
El pasado 27 de septiembre de 2025, el cielo entre Calais y Dover fue testigo de un gran espectáculo: 47 pilotos de paramotor británicos cruzaron con éxito el Canal de la Mancha volando en formación de V, en dirección contraria a cuando lo cruzaron los veteranos el Día D, estableciendo un nuevo Récord Guinness y homenajeando a los veteranos de guerra del Reino Unido.
Los 47 pilotos cruzaron el canal en una formación delta que alcanzaba los 500m de ancho, liderados por el coche de los amigos David Messenger, 56, y Bobby Frankham, 59. En el corazón de la formación ondeaban dos banderas británicas de 150 metros y las banderas de los patrocinadores, mientras un paramotor a reacción del equipo de Allan Hewitt —coordinador de acrobacias de Tom Cruise— se unía a la demostración sobre los majestuosos Acantilados Blancos de Dover.
Los objetivos del vuelo eran dos: batir el record Récord Guiness y honrar a los veteranos británicos, recaudando a su vez fondos para The Veterans Charity, una organización que brinda apoyo a hombres y mujeres que sirvieron en las Fuerzas Armadas y hoy enfrentan situaciones de vulnerabilidad, como la falta de vivienda o la exclusión social.

Tras coordinar permisos especiales con el National Trust, los pilotos aterrizaron sobre los Acantilados Blancos de Dover, siendo la mayor formación aérea sobre este emblemático lugar desde la Segunda Guerra Mundial. Allí fueron recibidos por medios, público y veteranos, en un emotivo cierre que mezcló historia, tecnología y gratitud.
La organización está recaudando fondos a través de la campaña UK Paramotor Channel Crossing – Veterans Tribute & Guinness World Record Attempt en Go fund me.
Un coche volador para liderar la formación
David Messenger y Bobby Frankham, dos amigos apasionados de los proyectos imposibles, adaptaron el motor de un paramotor a la carrocería de un Reliant Robin original, con los mismos colores del que aparecía en la sit-com británica Only Fools and Horses, convirtiendo el mítico vehículo en un coche volador, similar a una de las 2CV que os presentamos aquí. Tras meses de trabajo, despegaron desde Saint-Inglevert, Francia, cruzaron el canal en apenas 55 minutos con una velocidad media de 70km/h, y lograron recaudar más de 5.000 libras para la causa benéfica.
“Nuestras esposas piensan que estamos locos, pero nos encantan los Reliant Robin. Ya hemos construido dos coches voladores. Es divertido, absurdo… y todavía más gracioso ver que grandes compañías gastan millones en crear un coche volador, ¡y nosotros ya lo hicimos!”, bromeaba David tras el aterrizaje.
Fuentes: Safesky, Robert Frankman, GoFundMe, Daily Record
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