El Dr «Willy» Messerschmitt no necesita presentación para prácticamente ninguno de los aerotrastornados que nos leéis. Sabemos que es el ingeniero aeronáutico alemán responsable del diseño y la construcción de alguno de los aviones de combate más famosos de la Segunda Guerra Mundial, como el Messerschmitt Bf 109 y el 110, por ejemplo. Sabemos que participó en el diseño del Hispano Haviación Saeta, y del HA-300. ¿Y sabemos que antes que eso diseñó veleros, motoveleros, y que su «primer» avión voló, hace este mes de enero de 2025, cien años?
Messerschmitt nació en 1898. En su juventud conoció a Friedrich Harth, con quien aprendió a diseñar y fabricar veleros desde 1914, ¡con tan solo 16 años! Harth se incorporaría a filas, por la Primera Guerra Mundial, en 1914 y Messerschmitt en 1917. Tras la guerra continuarían desarrollando veleros y motoveleros, nombrados con una numeración consecutiva desde el S-1 hasta el S-16, siendo el S-9 el primero en ser diseñado totalmente en solitario por el joven Messerschmitt.
En 1923, Willy se gradúa en la Universidad Técnica de Munich y Harth abandona la compañía en la que diseñaban sus veleros. Tras esta marcha, Willy fundaría Messerschmitt Flugzeugbau GmbH y diseñaría el M 17, el que se considera el primer avión de motor (no motovelero) del ingeniero.
Las ascendencia del M 17 se puede rastrear a través de los motoveleros S 16 y S 15 hasta el planeador Messerschmitt-Hirth S 14.
El biplaza, casi completamente hecho de madera, pesaba tan sólo 198 kg. El motor era un Bristol Cherub II de 29 hp, aunque recibió otras motorizaciones. Seguía, en líneas generales, las tendencias de diseño de otras aeronaves civiles «de turismo» de la época: muy poco peso y alas de mucha envergadura y gran alargamiento para compensar la falta de motores potentes. Eso sí, para reducir la resistencia, el piloto y el acompañante iban alojados dentro del fuselaje, sin visibilidad frontal alguna para ninguno de los dos.
Se construyeron seis u ocho aviones, según fuentes. Y, a pesar del pequeño número, el modelo se popularizó, gracias a ganar varias competiciones o ser el primer avión ligero que cruzó los Alpes centrales en septiembre de 1926, con el piloto Eberhard von Conta a los mandos y el escritor Werner von Langsdorff como pasajero. Volaron en un M 17 desde Bamberg hasta Roma. El vuelo duró más de 14 horas y tuvieron que repostar cada tres horas, ya que el tanque solo cabían 28 litros. Alcanzaron una altitud de 4500 m (14760 pies).
Ya en mayo del año anterior, el avión bautizado como Ello había ganado una de las competiciones en el Oberfrankenflug, y dos premios más en la competición internacional de vuelo en Oberschleissheim cerca de Múnich.
75 años después del primer vuelo, la Fundación Messerschmitt decidió poner nuevamente este diseño histórico en vuelo. Entre 2000 y 2004 se fabricó una réplica casi exacta, que pesa unos 40kg más que la original al añadir equipos de comunicaciones y seguridad que en 1915 no llevaban, y se le instaló un motor de 1926 Bristol Cherub III con una potencia máxima de 36 hp. El avión, bautizado como Ello II y pintado con los colores del avión que sobrevoló los Alpes Centrales en 1926, fue entregado a EADS (ahora Airbus) en septiembre de 2004. Actualmente, se exhibe nuevamente al público en la colección del Museo de Vuelo Messerschmitt.
El único M 17 real que se conserva, se encuentra en el Deutsches Museum de Munich.
Fuentes