Una nueva empresa fabrica en serie munición merodeadora basada en drones de carreras

Los drones de carreras convertidos en munición merodeadora o drones kamikaze de forma artesanal han probado tal éxito que una empresa se ha lanzado a su fabricación industrializada, a gran escala. Por ello una empresa ha decidido dar el paso de convertir estos pequeños y ágiles dispositivos explosivos improvisados (IED) en drones de ataque industriales.

One Way Aerospace, es el nombre de la empresa. Su mombre proviene del término acuñado por el Pentágono de one way attack drones, drones de ataque de solo ida.

Entre sus fundadores están un veterano de la RAF, cuyo nombre no ha trascendido, James Earl, un exingeniero de combate e inversor australiano, Francisco Serra-Martins, que figura en Forbes 30 menores de 30y Roman Antonov, ex CTO de Doroni e ingeniero de Antonov Design Bureau.

Mientras que los misiles antitanque guiados Javelin suministrados por Estados Unidos cuestan casi 200.000 dólares por disparo, drone kamikaze más básico cuesta alrededor de 1.000 dólares. Y a diferencia del Javelin, puede lanzarse y actuar como munición merodeadora, realizando esperas hasta localizar un objetivo adecuado o decidir cómo atacarlo por su punto más débil.

El drone ha sido denominado «scalpel», bisturí, por su capacidad de realizar ataques de precisión «quirúrgicos».

Características

  • Carga explosiva: 1 kg
  • Alcance máximo: 10 km
  • Autonomía: 12 minutos
  • Distancia entre centros de rotores: 300mm
  • MTOW 3 kg
  • Velocidad de crucero 50 km/ h
  • Precio: a partir de 999$.

Fuentes

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