- Hasta un 30% menos de consumo de combustible
- El primer avión híbrido capaz de recargar sus baterías en vuelo
Ya no suena raro el hablar de coches híbridos. El Toyota Prius se lanzó en 1997, como el primer coche híbrido producido en serie y comercializado, y desde entonces otras marcas se han animado a lanzar coches similares. En aviación hemos visto algún intento de eléctricos, pero no de híbridos. En ambos casos el problema es el mismo: el peso de las baterías. Los últimos desarrollos han permitido almacenar más energía con menos peso, algo importante en los coches, pero crítico en los aviones.
Ahora, Boeing -que ya presentara su avión con pila de hidrógeno– y la Universidad de Cambridge presentan su Watts up, un avión híbrido combustión-eléctrico.
Como en el avión con pila de hidrógeno, la apuesta ha sido modificar un avión disponible comercialmente con la nueva planta motriz, compuesta de un motor Honda y un motor eléctrico, desarrollado por la universidad, acoplados. En despegue y otras fases donde más potencia se require (como ascensos, algunos virajes…) ambos motores funcionan a la vez para dar al avión su máxima potencia. Por otro lado, el motor eléctrico puede mover la hélice para un crucero silencioso y sin consumir combustible, o bien puede funcionar como generador, movido por el motor de combustión interna, para cargar las 16 baterias de litio-polímero en vuelo.
La Universidad de Cambridge asegura en su comunicado de prensa que esta configuración permite ahorrar hasta un 30% de combustible, y que es el primer avión híbrido capaz de recargar sus baterías en vuelo.
El vuelo de pruebas se ha realizado en el Aeródromo de Sywell, cerca de Northampton. Como es costumbre cuando se prueba un nuevo avión, el piloto efectuó varios «altos» a lo largo de la pista de despegue antes de despegar y realizar un vuelo de pruebas a 1500ft.
«Nuestra misión es no perder de vista las soluciones innovadoras y tecnologías que puedan solucionar los desafíos más difíciles a los que se enfrenta nuestra industria, y mejorar continuamente el rendimiento medioambiental» dijo Marty Bradley, el principal investigador de Boeing en el programa. «La solución híbrida es una de muchas entre nuestras investigaciones, y aprendemos más cada día acerca de estas tecnologías, su viabilidad y cómo podrían ser utlizadas en el futuro»
Aunque este demostrador tecnologico es un paso importante en el desarrollo de nuevas tecnologías de motor, y tal vez incluso aplicable a la aviación general y deportiva, está lejos de dar con la solución para una aviación comercial eléctrica. Según la universida de Cambridge, con la tencnología actual, si un avión de aerolínea cambiara sus depósitos de combustible por baterías y sus turbofanes por motores eléctricos, tendría una autonomía de apenas 10 minutos.
Vídeo de la universidad de Cambridge sobre el Watts Up
Otros aviones híbridos
El Canard
En 2012 Volta Volaré presentó su GT4, un avión de negocios cuyo fuselaje de fibra de carbono recuerda mucho a algunos de los diseños de Rutan. Va equipado con 408kg (900 libras) de baterías de litio y dos motores eléctricos acoplados para dar 400HP de potencia continua, 600 de máxima, además de un motor de explosión (1.5 litros, sobrealimentado) para recargar las baterías, y 105 litros de gasolina sin plomo para este motor. Dicen que puede despegar tan solo con la potencia de las baterías, y que con éstas más la posibilidad de recargarlas en vuelo con el motor de combustión, el avión tiene un alcance de 1000 millas náuticas (unos 1850km) a una velocidad de crucero de 160 nudos (unos 295 km/h).
El Triplano
La compañía Faradair ha presentado su concepto BEHA (Bio-Electric-Hybrid-Aircraft). Un triplano con alas trapezoidales en voladizo y decalaje positivo para permitir que el sol llegue a todas las placas solares instaladas en el extradós de las mismas. En la punta de las alas lleva un gran winglet que las une, lo que recuerda a la configuración de boxkite usada por algunos de los pioneros en sus biplanos. Con esta configuración parece que busquen reducir la resistencia inducida, y mejorar por tanto el consumo de combustible. El empenaje es cuadrado, y lleva en su interior una de las hélices impulsoras, las otras dos son hélices entubadas situadas en la parte trasera del fuselaje.
La motorización estaría compuesta por dos motores eléctricos y uno de biodiesel, que funcionarían acoplados de la misma manera que en el Watts up.
Además prometen que será un avión seguro, con un buen coeficiente de planeo, y un paracaídas balístico. Por otro lado, pretenden que sea opcionalmente pilotado, no para usarlo como UAV, sino como medida de seguridad, en caso de que el piloto se viera incapacitado, para poder aterrizarlo desde fuera.
En su página web hablan de un avión apto para el vuelo en ciudades, por lo silencioso de sus motores eléctricos. Sin embargo parecen olvidar que la mayor parte del ruido es aerodinámico y procede de los flaps despegados, así como de la propia hélice al girar.
El avión es tan solo un concepto, y han iniciado una campaña en Kickstarter para lograr fondos mediante crowd-funding.
Fuentes: