Se trata de Frank Knapp, campeón de despegues cortos del Valdez Airshow en la modalidad de aviones experimentales (el avión tiene un fuselaje de una J3 Cub muy modificado, con el ala de una Super Cub).
Se trata de Frank Knapp, campeón de despegues cortos del Valdez Airshow en la modalidad de aviones experimentales (el avión tiene un fuselaje de una J3 Cub muy modificado, con el ala de una Super Cub).
Que en la Primera Guerra Mundial los pilotos se saltaron a la torera las normas de camuflaje no es desconocido para nosotros los aerotrastornados. Tal vez los más celebres sean los del Circo volante de Richtoffen, pero hubo otros. Esta o el SPAD XIII amarillo de Guynemer. O los Sopwith Triplane negros del RNAS 10 Sqn. de Raymond Collishaw. Y los Showbirds del 94th Aero Sqn «Hat in the Ring» de Eddie Rickenbacker.
En la Primera Guerra Mundial los estadounidenses no se destacaron por ser grandes constructores de cazas, así que volaron los Niuport 28 y SPAD VII y XIII de los franceses. Al finalizar la contienda, los pilotos y tripulaciones con tiempo libre del 94th se dedicaron a decorar sus aviones (No, al contrario que los aviones mencionados anteriormente, éstos no combatieron con tan vistosas libreas.) Y por supuesto, la decoración de cada avión pretendía superar a la de sus compañeros. Así nacieron los Showbirds, como los bautizaron.
Hace 70 años un cinco de mayo un B-29 se estrelló en Tanabe, en la prefectura de Wakayama. En él murieron 7 de los tripulantes. Otros cuatro sobrevivieron, y fueron hechos prisioneros por los japoneses. Dos de ellos fueron llevados a la escuela donde Ken Furukubo (tiene 76 años hoy en día) estudiaba 2º de primaria. Los locales se dirigieron a la escuela armados con baras de bambú afiladas, como se les había enseñado que debían hacer. La compasión y el cansancio de la guerra fueron más poderosos que el odio por el enemigo, debieron recordarles a sus hijos o hermanos, tal vez en una situación similar. En lugar de lincharles, se les atendió y ofreció comida, y se enterró a los 7 fallecidos con dignidad. Poco después la policía militar se llevó a los cuatro. Ken Kurobo cree que los fusilaron.
Un año después del final de la Segunda Guerra Mundial, dos años después de que el avión se estrellara allí, los habitantes del pueblo colocaron una piedra en el lugar donde se estrelló el avión para honrar la memoria de los que fallecieron. Desde entonces, año tras año, los lugareños hacen ofrendas en este lugar y piden por el reposo de los fallecidos.
Furukubo, como otros residentes, decidió aprender más sobre el B-29, y sus investigaciones sobre el avión y su tripulación le llevaron a contactar con la hermana de uno de ellos, Elisabeth Croake, que ahora tiene 83 años. Desde entonces mantienen contacto por email e incluso la ha visitado en Florida.
Furukobo se siente orgulloso de que la gente de su pueblo ayudara a sus enemigos caídos, y cree que actos como este en una guerra son los que no se deben olvidar.
vía Japan Daily y The Asahi Simbun
Pocas veces nos paramos a hablar de cine en este blog, pero The Wind Rises, la última película de Miyazaki, bien lo merece.
Aviso para navegantes: Que sea una película de dibujos animados no le hace ser una película infantil. Los niños más pequeños seguramente se aburran en el cine.
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Os habíamos hablado del primer vuelo del AT Blacknight el 13 de abril. Y entonces nos quedamos con las ganas de ver algún vídeo, y no solo fotografías. Por fin AT ha hecho público uno, con imágenes incluso desde otro drone.