
Hoy no vamos a hablar de aviones. Es Navidad y se cumple el centenario de un hecho un tanto insólito y muy mitificado: una tregua para celebrar la Navidad, dicen que incluso con el enemigo.
La Primera Guerra Mundial podría decirse que es la primera guerra moderna. El paso de las cargas de caballería y la infantería avanzando en línea a la ametralladora y trincheras. Los ejércitos no estaban preparados para este tipo de guerra, como demuestran -por ejemplo- los coloridos uniformes de algunos de ellos. Y se dice que la Tregua de Navidad fue la última muestra de una guerra más caballerosa y civilizada. Aunque me consta que hechos como éstos se han producido en otras guerras y otros países. Sin ir más lejos, hablando con abuelitos españoles, más de uno y de dos me han contado de treguas durante la Guerra Civil para intercambiar cartas, bañarse en el río que era línea de frente, e incluso rezar el rosario al anochecer.
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