El F-104 es conocido por sus alas de pequeña envergadura. Se ha dicho de él en muchas ocasiones que parece un misil con alas. Es conocido como el fabricante de viudas por la cantidad de accidentes mortales que hubo. Y muchos nos hemos preguntado alguna vez cómo era posible que un avión con un ala tan pequeño fuera controlable a «baja» velocidad y no entrara en pérdida. Y no es, ni más ni menos, que gracias a sus dispositivos hipersustentadores.
¿Recordáis cuando explicamos cómo vuela un avión, cómo entra en pérdida y cómo funcionan los flaps y los slats? El avión vuela gracias a la circulación que aparece entorno al perfil alar, y los flaps y los slats porque modifican la curvatura del ala y/o su superficie alar, y funcionan mejor si se soplan, facilitando que la capa límite no se separe y que la circulación aumente, como en el turbowing o como en el Shin Maywa US2. Y a esto mismo recurre el F-104, con flaps de borde de ataque y flaps soplados de borde de salida.
El avión tenía un sistema de sangrado del motor con el que alimentaba el soplado de los flaps. ¡He aquí la magia de los flaps del 104!
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