
Desde la década de 1920, George Cornelius había estado experimentando con aeronaves con flecha negativa y aplicaciones poco convencionales, como coches voladores. El Cornelius Mallard, construido en 1943, no solo tenía el ala con una fuerte flecha negativa, sino que además era un diseño sin cola. En teoría, gracias a su diseño y a un sistema de control patentado por Cornelius, era fácil de volar y a prueba de pérdidas y barrenas. Y, basado en este diseño, creó un depósito de combustible con alas con intención de aumentar el alcance de los bombarderos estadounidenses en el teatro de operaciones del Pacífico.



XFG-1 significa X de experimental, F de Fuel (porque hacía de avión cisterna), y G de glider (planeador). Esto es, la aeronave fue concebida para ser remolcado por un avión más grande, como un bombardero B-29, que usaría la propia manguera de suministro como línea de remolque. La idea era que, una vez que el avión remolcador hubiera consumido los 677 galones (2563 litros) de combustible contenidos en el Cornelius XFG-1, el planeador se soltaría y el único piloto a bordo lo llevaría de regreso a una pista de aterrizaje, o una zona aterrizable, previamente acordada. También se propuso una versión no tripulada no recuperable, de un solo uso, tan barata que se podría considera fungible y se podría soltar y dejar que se estrellara contra el suelo.


La carga de combustible se transferiría al avión principal mediante bombas de alta velocidad. Como la velocidad de crucero de un B-29 es de unas 250 m.p.h., y los planeadores existentes solo podían ser remolcados a unas 125 m.p.h., se tuvo que diseñar un nuevo planeador de alta velocidad.

El tanque de combustible, de aluminio soldado, era una parte integral del fuselaje, y a ella se unían sendos carenados que formaban el morro y la cola. La cabina, delante del tanque, proporcionaba buena visibilidad para el piloto. Las ruedas del tren, para ahorrar peso, se desprendían tras el despegue, realizándose el aterrizaje sobre patines metálicos, de forma análoga al otro planeador de alta velocidad que tenéis todos en mente, el Me-163 Komet.

Se construyeron dos prototipos y se realizaron 32 vuelos entre ellos entre 1944 y 1945. El primer prototipo se perdió en una barrena, lo que causó la muerte del piloto, tal vez la distribución de masas sin motor era suficientemente distinta como para no ser cierto lo de que no podía entrar en barrena, o tal vez la afirmación de Cornelius no estaba verificada con ensayos en vuelo. El programa fue cancelado en 1945, ya que la necesidad de misiones de bombardeo de largo alcance disminuyó a medida que los Aliados capturaban más y más territorio en los últimos meses de la guerra.
Tras demostrar la viabilidad del repostaje en vuelo, curiosamente con B-50s dándo la vuelta al mundo sin escalas repostados por KB-29s, el concepto de planeador militar como cisterna fue abandonado. Sin embargo se intentó abrir una puerta como sistema de extensión de alcance para los aviones de las nacientes aerolíneas… que tampoco funcionó.




Fuentes
- Popular Science
- Aviation safety network
- Cornelius XFG-1
- Model Airplane News (MAN) April, 1946
- Secret Projects
- NACA Report [pdf]
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