El Jungers G-38 es un viejo conocido de este blog. Pero pocas veces hemos podido verlo en vuelo, en movimiento. En este caso, el prototipo.
El vídeo nos permite observar ciertas características curiosas, como el espesor de la cuerda alar, que hace que el ala quede integrado con el fuselaje, como en los actuales Blended Wing Body.
Otro rasgo que nos permite ver son las ventanas en el borde de ataque del ala, entre el fuselaje y los motores internos, donde iban acomodados algunos de los pasajeros.
Además el diseño característico de las superficies de mando, tanto de las alas, como de la cola, en configuración biplano, para evitar un empenaje excesivamente grande, tanto en altura como en envergadura.
También podemos observar que, en el prototipo, los motores exteriores utilizan hélices bipala, mientras que en los interiores utilizan hélices cuatripala. Esto se debe a la diferente potencia de cada uno de ellos. Los interiores eran motores Junkers L-55 V-12 de 665hp (690 al despegue) y los exteriores eran Junkers L8 de seis cilindros en línea y 354 hp (413 hp al despegue).
Y para finalizar cabe destacar el tren principal. Durante mucho tiempo fue raro encontrar aviones con trenes de aterrizaje de ruedas múltiples. De hecho, incluso el tren de aterrizaje principal del colosal B-36 fue concebido con una única y gigantesca rueda, lo que le causó no pocos problemas, incluso querer utilizar cadenas como en los tanques, hasta que se optó por un diseño de tren principal conceptualmente similar al del Junkers G-38… que había volado unos 20 años antes. Este tipo de tren permite repartir mejor el peso del avión sobre el suelo, además de utilizar ruedas de menor tamaño (es por eso que los aviones actuales utilizan boggeis o carretones de múltiples ruedas).
Otros vídeos nos permiten ver el interior, así como las atenciones prodigadas a los pasajeros, tipos de asiento… ¡y hasta apreciar que el volar era algo tan excepcional que uno debía vestir acorde al acontecimiento!