzada. El suelo de la cabina, que soporta al piloto, está formado por una capa adicional de cartón corrugado, y se han incorporado dos ventanales laterales para mayor comodidad y visibilidad. Aunque el conjunto parece sencillo, aún faltan algunos componentes auxiliares (como el sistema de control y el tren de aterrizaje).

El reto más complicado no proviene tanto del material elegido sino de la necesidad de hacer uniones desmontables con materiales tan endebles, pues las alas han de ser de quita y pon para transportar la aeronave a los lugares de exhibición.

Los estabilizadores horizontal y vertical se construyen de forma bastante simple: se pliega cartón sobre costillas internas, creando superficies suficientemente rígidas. Sobre los extremos se montan el timón horizontal y el vertical, cuyas bisagras están hechas con cinta de fibra de vidrio. Finalmente, la cola se sujeta al fuselaje con unos pocos tornillos de madera y un trozo de cuerda, suficiente para transmitir los movimientos de control sin comprometer la integridad estructural.

Peter Sripol es conocido en la comunidad de constructores amateur por sus experimentos poco ortodoxos y por compartir cada etapa de sus proyectos en blogs y redes sociales. Su objetivo es demostrar que, con ingenio y una cuidadosa planificación, es posible volar con materiales tan simples como el cartón, siempre respetando las normas de seguridad establecidas por la FAA. Cada nuevo episodio del proyecto incluye documentación detallada, fotos del proceso y enlaces a versiones anteriores, de modo que otros aficionados puedan reproducir o mejorar el diseño.

La aeronave caería dentro de la categoría parte 103 de la FAA, que no requiere licencia, pues se consideran las aeronaves de esta categoría poco más que bicicletas con alas, que en caso de accidente sólo pondrían en peligro al piloto.

Una aeronave regulada bajo la FAA Parte 103 es un vehículo ligero sin motor (o con motor de muy escasa potencia) cuyo peso (incluyendo estructura, motor y combustible) no supera los 115 kg (254 lb), cuya velocidad máxima en nivelación está limitada a 55 nudos (102km/h), lo que le permite operar sin certificado de tipo, registro ni licencia de piloto siempre que se mantenga en espacio aéreo no controlado, evite sobrevolar poblaciones y aglomeraciones de personas, y en condiciones de VFR diurnas.

En Polonia y el Reino Unido existen normativas paralelas que establecen límites de peso similares. España ha publicado una normativa para aeronaves desrreguladas de menos de 120 kg, alineada con la filosofía de la Parte 103.

¿Acabaremos viendo drones desechables hechos de cartón, de sólo ida, de 120kg?


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