
En el ámbito militar ver más y más lejos que tu enemigo es muy importante. Y con la aparición de distintos artilugios aéreos dejaba claro a las marinas de distintos países que sus barcos, sin estos avances, valían menos que los del enemigo. Así se desarrollaron globos cautivos que se lanzaban desde la cubierta de los barcos, con el problema que el hidrógeno representaba, se probaron cometas, hidroaviones depositados con un gancho en el mar, aviones lanzados desde catapultas, autogiros remolcados por submarinos… hasta que finalmente la aviación embarcada llegó con fuerza y para quedarse, tanto con aeronaves de ala fija como de ala rotatoria.
La ventaja de las aeronaves de ala rotatoria es que requieren muy poca pista para aterrizar y despegar. Los helicópteros pueden hacerlo verticalmente. Los autogiros requieren de una pequeñísima carrera de aterrizaje, el despegue puede hacerse vertical si se engrana el rotor con el motor. Ahora mismo los helicópteros son una herramienta imprescindible de altamar, y operan en las condiciones más duras tanto en operaciones de salvamento como de ataque, búsqueda de submarinos…