Este vuelo de María Koltakova volando a sus 99 años el simulador de vuelo con el que entrenan los pilotos rusos de Su-34, variante de ataque a suelo del Flanker, nos ha traído a la memora a Marie Marvingt, que a sus 80 voló el F-100 Super Sabre por invitación de la USAF y aprendía a volar helicópteros. O cuando Luis Lavín, niño de la guerra que combatió con los soviéticos en la Segunda Guerra Mundial, aceptó a volar nuestro simulador de juguete en la Campus Party.
Y es que cuando la aviación se lleva en la sangre se lleva en la sangre. Y las ganas de estar en el aire y manejar los mandos no se pierden.
La abuela de hierro, como se autodenomina María Koltakova fue noticia hace un par de años por haber saltado en paracaídas en tándem. Y desde aquí no podemos más que desarla que cumpla 100, y esperemos que esta vez le dejen volar un avión de verdad, en vez de un simulador. Felicidades, aviadora, por esas ganas de seguir volando, ¡y que duren mucho!.