¿Aviones de caza sin tren de aterrizaje y pistas de vuelo flexibles?¿Por qué no? El tren de aterrizaje pesa mucho, y el avión puede ser lanzado en una catapulta. Al eliminar el tren de aterrizaje se ganaba todo ese peso para combustible extra. Además, la carrera de aterrizaje es mucho más corta si se va sin tren. Así que genial para un portaaviones: mantenemos el gancho para retenerlo y quitamos el tren para que no ruede. ¿Suena loco? Pues lo intentaron los británicos sobre el HMS Warrior modificado.
Las pruebas fueron realizadas en 1948. Y, aunque la pista flexible de goma fracasó, se adoptó el esquema de cubierta de vuelo oblicua. Hasta entonces las cubiertas de despegue habían estado siempre alineadas con el eje longitudinal del barco. Desde estas pruebas se modificaron las cubiertas de vuelo llegando a la ya clásica configuración de cubierta de vuelo oblicua.
Si hubieran funcionado bien, se hubiera adaptado para el Supermarine Type 543, que podía operar tanto en tierra para la RAF o en el mar para la Navy.
Los primeros aviones a reacción tenían una potencia relativamente baja para la cantidad de combustible que demandaban sus sedientos motores. Una de las soluciones a las que se recurrió, como en el Me-163, fue la eliminación del pesado tren de aterrizaje. Y la idea persistió tras la guerra, como se puede ver en los vídeos que hay sobre estas líneas.
La idea de las pistas de aterrizaje flexibles para aviones sin tren fue presentada el 1 de enero de 1945 durante una conferencia de la RAF.
Y como las pruebas con aviones a escala fueron exitosas, se realizaron a escala real con Vampires modificados, primero en tierra, en las instalaciones del Royal Aircraft Establishment (RAE), y después en el HMS Warrior.
Las pruebas en tierra comenzaron en 1947, y el primer aterrizaje exitoso fue el 17 de marzo de 1948. El 3 de noviembre de ese mismo año fue el primer apontaje exitoso. Las pruebas siguieron hasta final de 1949.
Se realizaron más de doscientas tomas exitosas con este sistema, y se propuso modificar los futuros Sea Hawk para aterrizar sin tren.
Sin embargo el peso que se ahorraba en el avión por volar sin tren y el combustible extra, o las mejoras en las características de vuelo del avión por volar con menos peso, eran marginales. Mientras que modificar la flota a pistas flexibles era extremadamente caro. Por lo tanto se canceló el proyecto y no se continuó con él.
El hombre a los mandos del «caza sin tren» fue Eric «Winkle» Brown.
Gracias @MassiasThanos por ponerme sobre la pista
Fuentes