Bayraktar se ha hecho muy popular —conocida entre los no expertos— por las actuaciones de sus drones en la guerra de Ucrania. Y Turquía por los avances que ha realizado en su industria aeronáutica, como ya hemos discutido hablando de su ala volante Anka 3 o de su caza Kaan.
Y sigue avanzando en su tecnología no tripulada.
Por un lado, presumen de que su TB-2, con capacidad de llevar armamento, ha sido el primer UCAV del mundo en realizar un tonel de forma autónoma, lo que denota que tiene más maniobrabilidad de la que parece y que podría realizar en un futuro (o presente) maniobras evasivas a la hora de esquivar un atacante, importante en un mundo de UCAVs donde hasta ahora parecían aviones de observación con poca maniobrabilidad y sin capacidad de combate, o al menos de realizar maniobras evasivas agresivas.
Por otro lado, y tras anunciar que embarcarían aviones no tripulados en su Anadolu, convirtiendo así al buque en el primer portaaviones que operará aviones no tripulados de combate, han empezado a realizar ensayos con su TB-3, como se puede ver en esta cubierta de vuelo simulada en tierra, sky-jump incluida, así que tan pronto hayan logrado ajustar los parámetros adecuados en tierra, pasarán a realizar los correspondientes ensayos embarcados..
La última noticia relacionada con este fabricante de drones turco, y también de esta semana, ha sido la presentación de un nuevo drone de despegue y aterrizaje vertical. Básicamente un alavolante fija con cuatro rotores de quadcoptero.