Ayer hablaba con Castor Fantoba precisamente sobre que hay ideas en el mundo aeronáutico que se repiten una y otra vez desde el comienzo de los tiempos y que de tarde en tarde reaparecen, hasta que o se demuestra que efectivamente era una locura o la tecnología se ha desarrollado lo suficiente como para que sea viable. Tal pasó con el motor a reacción o los aviones no tripulados. Y hoy me he encontrado en la revista ITAVIA una nueva propuesta sobre pistas de despegue circulares.
En teoría las ventajas son:
- Minimizar el espacio que necesita un aeropuerto, por ej. el Charles de Gaulle quedaría reducido aprox. a 1/3 de la superficie que ocupa ahora.
- Siempre habría algún segmento de corona circular encarado al viento
- En caso de no haber viento, la capacidad de operación se dispara