La construcción amateur de aeronaves es una actividad poco conocida en España, e incluso diría poco practicada. En otros países, donde volar es más fácil, es una actividad más habitual. ¡Incluso hay países con aeronaves de 115kg construidas en casa que no necesitan licencia para ser voladas!
Este tipo de aeronaves tiene más variedad que las avionetas típicas. Alas volantes, aviones que parecen furtivos… y ekranoplanos, o vehículos de efecto suelo.
James Greenberger es un australiano que ha sido hoy noticia en un canal de televisión local por su Mudskipper. Es un casco de hidroavión, modificado, junto con unas alas de corta envergadura que permiten al vehículo volar, pero sólo dentro del efecto suelo, esto es, rascando el agua.
Usó la forma de un casco existente y lo cambió un poco. Se apoyó en un programa de CAD para hacer estos cambios y para diseñar las alas, que están recubiertas de PVC, como el material de los castillos hinchables, con unos largueros tubulares que se pueden retraer en el casco para que el vehículo siga cabiendo en el garaje.
El primer vuelo fue el 13 de octure de 2022, y no es el primer ekranoplano del señor Greenberger.
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Fuentes: 10 News First Perth y Nest of Dragons